martes, 15 de mayo de 2012

Auroras Boreales

Foro Paralelo - Disqus regresa a Milenio

Con el cierre de la plataforma Disqus en Milenio Diario, se originó  la apertura de este espacio el día 20 de Septiembre de 2011.

Tras haber publicado 2,038 entradas, entre ellas los estrenos musicales de Arpegio, los cuentos de Mariantonieta, los cartones y textos de Andrés González, las certeras columnas de los lunes de Tancredi, y las brillantes colaboraciones de: Gustavo Orozco, Lovrega, DanMX, Tepozteco, Gerry Martínez, RamnR, Alexjandro,   y muchos más, el alma caritativa que abrió este lugar considera que la razón primordial de este lugar, ha cesado.

Las batallas épicas de los foristas que se dieron aquí, y que le dieron vida a "El otro Foro",  pueden darse en Milenio Diario y en otras redes sociales como Twitter.

Amigos, adherentes y demás fauna que lee este espacio, me permito informarles que, por lo pronto, ya no se publicarán las columnas de Marín, Ciro y del equipo de Milenio.

En cuanto al futuro de este lugar, depende de ustedes que permanezca abierto como espacio de expresión.

Saludos de Foro Paralelo

El espacio en blanco en la boleta electoral.

Recomendación de Arpegio.

Leyendo algunos comentarios de algunos foristas, el día de ayer buque por Internet algo de info sobre el "famoso" espacio en blanco en la boleta electoral. Curiosamente en el sitio del IFE no encontré nada, haciendo esta búsqueda en Internet encontré este viejo articulo al respecto. Se los comparto.

Arturo Zárate
El Universal
Lunes 12 de junio de 2006

Los votos emitidos en favor de candidatos no registrados (independientes) sólo tienen valor estadístico y no se contabilizan de forma individualizada, aclara el Instituto Federal Electoral (IFE).
En dos circulares firmadas por el secretario ejecutivo Manuel López Bernal, se precisa a los vocales ejecutivos del IFE en las 32 entidades y en los 300 distritos electorales la posición oficial sobre el tema del espacio en blanco de las boletas electorales para la elección de presidente de la República, así como los derechos y obligaciones de los observadores.

La boleta dice que ahí se pone el nombre del candidato no registrado, por lo que se supone que de esa manera se puede competir por la Presidencia y hasta ganarla. Pero en la circular 013 del 16 de mayo se argumenta que esto es imposible, porque según el Código Electoral y criterios del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el espacio en blanco de la boleta "tiene la única finalidad de que el elector pueda ejercer su derecho a la libertad de expresión, establecido en la Constitución".

"Los votos por candidatos no registrados carecen de eficacia para definir al ganador de una elección; sólo tienen un valor estadístico. El Código Electoral no establece la posibilidad ni menos la obligación de asentar de manera individualizada los votos emitidos por cada uno de los candidatos no registrados", añade.

Se recuerda que en las actas de escrutinio y cómputo, que llenarán los funcionarios de casilla una vez terminada la elección, se anotará el total de votos emitidos por candidatos no registrados, con número y con letra, sin espacio alguno para que se escriba el nombre de la persona. Las circulares 013 y 014 del secretario general ejecutivo son parte de la paquetería electoral de la que dispondrán los funcionarios de casilla. El presidente de casilla las tendrá a la mano el día de los comicios para aplicarlas en caso de haber gente interesada en que se sumen, en lo individual, los votos de candidatos independientes o sin partido.

Es una medida que la autoridad ha tomado para evitar confusiones o malentendidos, sobre todo porque la asociación civil Por un País Mejor, que inscribió en el IFE a un grupo de observadores, pide contar en lo individual los votos que se emitan en el espacio en blanco de la boleta electoral en favor de Víctor González Torres.

Por eso se ha explicado el valor del voto en el espacio en blanco de la boleta y detallado los derechos y obligaciones de los observadores electorales, así como las facultades de los presidentes de casilla para garantizar el orden el día de la votación. Según la ley electoral, los observadores no sustituirán u obstaculizarán a las autoridades electorales en sus funciones; de lo contrario, se les cancelaría de inmediato su acreditación y se les inhabilitaría su participación en por lo menos dos procesos. La organización a la que pertenezcan deberá pagar una multa de 50 a 200 días de salario mínimo vigente en el Distrito Federal.

El Código Penal Federal, en su artículo 403, castiga con cárcel de tres meses a seis años a quienes obstaculicen o interfieran con dolo en el desarrollo normal de las votaciones, el escrutinio y el cómputo y el traslado de los paquetes.
Los presidentes de casilla pueden ordenar, con el auxilio de la fuerza pública, el retiro de las personas que traten de obstaculizar el desarrollo del proceso electoral.



Alemán - AMLO… ¿por reventar la elección?

Desde el arranque de la campaña presidencial –y siempre a partir de la opinión de expertos en la medición de procesos electorales–, dijimos que si a la mitad del mes de mayo se mantenía la distancia de 20 puntos entre el primero y el segundo lugar de la contienda, la elección estaría definida.

Hoy se cumple esa fecha y, según todas las encuestas, Peña Nieto mantiene una distancia de entre 18 y 20 puntos porcentuales de ventaja, sobre los dos segundos lugares; Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, que se mueven en variables que van entre 23 y 26 puntos porcentuales. ¿Qué significa lo anterior?.

En efecto, que salvo un milagro y/o una tragedia, la madrugada del 2 de julio habrá salido “humo blanco” y se habrá cantado no sólo la vuelta del PRI al poder, sino que el nuevo presidente de los mexicanos sería Enrique Peña Nieto. Se habría cumplido lo impensable; la derrota de la derecha y de las izquierdas, que lucharon durante buena parte del siglo pasado por echar al PRI del poder.

Pero no, decir que la elección presidencial prácticamente está decidida a favor de Peña Nieto, no es una ocurrencia, un mal chiste, una terquedad o –como suele sugerir la jauría de lopistas–, que estamos con el puntero. No, decir que es casi imposible que se reviertan los números que colocan a Peña como virtual ganador, es reconocer la frialdad de los números y de las probabilidades matemáticas de la elección.

Y es que a 45 días de que concluya de manera formal la campaña presidencial, no existe fórmula física, ecuación matemática o reacción química, capaces de de dar la más mínima esperanza de triunfo a la señora Vázquez Mota y al señor López Obrador. Claro, las cosas no cambiarán, salvo un milagro o una tragedia, con todo lo que eso signifique.

Y el primero en reconocer esa fatalidad de los números, es el más beligerante de los candidatos presidenciales, el señor Andrés Manuel López Obrador, quien desde hace rato “mandó al diablo” la república amorosa y se instaló, de nueva cuenta, en el Andrés Manuel de siempre; el político guerrillero de la plaza pública, con el fusil verbal. ¿Quieren las pruebas?.

Desde hace pocas semanas a la fecha, el señor López Obrador le ha dicho a Peña Nieto –amorosamente, claro–, “cínico”, “farsante”, “ladrón”, “copión”, “descerebrado”. “ignorante”, “invento de televisa”, “títere de la mafia”… y un largo rosario de adjetivos calificativos despectivos. Además de que lo ha comparado con Santa Ana, Díaz Ordaz, Salinas y con Montiel. Y hasta dice –sin una sola prueba–, que Peña Nieto pactó con la profesora Gordillo.

Todo lo anterior no pasaría de un rosario propio del anecdotario electoral, si no fuera porque –en rigor–, es el regreso de la estrategia del odio, la intolerancia y la persecución político electoral, preparada durante años por la red electoral del bodrio político –y semiclandestina, porque nadie sabe de dónde saca financiamiento–, conocido como Morena.

Morena es un ejército de seguidores de AMLO, que se han metido en colonias, barrios, escuelas, sindicatos, mercados y hasta medios de comunicación, capaces de un activismo ejemplar, que lo mismo aplauden a su mesías, que se convierten en jauría de caza contra los críticos de AMLO y –no se diga–, contra sus adversarios políticos.

López Obrador nunca imaginó que a 45 días del fin de la campaña, estaría 20 puntos debajo de Peña Nieto. Y frente a esa realidad, debió modificar la estrategia y regresar al insulto, la descalificación y, claro, la siembra de odio. Por eso se agudizó la ferocidad de la “jauría” –como la llamó Héctor Aguilar Camín–, lanzada contra los críticos de AMLO; por eso los piquetes de fanáticos empiezan a aparecer en actos de Peña Nieto y Gabriel Quadri, y por eso en los próximos 45 días se presentará la moderna versión de la persecución de “Noroñas”, a los actos del puntero.

Y también por eso, López Obrador no moverá un dedo contra Felipe Calderón, para cuestionar al otrora “gobierno espurio”, y tampoco contra Josefina Vázquez Mota. Por eso, llamará –ya lo hace–, a los panistas a sumarse a su causa. De manera paralela, continuará golpeando al IFE y descalificando su eficacia, desacreditando las encuestas, a los medios y al mismísimo “espíritu santo”, al extremo de hacer creer a muchos, que es víctima de una nueva perversidad política.

En pocas palabras, que ante la desesperación por la inminente derrota del candidato de las izquierdas, entramos a la etapa más complicada de la elección presidencial; el intento de AMLO por reventar la elección. Y para ello tiene un ejército de “Noroñas”, como los de la Ibero. Al tiempo.


Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/amlo-por-reventar-la-eleccion

Leo Zuckermann - AMLO, la legitimidad de Peña y Televisa.



La izquierda lopezobradorista parece haber concedido que no ganarán la Presidencia el próximo primero de julio. Comienzan, en este sentido, a prepararse para lo que sigue, es decir, para el conflicto postelectoral. La narrativa está en pleno proceso de desarrollo: van a cuestionar la legitimidad de Peña Nieto por ser un presidente impuesto por las televisoras, en particular por Televisa.

Los defensores de López Obrador se quejan, desde ahora, de que esta elección ha sido inequitativa. Que Televisa, con base en contratos multimillonarios con el gobierno del Estado de México, cuando era gobernado por Peña, construyó a éste como su candidato presidencial, de tal suerte que, cuando comenzó la campaña este año, el ex gobernador mexiquense ya se encontraba muy adelantado en las preferencias. Además, ya con las campañas en marcha, los medios, en particular las televisoras, y en específico Televisa, se dedicaron a cuidar a Peña con una cobertura a su favor.

Como ocurrió con la narrativa del supuesto fraude electoral de 2006, poco importarán las pruebas y los hechos. AMLO machacará una y otra vez lo mismo para que el mensaje se disemine primero entre sus seguidores y luego entre los adeptos a las grandes conspiraciones políticas que, por cierto, son muchos en México. Ahora, a diferencia de hace seis años, el lopezobradorismo contará con las redes sociales que son un arma muy poderosa para difundir un mensaje de este tipo.

No sé usted, pero yo no tengo duda: el primero de julio por la noche, cuando se anuncie que AMLO perdió, éste dirá que Peña ganó gracias a la imposición de Televisa y que, por tanto, será un presidente ilegítimo. Insisto: no importarán los hechos. Tampoco el margen de la victoria ni el insulto a los millones de mexicanos que votarían por el PRI, considerándolos como borreguitos manipulados por los villanos televisivos.

El 2 de julio, el lopezobradorismo tratará que el debate mediático sea sobre si la tele impuso o no al presidente y, por tanto, si éste es o no legítimo. AMLO, fiel a su estilo, machacará que fueron “los de arriba” los que sentaron a Peña en la silla presidencial gracias a la manipulación televisiva. Lo repetirá una y otra vez para justificar su segunda derrota. No importará que el IFE declare vencedor al priista, lo mismo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ni tampoco que el nuevo presidente tome posesión el primero de diciembre en el Congreso.

¿Y qué ganará el lopezobradorismo con este nuevo conflicto en ciernes? Por lo pronto, dos cosas. 

Primero, mantener a López Obrador como la principal fuerza opositora del país (después de la elección el PAN quedará hecho añicos y tardará mucho tiempo en reorganizarse). Para asegurar esta posición, AMLO tiene que seguir entusiasmando a 20% del electorado que se considera de izquierda. No tiene mejor manera de hacerlo más que con su discurso de “la mafia que nos robó el poder”. (La otra opción es que López Obrador acepte responsablemente su derrota y se retire a su finca en Chiapas que, si no mal recuerdo, se llama “La Chingada”; francamente no lo veo terminando ahí su carrera política).

Lo que en segundo lugar está buscando López Obrador, y mucha gente que lo apoya, es presionar a Peña para que golpee a Televisa cuando llegue a la Presidencia. Si el discurso de la supuesta ilegitimidad del nuevo mandatario tiene eco, éste podría obtener la legitimidad negada, dándole un leñazo a la empresa televisiva demostrando, así, que él no es muñequito de nadie. Hay que recordar que una tradición de los presidentes priistas, ante la falta de legitimidad democrática, era dar golpes espectaculares a actores poderosos para legitimarse. No importará, en este caso, que Peña, a diferencia del pasado autoritario, sea un presidente con legitimidad democrática ganada en las urnas porque la izquierda, liderada por AMLO, se la cuestionará un día, y otro también.

Twitter: @leozuckermann


Federico Reyes Heroles - Poda.

Federico Reyes Heroles.
La palabra pluralidad es muy seductora. Una sociedad plural es en esencia superior a una que no lo es. La pluralidad -en teoría- nos habla de las diversas interpretaciones de la vida y ello enriquece a toda sociedad. La democracia es el hogar de la pluralidad. Las autocracias, las dictaduras y los regímenes autoritarios están reñidos con la pluralidad. En ellos, desde el poder se impone una lectura de la vida: de la raza superior al Hombre Nuevo o la Revolución Cultural China. La pluralidad es garantía de sana confrontación, de equilibrio de fuerzas, de libertad. Hasta ahí todo suena muy bien.

En teoría, de nuevo, una sociedad plural se expresa en muy diversos niveles. Debe haber pluralidad en la opinión pública, periódicos, radio y televisión. Una sociedad plural incluye organizaciones ciudadanas diferenciadas, iglesias de distintos credos y por supuesto expresiones artísticas muy diversas. Incluso en la ciencia -que siempre carga con una falsa connotación de versión única- debe haber la convivencia -como advirtiera Tomas Kuhn- de paradigmas distintos. Sólo así la ciencia se renueva y cumple con su función de indagar con ojos severos. Si el bloque soviético hubiera permitido el florecimiento de los críticos a sus disfuncionalidades quizá hubiéramos visto otra historia. Una sociedad que se cierra a la pluralidad cava su propia tumba. La sangre nueva surge de la confrontación en libertad, de la pluralidad.

 La vida política debe ser un templo de la pluralidad. Suena bien. En teoría -por tercera ocasión- la diversidad de partidos debe representar a la pluralidad social. Pero resulta que en política -además de la doctrina- también se debe mirar a los resultados. La arena política conduce a la capacidad de gobierno y ella no tolera excesivas dosis de pluralidad, por lo menos no en sus estructuras básicas. Una de ellas son los partidos políticos. Hay sociedades cuya pluralidad no está en duda -los Estados Unidos o Gran Bretaña- una con régimen presidencial y la otra, parlamentario- que no presumen por el número de partidos que los gobiernan. De hecho han sido dos partidos divididos durante siglos por principios doctrinales muy claros, los predominantes. Por supuesto que ha habido reclamos minoritarios y surgimiento momentáneo de nuevas fuerzas pero, al final del día, son dos organizaciones las que encauzan a esas sociedades. Se trata de las democracias más antiguas. Alemania es otro caso en el cual dos partidos concentran históricamente el poder.

Conclusión: no hay absolutos. En los extremos una sociedad sin alternativas políticas está enferma. Pero una sociedad con excesiva proliferación de partidos o, peor aún, con falsos representantes- tampoco es en sí misma más sana. En Argentina a principios de los setenta llegó a haber más de 50 partidos políticos registrados. Eso no le trajo mejor gobernabilidad. En Italia, una de las cunas de la concepción democrática, en la misma época, los partidos se multiplicaron. Fue un desastre. ¿Cuál es el número ideal? Difícil decirlo. Giovanni Sartori sostiene que los regímenes presidenciales no digieren bien la proliferación de partidos. En los parlamentarios, buena parte de la pluralidad se expresa al interior de ellos a través de corrientes y posiciones. Por supuesto que hay pluralidad pero ella no necesariamente conduce a nuevos partidos.

México tiene una historia particular. Durante décadas el predominio de un partido hegemónico -como se dice ahora- impidió el nacimiento de otros partidos. El aparato autoritario-corporativo oprimió las expresiones externas. Pero los estudiosos -tanto nacionales como extranjeros- reconocieron que una de las explicaciones de la permanencia del PRI fue el permitir en su interior distintas posturas. Ese fue su origen. Había sin embargo un carácter autoritario innegable. Cuando se dio la apertura a finales de los años setenta, la aparición de nuevos partidos parecía un objetivo en sí mismo. Se trataba de reconocer a las fuerzas políticas, sobre todo a la izquierda, que estaban fuera. Tres décadas después la historia se mira diferente. Esa proliferación se convirtió en un elemento de prostitución. Lo digo en sentido estricto: dinero por servicios.

De 1979 a la fecha (J. Alcocer, Enfoque 940) surgieron más de 20 partidos. Todos recibieron dineros públicos. De ahí cuatro o cinco -los de la izquierda original- pueden ver a la historia con la frente en alto: evolucionaron. Los otros son una vergüenza. Hoy sólo tres son nacionales y auténticos (PAN, PRI y PRD) y deben ser plurales en su interior. Una de las pocas cualidades de la actual ley electoral es que el elector podrá en julio distinguir entre partidos. ¿Qué han aportado el PVEM, el PT, el MC (ex Convergencia) y el PANAL? Negociaciones confusas, ordeña de recursos públicos. No propongo cerrar las puertas a nuevas formaciones, pero quizá ha llegado el momento de una poda. De mi parte ningún voto a la farsa. Hay tres fuerzas nacionales reales, lo demás es negocio.

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/poda

Para el maestro con cariño. - La ola

La ola. 
(2008)
Cine Alemán. 
Director: Dennis Gansel. 

Sinopsis:
Alemania hoy: cómo organizar una férrea tiranía en una semana. La trama gira alrededor de Rainer Wenger, un carismático profesor de instituto que ansiaba dirigir un proyecto educativo en torno a la anarquía; un profesor se le ha adelantado, y debe conformarse con abordar en su clase la autocracia. Relacionándolo con el surgimiento de dictaduras, el fascismo y el nazismo, Wenger articula unas sesiones muy prácticas, en que presenta los elementos que explican su atractivo: espíritu de grupo, ideales comunes, ayuda mutua, uniformes y parafernalia exterior...

Comienza así un experimento que acabará con resultados trágicos. En apenas unos días, lo que comienza con una serie de ideas inocuas como la disciplina y el sentimiento de comunidad se va convirtiendo en un movimiento real: «La Ola». Los jóvenes se entusiasman, mejoran notablemente en autoestima e iniciativa, superan sus diferencias raciales y sociales, se implican en el diseño de lemas y logos, y hasta adoptan un uniforme común, compuesto por pantalón vaquero azul y camisa blanca. Las críticas de varias alumnas al experimento —cuestionado también por otros profesores y por grupos anarquistas— llevan la situación mucho más allá de lo que nadie había imaginado. Al tercer día, los alumnos comienzan a aislarse y amenazarse entre sí. Cuando el conflicto finalmente rompe en violencia, el profesor decide no seguir con el experimento, pero para entonces es demasiado tarde, «La Ola» se ha descontrolado...



 

BUEN DÍA!!! 


NOTA: existe la versión de la película doblada al español, pero esta bloqueada la inserción al blog, para los que prefieran esa opción les dejo este link:  LA OLA (DIE WELLE)




Agustín Cortés Gaviño - El hombre que volvió de la chingada.

Agustín Cortés Gaviño
(1946-2000)

El hombre que volvió de la chingada.

La primera vez que se atrevió a preguntar que donde quedaba aquello su padre le cruzó la cara con una bofetada. Le intrigaba qué clase de lugar podía ser aquél a donde tanta gente se afanaba en enviar a sus semejantes. Durante una época de su vida se dedicó a vigilar a todos aquellos a quienes mandaban para allá, pero nunca los veía irse a ninguna parte. Se propuso ahorrar lo suficiente para poder pagarse el viaje a tan misterioso lugar da que alguien le sugería que hiciera el viaje preguntaba amablemente la dirección que tenía que seguir y lo único que conseguía era que el otro se irritara más.

Indagó en todas las líneas aéreas, de autobuses, de ferrocarriles y hasta en las navieras sobre la manera de realizar el viaje y ninguna pudo darle la información requerida, aquella extraña tierra no figuraba en el itinerario de ninguna empresa de transportes.

Por fin un día, ante lo estéril de sus pesquisas, decidió buscar por él mismo y así fue que lo vieron partir llevando una sonrisa por todo equipaje. Durante muchos años nadie volvió a saber de él.

Pero un día regresó, había cambiado mucho y no sólo por los años. Cuando caminaba parecía que únicamente se dejara arrastrar por el viento, cuando hablaba era como si las palabras se le hicieran remolino en la boca, y la mirada continuamente se le escapaba de los ojos. Se ganaba la vida contando la historia de su viaje por unas cuantas monedas en cantinas y burdeles, pero su verdadera historia la llevaba rebotando entre sus huesos.

Tal parecía que hubiese visto todo, que se le hubieran hartado los ojos de palabras y que ya sólo rebotara entre las cosas sin poder pertenecer a nada.

Así, cuando alguien se burlaba de su historia y lo volvía a mandar para allá, nada más exhibía su oxidada sonrisa y su triste mirada de contemplar milenios para explicar, con una voz extraída de quién sabe cuantos caminos recorridos, que él ya había estado ahí y no valía la pena regresar.

Leído en: http://www.pobladores.com/channels/gente/ACRACIA/area/3#El hombre que volvió de la chingada

Cartón de hoy