Si políticamente ya había resucitado en varias ocasiones y, contra los augurios de muchos, logró más de una vez de resurgir de sus cenizas, ayer Andrés Manuel López Obrador demostró que su fortaleza también es física al reaparecer en público tras sufrir dos infartos al miocardio y anunciar que iniciará una nueva gira por todo el país para continuar su proyecto para la formación de su partido político y lograr “abolir la las reformas estructurales”.
Con un tono más pausado al hablar, único signo de la convalecencia por el procedimiento cardiaco que le practicaron, el ex candidato presidencial anunció el inicio de una campaña para buscar la anulación de las reformas que le fueron aprobadas en 2013 al presidente Enrique Peña Nieto, al que comparó con Porfirio Díaz por su política privatizadora. “La actual política neoliberal es en esencia neoporfirismo. Hoy, como en el porfiriato, las tierras, las aguas, los bosques, las minas, los ferrocarriles, el petróleo, la electricidad y otros bienes colectivos se han entregado a particulares nacionales y extranjeros”.