viernes, 3 de enero de 2014

Héctor de Mauleón - El asesinato de Luis Donaldo Colosio

Los papeles del fiscal

Los separaban sólo dos minutos y un remolino compuesto por cientos de personas. El candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, bajó del templete en el que acababa de pronunciar un discurso, y dijo: “¡Vámonos, vámonos!”. Estaba a 13.5 metros del sitio en donde Mario Aburto iba a encontrarlo. En las bocinas sonaba la canción “La culebra”. Aburto comenzó a desplazarse entre la gente. Cuando se hallaba a un paso del candidato, una mujer oyó que alguien le decía: “¡Quítate, cabrón!”. Mario Aburto respondió: “¡Oooh!, es que quiero saludarlo”. Extendió el brazo, acercó la Taurus .38 con cachas de madera a la cabeza de Colosio, y disparó.


Sergio Silva Castañeda - El crac del 94

Una crónica

En agosto de 1995, cuando entré a la licenciatura en economía del CIDE, circulaban en los pasillos varias historias sobre los días en que había estallado aquella atroz crisis económica que todos seguíamos padeciendo. Una de las historias que ha sobrevivido involucra a quienes estudiaban el curso de introducción a la economía en el otoño de 1994. En ese entonces, esa clase utilizaba un libro de texto que empezaba así: “El objetivo de la segunda edición de Economía es presentar el núcleo esencial de la teoría económica de una manera que permita a los estudiantes comprender el mundo en que vivimos”.1 Para un grupo de jóvenes intelectualmente ambiciosos y recién salidos del bachillerato no había nada mejor que un libro que prometiera ayudarles a “comprender el mundo en que vivimos”. El 16 de diciembre de 1994 algunos de quienes tomaban ese curso decidieron dirigirse al centro de la ciudad para celebrar el último examen del año en un bar. Tenía que ser temprano pues algunos no tenían permiso de llegar tarde a casa. El lugar seleccionado para la celebración fue el Bar Mata en la esquina de Tacuba y Filomeno Mata.


Raymundo Riva Palacio - EZLN: recuerdos del ‘94

Tras 20 años, la historia del alzamiento zapatista en Chiapas es una épica. Hoy, algunos de los protagonistas tuercen los hechos en su beneficio, y leyendas vivas como el Subcomandante Marcos, aún no responden –la realidad es que nadie se lo ha preguntado- las inconsistencias en su personificación guerrillera. La historia completa, después de dos décadas, no puede ganarle a la propaganda, el romanticismo y la ingenuidad, para analizar un movimiento manejado por chilangos que tuvo, como su mayor éxito histórico, concientizar a la nación sobre la pobreza y marginación indígena, aunque sin la fuerza para cambiar el estado de cosas.

El EZLN, escribió el escritor Carlos Fuentes, fue la primera guerrilla posmoderna, al no utilizar la fuerza de las armas para buscar el cambio, sino las palabras. Nació de las condiciones que creó el neoliberalismo, cuando en el gobierno de Carlos Salinas desapareció instituciones que amortiguaban costos en los grupos más marginados y eliminó los precios de garantía del café. De hecho, si la dirigencia del EZLN era defeña, algunos de los más importantes comandantes indígenas habían sido líderes cafetaleros en Chiapas.




José Cárdenas - Ya te vi (degaray)

Padecemos el primer impacto del sismo financiero… y a fin de mes habrá réplica. Más ISR, más Impuesto Sobre Nómina, más predial...

Arranca el año… y arránquenme la vida —cantaría Agustín Lara.

Ni modo. Otra vez llegaremos al Día de Reyes tronándonos los dedos; es cuestión de usos y costumbres; cuestas y recuestas. Las deudas de siempre nos agobian como siempre, sí, pero esta vez échele por favor más gasolina al fuego.

Los aumentos a los combustibles se fueron al doble —la Magna a 12.33; la Premium, 12.90, y el diésel a 12.73— y por doble vía: la tradicional, digamos, de aumentar precios paulatinamente para reducir el subsidio, y la otra, derivada del nuevo impuesto verde.

–¿Verde por lo ecológico, o verde por la bilis que provoca?

Muy complicado será para los propagandistas del gobierno combinar dos mensajes contradictorios. Por un lado, la promesa de bajar los precios de servicios y productos de la energía —de aquí a unos seis años—, y, por el otro, el doble gasolinazo con el cual nos sorprendió la primera cruda del año.




Juan Villoro - Regateo digital

Ciertas reputaciones se basan en malentendidos. Aunque Maquiavelo no era maquiavélico, la posteridad asocia su teoría política con la intriga palaciega y la conspiración sin escrúpulo. Siguiendo esta equívoca e inmodificable fama, podríamos pensar en un perverso libro de autoayuda titulado Maquiavelo para contribuyentes. Uno de sus capítulos debería estar dedicado a la facturación electrónica. Vivimos en un país donde la conectividad es, cuando mucho, de 30 por ciento. La mayoría de la población no puede expedir facturas ni recibos electrónicos. Se dirá que sólo una minoría paga impuestos. Pero eso no implica que todos tengan computadora con Internet. Someter un procedimiento civil a la posesión de un aparato es discriminatorio.

Un amigo que pertenece a una ONG de comercio justo y se dedica a vender artesanías me comentó que, por requerimiento de Hacienda, a partir de 2014 sus proveedores tendrán que entregar factura electrónica. Algunos de los artesanos a los que les compra no saben escribir, otros ni siquiera hablan español. ¿Es posible que las disposiciones fiscales desconozcan el país en que se aplican? La pregunta, por supuesto, es retórica: las facturas son tan ajenas a la realidad como la propaganda del gobierno. Hace 15 días escribí que la campaña que anunciaba que pagaríamos menos luz era demagógica. Hoy ya subió el costo de la electricidad.




Sergio Sarmiento - TLC de pesadilla

"El comercio cambia el destino y el genio de las naciones".
Thomas Gray

El encabezado de La Jornada de este 31 de diciembre de 2013 afirmaba: "El TLCAN, 20 años de pesadilla, dicen ONG". Con entrevistas con miembros de organizaciones de izquierda, el periódico argumentaba que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha devastado el campo mexicano, ha desmantelado la industria nacional y ha hecho que crezcan el desempleo y la precariedad laboral. En otros medios de comunicación he encontrado análisis muy similares que proclaman que el acuerdo comercial de Norteamérica ha sido un rotundo fracaso.

Es cierto que los últimos 20 años no han sido positivos para la economía nacional. Hemos tenido una tasa de crecimiento promedio del 2 por ciento anual, apenas superior al aumento de la población. Pero ¿es culpa del TLCAN? Todo lo contrario. El poco progreso en México de estas últimas dos décadas se debe en buena medida al Tratado y a otros acuerdos de libre comercio.



Jenaro Villamil - 2014, los aniversarios por venir

Una buena pista para observar nuestro tiempo es cerrar los ciclos que se abrieron (o no se han cerrado) desde hace 20 o 10 años.
 
El 2014 tiene varios aniversarios que recuerdan no sólo la impostura democrática en México sino los crímenes a la democracia irresueltos: desde el levantamiento zapatista, coincidente con el inicio formal del TLCAN, hasta los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, con el sello del desarreglo salinista, hace dos décadas.
 
Ninguno de los dos crímenes se ha cerrado de manera clara. El asesinato de Colosio inaugura el desarreglo salinista y la sombra poderosa del narcopoder que no ha cesado desde entonces. El homicidio de Ruiz Massieu marcó también el preludio de una guerra intestina entre la tecnocracia sobreviviente: el salinismo y el zedillismo. Ahora, Raúl Salinas de Gortari goza de cabal salud y de exoneraciones.
 
 
 
 

Thomas Hardy - La historia de un hombre superticioso

Thomas Hardy
1840 - 1928

La historia de un hombre superticioso

Hubo algo muy extraño acerca de la muerte de William, ¡muy extraño de veras! -suspiró con melancolía un hombre en la parte de atrás del vagón. Era el padre del granjero, quien hasta ahora había guardado silencio.

-¿Y que pudo haber sido? -preguntó el señor Lackland.

-William, como muchos saben, era curioso, un hombre callado; se podía sentir cuando estaba cerca; y si estaba en la casa o en cualquier otro lugar, cerca de uno, había algo húmedo en el aire, como si la puerta del sótano se hubiera abierto al lado de uno. Bien, fue un domingo, una vez que William estaba en aparente buen estado de salud, la campana llamaba a la gente a la iglesia de buenas a primeras; el sacristán dijo que no había sentido la campana tan pesada en su mano por años, era un día domingo, como dije.