Todos responsables. Todos omisos. Todos cómplices. Presidentes y Secretarios de Estado y Diputados y Senadores. Responsables de permitir que los bienes concesionados del país -como el espectro radioeléctrico- hayan quedado en manos de unos cuantos. Responsables de permitir que, desde la pantalla, dos conglomerados manipulen y tergiversen y distorsionen la realidad nacional.
Responsables de que Televisa y TV Azteca hayan obtenido y sigan desplegando el poder de intimidar. El poder para someter a representantes legítimos, capturar a instituciones académicas, desaparecer del lente todo aquello que contravenga a sus intereses. Recortar las conciencias para que se ajusten al tamaño de la pantalla.
Comenzamos este 2014, año del Mundial de Futbol y casi sin elecciones, con una carta de intenciones políticas y sociales siempre en aumento, pero también constatando lo que no ocurrió ni a finales del 2013 ni en la escasa semana que llevamos de este año, lo cual muestra un país estable, pero también que necesita que le ocurran cosas. Previsiones que se proporcionaron con enorme soltura pero que no se confirmaron y que muestran que la realidad del país es más compleja, pero en un plano también más fácil de determinar que lo que algunos suponen.