miércoles, 4 de marzo de 2015

Salvador García Soto - ¿Qué sigue después del ‘mea culpa’?

Cuando el presidente reconoció, varios meses después, lo que han dicho en todos los tonos posibles muchos mexicanos: que el país vive una crisis de credibilidad y confianza, lo que hizo en realidad fue entonar un ‘mea culpa’ con el que aceptó la responsabilidad en el desánimo social provocado por la falta de logros en su administración, la inseguridad y violencia reflejada en casos como la tragedia de Ayotzinapa, y las sospechas de corrupción que han tocado a su círculo cercano.

Antes de partir a Londres, y ante la prensa extranjera, Enrique Peña Nieto confirmó lo que días antes dijeron sus asesores y voceros, desde el jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, hasta el presidente del PRI, César Camacho, quienes admitieron la “crisis de credibilidad” y el “hartazgo social”, que ya era evidente con el derrumbe de la popularidad presidencial y de la intención del voto del partido oficial.






Ciro Gómez Leyva - Cuarenta minutos con Mario Villanueva


Fue estremecedor conversar 40 minutos con Mario Villanueva. Me quedo con la aritmética del poderoso gobernador de Quintana Roo, quien después de vivir un año como fugitivo, fue recluido en el penal de máxima seguridad de Almoloya en mayo de 2001. Y con su obsesión con el frío.

Suma 13 años y 10 meses en prisión. Nueve en México; los otros, después de ser extraditado en 2010, en dos cárceles de Nueva York, una de Ohio y la actual, en el Centro Médico Federal de Lexington, Kentucky.

—En Estados Unidos saldría en noviembre de 2019 –me aclaró—. Pero estoy gestionando que se tome en cuenta el tiempo que estuve preso en México para poder salir a mediados de 2017.

—Ya no falta nada –le dije con falsa candidez.





Raymundo Riva Palacio - Salvavidas para el Ejército

Propios y extraños preguntan todavía porqué el presidente Enrique Peña Nieto impulsó a Eduardo Medina Mora a la Suprema Corte de Justicia. Se deshace de un buen embajador en Estados Unidos en momentos difíciles para el gobierno, para hacerlo ministro, sin importarle restaurar la crecientemente tensa relación con el gobierno de Barack Obama. Medina Mora no estaba en horizonte para la Suprema Corte, donde el procurador fiscal, Javier Laynez, era el candidato para ocupar la silla vacante de Sergio Valls, hasta que una eventualidad cambió la estrategia. ¿Qué vio el presidente que no vemos la mayoría de los mexicanos? ¿Qué es lo que no puede esperar hasta finales de otoño, cuando se designen otros dos ministros?

Lo que puede plantearse, como hipótesis de trabajo, es que obedece al juicio que enfrentarán las Fuerzas Armadas, sobretodo el Ejército, por supuestas violaciones a los derechos humanos. El énfasis será en lo que hizo el Batallón 27 de Infantería, con sede en Iguala, la noche del 26 de septiembre pasado, cuando mientras policías y criminales desaparecían y mataban a decenas de normalistas de Ayotzinapa, los soldados sellaban la ciudad. Pese a los actos delincuenciales en flagrancia, que les permitía intervenir espontáneamente, no actuaron para salvar a los jóvenes. Esa inacción los ha convertido en responsables del crimen.






Julio Cortázar - Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj

Julio Cortázar

Preámbulo a las instruciones para dar cuerda a un reloj 

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.





Leído en http://www.me.gov.ar/efeme/cortazar/reloj.html