Por Alexjandro.
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Comencemos por el principio (sic). “La debilidad más importante de la cultura política… (es) un respeto exagerado a los dictados de la autoridad”. Engañoso sofisma: es cierto que una gran parte de la población carece de una aceptable cultura cívica: cumplimiento de las leyes, participación activa en la cosa pública, búsqueda y análisis de información relevante, manifestación libre y espontánea de las inconformidades, etc. Si hubiera algún denominador común, es el que buena parte de los mexicanos (no todos) son conservadores y tradicionalistas. Pero el sonsonete del iluminado siempre ha ido en sentido contrario: “el pueblo no se equivoca”. Por fin ¿el pueblo se equivoca o es infalible?¿es susceptible de ser engañado y cooptado con cualquier prebenda o es incorruptible y sabio? Ni Ackerman ni el movimiento morenista lograrán desentrañar los mitos que ellos mismos crean.