lunes, 10 de noviembre de 2014

COLUMNA DE SERGIO SARMIENTO - INCÓMODA VERDAD

INCÓMODA VERDAD


LEA LA COLUMNA EN EL SIGUIENTE LINK:


http://www.debate.com.mx/eldebate/noticias/editoriales.asp?IdArt=15588660&IdCat=17225


PERIÓDICO EL DEBATE.COM.MX

COLUMNA DE DENISE DRESSER - #YaMeCansé

 #YaMeCansé

LEA LA COLUMNA COMPLETA EN EL SIGUIENTE LINK:



http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1056031.yamecanse.html 




PERIÓDICO VANGUARDIA.COM.MX

COLUMNA DE JESÚS SILVA-HERZOG MÁRQUEZ - EL PODER PASMADO

EL PODER PASMADO

LEA LA COLUMNA COMPLETA EN EL SIGUENTE LINK:

http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1056035.el-poder-pasmado.html


PERIÓDICO EL SIGLO DE TORREÓN.COM.MX

Ciro Gómez Leyva - No a la desonestidad intelectual, fueron los hijos de puta

Es entendible lo enardecido de la indignación. Se comprende cierta pendencia. Hasta ahí. Lo otro es desorientación o, llanamente, un doloso aprovechamiento político de la desgracia. Seguir tachando de asesino a quien no mató a los jóvenes de Ayotzinapa solo puede ser propio de una muy torcida, aviesa mala fe.

El Gobierno Federal no los mató. El gobierno de Guerrero no los mató. Los mataron, Héctor Aguilar Camín dixit, los hijos de puta. Y no veo ni escucho una condena pública contra los asesinos. Como si se tratara de eximir a la estructura de los Guerreros Unidos.








Ricardo Alemán - ¿Votaron por un presidente o por un policía?

Durante el gobierno de Miguel Alemán, en Veracruz, un incendio acabó con el Mercado Hidalgo, del puerto, en la primera mitad de 2002. El día del incendio el Mandatario estatal se encontraba fuera del país, de vacaciones.

A su regreso, durante una visita al lugar del siniestro, un indignado periodista espetó al gobernador su ausencia durante la tragedia –que costó la vida a 29 personas–, y exigió una explicación sobre las razones por las que no había estado al frente de las labores para combatir el fuego y rescatar a las víctimas.

El gobernador respondió sin titubeos y de manera tajante: “No soy bombero, soy el gobernador”.

La respuesta de Miguel Alemán causó una profunda indignación en distintos sectores sociales veracruzanos que no dudaron en calificar de insensible a un mandatario estatal que, sin duda, había ofrecido una respuesta “políticamente incorrecta” pero que, en rigor, tenía toda la razón. ¿Por qué?







Hécto de Mauleón - El eslabón más débil.


En los primeros días de noviembre de 2012 circuló la noticia de que
existían 60 plazas vacantes en la Secretaría de Seguridad Pública de
Jiutepec, Morelos. Varias semanas después, el entonces secretario
municipal admitió que las 60 plazas seguían vacantes porque no había
personas interesadas en ocuparlas.



Salvador García Soto - Tiempos aciagos, situaciones inéditas.


En la coyuntura del México actual, donde un hecho sorprendente y
escandaloso sucede al otro, donde se respira tensión social en las
calles y el presidente viaja a China mientas voces extremas piden su
renuncia, asistimos a hechos y momentos inéditos, a una vorágine de
sucesos que dificultan ver qué hay detrás de la convulsión. Entre las
voces que claman justicia por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y los
grupos radicales que expresan su inconformidad con violencia, el
ciudadano promedio se queda con la percepción de caos y que el Estado,
el mismo que repudian y cuestionan en las manifestaciones, está siendo
rebasado.

Raymundo Riva Palacio - Iguala: los idus de octubre

Las llamadas de atención llegaron desde distintas tribunas. En este mismo espacio se planteó el 31 de octubre que bajo el paraguas de una causa legítima –que aparezcan vivos los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados por la policía de Iguala y Cocula en septiembre-, estaba en marcha la disputa por la nación, que buscaba el cambio de modelo de gobierno. “No está claro que el presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete compacto tengan claro lo que enfrentan”, se puntualizó. Diez días después se ha confirmado: ni en un principio, ni ahora, entienden lo que enfrentan. Encerrado el Presidente en una burbuja, la incompetencia política de sus asesores es proverbial. La información que sale a cuentagotas de Los Pinos es que, además, no saben qué hacer para apagar la furia en la nación.

La forma como ha procesado, analizado y reaccionado ante la creciente oposición nacional al Presidente detonada por la desaparición forzada de los normalistas, muestra un gobierno reactivo y errático, donde el Presidente carece del equipo y la sensibilidad para enfrentar esta, que como se definió en este mismo espacio el 13 de octubre, era la más grande crisis de su vida pública. No hay una debacle del gobierno, pero va para allá. Tres momentos definen esa ruta en las dos últimas semanas:







Eduardo Ruiz Healy - Altos niveles de impunidad destruyen a México

El sábado pasado, durante la transmisión de mi programa nocturno Fuego Cruzado, una mujer que lo escuchaba o veía me envío este mensaje:
“28/06/1995. Aguas Blancas, Guerrero. 17 campesinos asesinados.

22/12/1997. Acteal, Chiapas. 45 indígenas asesinados.

15/11/2008. Zócalo de Morelia, Michoacán. 7 muertos y 132 heridos.

05/06/2009. Hermosillo, Sonora. 49 niños muertos guardería ABC.

31/01/2010. Villas de Salvarcar, Chihuahua. 16 estudiantes asesinados.

18/07/2010. Torreón, Coahuila. 18 personas asesinadas.








Tomás Bustos Muños - Transitar de la anarquía al estado con justicia

Los más enajenados buscan venganza, en lugar de justicia. La venganza correría hacia el infinito la cadena de las injusticias y los vengadores no hallarían paz ni para sí mismos ni para sus hijos y nietos. Debemos admitir que durante los últimos treinta años, hicimos esfuerzos titánicos para avasallar lo que de 1917 a 1982 habíamos logrado.

Los conservadores se burlaban del discurso priista que argumentaba como un logro, la paz social. Ésta argumentaban no se debe al régimen político, sino a una sociedad encadenada. Durante un largo período el Estado mexicano transitó-no sin dificultades-, de un país de caudillos a uno de instituciones. Durante el cual se resolvieron conflictos sobre el método para cristalizar objetivos como el laicismo y el Estado promotor de bienestar.







Alberto Nájar - ¿Por qué se desconfía de las investigaciones sobre desaparecidos en México?

Familiares de estudiantes desaparecidos no confían en la investigación del gobierno. Foto: AFP/Getty

Cuando los padres de 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, anunciaron que no confían en la investigación que realiza la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), en México pocos se sorprendieron.

En el país existe una desconfianza histórica de familiares de víctimas y organizaciones civiles a las pesquisas oficiales, especialmente en los casos de tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.







Enrique Krauze - México bárbaro

La espantosa masacre de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa ha provocado una indignación social sin precedente desde 1968. Es una reacción justificada y natural. Dada la historia remota y reciente de Guerrero, la tragedia tenía fatalmente que ocurrir, lo extraño es que no ocurriera antes y que las diversas instancias de gobierno no la previeran y evitaran. No todo México es Guerrero, pero así lo parece ahora.

Guerrero es un Estado rico en playas y recursos naturales (es nuestro primer productor de oro), pero padece una honda marginación: el 70% de sus habitantes vive en la pobreza. Su tasa de homicidios, cuatro veces superior a la media nacional, es la más alta del país, y acaso lo ha sido siempre. Guerrero fue ingobernable desde tiempos coloniales, acogió muy tarde la presencia de la Iglesia (su primer obispado es de 1819, casi tres siglos después de la Conquista) y fue teatro destacado de todas nuestras guerras nacionales.







Gao Xingjian - En el parque

Gao Xingjian 
1940


En el parque

Hace mucho que no vengo a pasear por el parque. No he tenido tiempo, ni ganas. 

—Suele pasar: terminas de trabajar, y a casa; la vida ajetreada que llevamos.

—Me acuerdo que de niño me gustaba mucho venir a este parque a revolearme por la hierba.

—Tus padres te traían.

—Sobre todo cuando venía con mis compañeros.

—Sí, claro.

—Sobre todo cuando tú estabas.

—Me acuerdo.