miércoles, 18 de julio de 2012

Rocha - “México: Tenemos un problema”

En el corazón de San Salvador Atenco, en el Estado de México, se celebró la Convención Nacional contra la Imposición. No es casual que en este celebérrimo pueblo rebelde —famoso por sus machetes como símbolo de lucha— se haya dado la revuelta popular más significativa de los años posteriores al zapatismo, cuando sus pobladores se opusieron a la construcción de un nuevo aeropuerto que hubiera sido la más importante obra del sexenio foxista. 

Ahora, desde aquí mismo, líderes de 300 organizaciones sociales anuncian movilizaciones en todo el país con un objetivo último: impedir que Enrique Peña Nieto rinda protesta como Presidente de México el 1 de diciembre. En el inter, anticipan otras acciones igualmente radicales: el 22 de julio nuevas marchas anti Peña; el 27, la toma de instalaciones de Televisa; el 1 de septiembre una megamarcha del TRIFE a la Cámara de Diputados en protesta por el Sexto Informe del presidente Calderón y contra la toma de posesión de diputados y senadores de todos los partidos; entreveradas, tomas de casetas en carreteras y boicots a las tiendas Soriana. Y el 1 de diciembre, el cerco total al
Congreso. 

Hasta ahora, se han congregado agrupaciones tan diversas como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, los comuneros de Cherán, Michoacán, el Sindicato Mexicano de Electricistas y desde luego los de Atenco, organizados en el Frente de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra. Por supuesto que hubo una numerosa representación del #Yo soy 132, pero ellos me aclaran que será en sus propias asambleas cuando decidan en qué grado se involucran con los acuerdos de la Convención, en qué acciones habrán de participar y en cuáles se abstendrán. Por cierto, hablando de jóvenes, se presume ya una natural conexión de los cincuenta mil frustrados y furiosos rechazados de nuestra UNAM y el #Yo soy 132, con todo lo que ello puede implicar. 

En cualquier caso, si se llevaran a cabo la mitad de las acciones previstas, ya tendríamos de qué preocuparnos. No se necesita recurrir al catastrofismo para avizorar días de truenos en más de un sentido. En los que los riesgos de violencia se multiplican dada la propia naturaleza de las movilizaciones sociales. Es verdad que hasta ahora no ha habido siquiera heridos graves. Pero también es cierto que el peligro de una pérdida de control estará ahí, latente, en cualquier lugar del territorio donde tendrán 
lugar estas manifestaciones. 
Por lo pronto, lo asombroso es que ninguno de los gobiernos, federal o estatales, parecen muy intranquilos al respeto. No para reprimir, que es el escenario indeseable, sino para intentar desactivar los estallidos que vienen. 

Tenemos un gobierno débil, de salida y aparentemente fatigado. Incapaz e inhabilitado para sentar a los opuestos en la mesa e intentar alcanzar acuerdos entre ellos. Tampoco se ve a nadie con la fuerza moral suficiente para contener enconos y privilegiar el diálogo. 

Por lo pronto, Jesús Zambrano del PRD asegura que no están detrás de estas movilizaciones. Ahora, la expectativa es qué va a anunciar Andrés Manuel López Obrador cuando hoy explique su Plan Nacional para la Defensa de la Democracia, en que consistirá exactamente y si se vinculará o no a las acciones anunciadas por la 
Convención de Atenco. 

Por el lado del PRI alienta ver que, en los tres primeros cargos de su equipo más cercano, Enrique Peña Nieto haya designado a un Coordinador de Diálogo y Acuerdo Político para el que nombró a Miguel Ángel Osorio Chong, uno de sus operadores más confiables. 

Y es mejor saber que, en entrevista, le dice a nuestro Director Roberto Rock que “ha iniciado la construcción de puentes de diálogo con todos los actores del país, incluyendo el #Yo soy 132, en busca de consolidar los acuerdos que la nación requiere”.

Y yo creo que está muy bien, pero que no es suficiente. Son demasiadas las heridas y los agravios. Así que todos deberíamos estar haciendo algo por evitar la crónica de una confrontación anunciada.


Fuente: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/mexico-tenemos-un-problema

García Soto - HSBC: ¿ineptitud o complicidad?


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Una vez más las autoridades e instituciones mexicanas son exhibidas en Estados Unidos, donde se investigan actos de corrupción cometidos en México. Y mientras allá esas indagatorias sacuden a las estructuras políticas y económicas  y hasta provocan renuncias y comparecencias de funcionarios y empresarios de alto nivel, aquí, en el lugar donde ocurrieron esos hechos ilegales y escandalosos, simplemente no pasa nada.

La investigación del  Senado de Estados Unidos sobre el lavado de dinero en HBMX, la filial mexicana del banco HSBC, no sólo mostró  las debilidades y la laxitud del sistema financiero mexicano, por donde esa institución -la cuarta más importante en el sistema bancario nacional- logró lavar millones de dólares triangulados entre cuentas abiertas aquí y en las islas Caimán.

Entre 2002 y 2007 el banco HSBC permitió operaciones financieras sospechosas de clientes que incluso fueron sujetos a investigaciones judiciales aquí y en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico, entre ellos el empresario chino Zenli Ye Gon y la Casa de Cambio Puebla, ambos mencionados ayer en el subcomité del Senado estadunidense.

¿Qué hacía mientras el gobierno mexicano? Al parecer no mucho. Según el director de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, desde el año 2002 ese organismo detectó la falta de controles adecuados de HSBC para la apertura de cuentas con dinero sospechoso, y aunque dice el funcionario mexicano que les hicieron apercibimientos que incluso llegaron hasta su matriz en Hong Kong, la verdad es que no hubo autoridad en México que procediera con energía para evitar el lavado de dinero que en ahí se realizaba y que ya en 2007 era objeto de congelamiento de cuentas para algunos clientes del banco en Estados Unidos.

¿Cómo se le pudo permitir al banco que siguiera operando como si nada después de que se habían detectado sus contratos con personajes investigados y acusados por la PGR?  ¿Qué hizo al respecto la Ssecretaría de Hacienda, el Banco de México, la misma CNBV más allá de mandar avisos que no tomaban en cuenta los directivos del banco extranjero? Se hicieron de la vista gorda.

Hasta que, para variar, desde Washington destaparon la cloaca y sacaron a relucir, una vez más, las debilidades de nuestras instituciones y la incapacidad e ineptitud de nuestras autoridades para aplicar la ley.

El caso HSBC, que ya provocó ayer la renuncia del jefe del Departamento de Control de HSBC, David Bagley, además de la comparecencia ante el Senado de Paul Thurston, ex directivo del HSBC México, se parece mucho a otros escándalos de corrupción recientes que, investigados y sancionados en Estados Unidos, acá pasan de noche y ni siquiera se investigan a pesar de que los actos ilegales se cometieron en territorio mexicano. Desde el vergonzoso operativo “Rápido y Furioso” que puso en el banquillo al procurador estadunidense Erick Holder, acusado de desacato por el Congreso de su país por haber permitido el envío de armas ilegales a México, hasta el más reciente caso Wal-Mart, en el que esa cadena fue exhibida por ampliar su red de tiendas en nuestro país a través de sobornos a alcaldes y funcionarios mexicanos.

“Podría investigarse el caso HSBC”, dijo ayer el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré. Como en su momento dijeron que “podría investigarse” la entrada masiva de armas ilegales por las fronteras y la corrupción de Wal-Mart. “Podría” pero en este país de autoridades cínicas casi nunca se puede.

NOTAS INDISCRETAS… Las pruebas que hoy presentará Andrés Manuel López Obrador se refieren al origen del financiamiento de la campaña de Enrique Peña Nieto y sugieren que, para explicar la abundancia de recursos en el proselitismo priista, se debe aplicar la máxima de la inteligencia financiera para detectar dinero sucio: “follow the money”. Veremos si AMLO tiene documentos para sostener tan provocadora sugerencia o si sólo son dichos y sospechas… Se baten los dados. Tocó Serpiente

Riva Palacio - El verano del EPR


La protesta social está en marcha. Son miles de personas las que se han articulado para expresar su inconformidad contra lo establecido. El pretexto central es la oposición a la candidatura de Enrique Peña Nieto y a su victoria electoral. Bajo el lema de “si hay imposición habrá insurrección”, son irrelevantes los más de 19 millones de votos a su favor, porque su lógica responde a otros reactivos. Hay insatisfechos, decepcionados, inconformes, y quienes tienen agenda particular. Hay grupos estudiantiles, y grupos de interés o radicales.

Empezó como una protesta en la Universidad Iberoamericana que dio a luz al movimiento #YoSoy132, que se transformó en una masa de agitación sin cabeza, a la que se le han venido sumando organizaciones sociales y políticas, que actúan dentro de los cauces legales y en los terrenos de la clandestinidad. El propio movimiento universitario se ha disgregado, entre aquellos que lo iniciaron en las universidades privadas, y las públicas, donde también hay diferencias, entre la Universidad Autónoma Metropolitana que aglutina a la mayoría de las instituciones públicas, y las facultades de Ciencias y Economía de la UNAM, donde se encuentran los más radicales de todos.

En este último grupo hay profesionales de la protesta que tienen los vasos comunicantes con las organizaciones más beligerantes de las 200 que este fin de semana firmaron un plan de movilizaciones que comienza el 22 de julio con una marcha, y termina su primera fase el 1 de diciembre, con el intento a impedir la toma de posesión de Peña Nieto. Es un plan para estrangular a la Ciudad de México y tomar como rehenes a las instituciones. Es, asimismo, una llamada a la desestabilización, antesala de la ingobernabilidad.

La protesta no puede soslayarse ni jugar al cálculo fácil. Agrupados por la “Convención Nacional contra la Imposición” celebrada en San Salvador Atenco, intentar la disrupción de la institucionalidad. En esa comunidad, donde hace seis años el gobierno federal y el mexiquense, que encabezaba Peña Nieto, reprimieron un movimiento social que empezó con una protesta contra la construcción de un nuevo aeropuerto, está el último ejemplo de ingobernabilidad, cuando el EZLN buscó la creación de un municipio autónomo a 32 kilómetros de la capital federal, escudado en la protesta comunera.
Atenco ya no es el eje de la política insurreccional, pero es su mejor ícono. Entre quienes protestan hay grupos interesados en otro objetivo. El ejemplo que más llama la atención es el Ejército Popular Revolucionario, la guerrilla que desde hace una década ha buscado su condición ideal para la insurrección popular. Como en 1994 cuando se levantó el EZLN en Chiapas y en 2005, cuando el conflicto magisterial en Oaxaca, pareciera que en 2012 vuelve a pensar que las condiciones de la revolución tocan la puerta.

En un comunicado que difundió el 21 de junio pasado, el EPR afirma: “Somos un partido en la clandestinidad desde hace 48 años, fuimos y somos jóvenes que estamos en la lucha de masas y aportamos lo que podemos, por eso como viejos (jóvenes de corazón) y jóvenes biológicamente, creemos que la actitud de los jóvenes del #YoSoy132 es loable... Estos jóvenes como otros más están aportando ideas y definiciones que deben ser tomadas en cuenta; sin embargo, ante el clamor que se ha escuchado en toda la república sobre que “SI HAY IMPOSICIÓN HABRÁ REVOLUCIÓN”, esa consigna la valoramos y aunque puede ser emocional o consciente, les tomamos la palabra”.

Es casi verdad de Perogrullo que la mayoría de quienes se rebelan contra Peña Nieto lo hagan a partir de su conciencia y creencia. Es legítimo y tienen la libertad de expresión para explayarse. Pero hay un grupo, reducido, que piensa de otra forma. “No dudamos que ante un fraude y por consiguiente una imposición, habrá grupos que quieran hacer una revolución”, dice el EPR. “Hay que analizar la historia de todos los pueblos que han luchado por su liberación; nutrirse con la teoría y la ideología marxista leninista, la cual es un guía para la acción y proponerse un lineamiento político, una estrategia, la táctica y sus tareas”.

La convención en Atenco se desarrolló en esas líneas de acción. Los términos de esa lucha política que quiere llevar el EPR a la armada, están planteadas. La decisión de qué camino seguir, está en los convencionistas, pero la responsabilidad de cómo enfrentar las demandas legítimas y neutralizar a quienes no quieren la solución de conflictos por la vía violenta, está en los políticos, todos, que son los que pagarán si la falta de imaginación, creatividad y talento, les impide ver lo que sucede en las calles para mantener la protesta social en el cauce legal e institucional. Hoy, hay que subrayar, aún estamos a tiempo.

Nota: Manuel Camacho, virtual senador por la coalición de izquierda, dijo que no ha tenido ninguna reunión con el candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, como se publicó en esta columna el lunes pasado.

Aguayo - Los aficionados

Las 638 cuartillas del juicio de inconformidad presentado por el Movimiento Progresista reflejan una elección manchada y unos partidos de izquierda que reinciden en la improvisación.

Hace años un abogado litigante, Rodolfo Gómez Alcalá, sintetizó en una frase los principales ingredientes de un juicio: "una cosa es tener la razón, otra saberla alegar jurídicamente y otra que los jueces te quieran dar la razón". Para alzarse con una victoria legal hace falta voluntad, suerte, conocimientos jurídicos e información sólida como el acero.

El Movimiento Progresista presentó hace días ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación un recurso pidiendo la anulación de los comicios presidenciales. El escrito está bien razonado jurídicamente y los documentos de respaldo son el espejo de una elección viciada. Desconozco si satisfacen las exigencias de los siete jueces que tomarán la decisión; estoy convencido de que la impugnación pudo haber tenido información mucho más sólida si se hubieran preparado mejor.

Nuestra izquierda partidista actúa como si hubiera hecho votos de improvisación y desorganización. Sustento el juicio con la parcialidad de las televisoras a favor de Enrique Peña Nieto. El 23 de octubre de 2005 Jenaro Villamil informó en Proceso sobre el acuerdo mercantil entre la televisora y el entonces gobernador del Estado de México. En los siete años que han pasado desde entonces las izquierdas nunca crearon la unidad que fuera documentando, con validez jurídica, la parcialidad de las televisoras que iban denunciando en discursos y proclamas.

En la impugnación presentada el jueves pasado, el Movimiento Progresista demuestra la irregularidad de esos siete años con una investigación que ordenara el equipo de AMLO a una empresa con sede en Pune, India. La SG Research Analytics revisó entre 2005 y 2011 el trato dado a Peña Nieto por los canales 2 y 5 de Televisa pero sólo comparó entre abril de 2008 y junio de 2009 la cobertura concedida a López Obrador y a Enrique Peña Nieto. Luego comentaré este curioso estudio que es el único aporte propio del Movimiento Progresista al tema de la parcialidad de las televisoras.

Las otras 23 evidencias presentadas ante el Tribunal son muy heterogéneas. Trae cinco reportajes de Reforma, tres de The Guardian, uno de Proceso y una entrevista realizada por Carmen Aristegui para MVS Radio. También incluyen cables de WikiLeaks publicados por La Jornada en los cuales la representación diplomática estadounidense reconoce la parcialidad de la televisora que el Movimiento Progresista pudo haber demostrado de otras maneras.

La izquierda no investiga ni en defensa propia. El 12 de julio Andrés Manuel López Obrador pronunció un discurso sobre la evolución de la campaña. Recordó que el jueves 31 de mayo, el periódico Reforma difundió una encuesta que lo separaba cuatro puntos de Peña Nieto. El tabasqueño está convencido de que fue en ese momento que "iniciaron la guerra sucia" contra él. La hipótesis de un junio negro es plausible (y predecible) pero ningún partido de izquierda la demostró. De hecho, la única investigación de peso presentada por el Movimiento Progresista fue el gasto hecho por el gobierno priista de Zacatecas.

El coordinador de la campaña de López Obrador, Ricardo Monreal, reconoció el 12 de julio que "las pruebas [utilizadas en la impugnación], en su gran mayoría, son de ciudadanos que nos las han aportado". El trabajo voluntario de ciudadanos pudo haber rendido muchos más frutos si hubieran utilizado una misma metodología. Esa heterogeneidad se observa en los videos de ciudadanos que presenta el Movimiento ante el Tribunal para demostrar la compra de votos. Lo ideal hubiera sido establecer patrones nacionales, por ejemplo, en los 600 establecimientos que Soriana tiene en todo el país.

Considero correcto criticar al Movimiento Progresista en estos momentos porque la izquierda moderna nace del fraude de 1988 y me resulta incomprensible que 24 años después sigan siendo incapaces de organizarse para combatir y documentar irregularidades bastante predecibles. El 8 de febrero López Obrador solicitó al Consejo General del IFE diversas medidas para contribuir a la equidad. Recomendó al IFE nombrar una "comisión temporal" para mejorar la equidad de los "espacios noticiosos" cuando ellos hubieran podido hacer los estudios que se requerían. México tiene capacidad de investigación instalada y este año los partidos de izquierda recibieron más de mil 366 millones de pesos de dinero federal y unos 300 millones (estimación provisional y gruesa) de las entidades.

Este 2012 el Tribunal debe dar certidumbre democrática a la elección (lo que hizo en el 2006 fue vergonzoso). Como votante de izquierda también espero que los partidos de esa corriente sustenten recursos jurídicos con evidencia sólida. Ya basta de improvisaciones y novatadas; es tiempo de que dejen de actuar como aficionados.



Comentarios: www.sergioaguayo.org; Twitter: @sergioaguayo; Facebook: SergioAguayoQuezada
Colaboraron Maura Roldán Álvarez y Rodrigo Peña González.

François-Xavier Goby, Edouard Jouret & Matthieu Landour - En tus brazos

En tus brazos
2005
País: Francia
Director: Francois-Xavier Goby, Edouard Jouret, y Matthieu Landour.
duración  5:21 minutos

El corto nos presenta la historia de una pareja de bailarines de tango en los locos años 20, cuando conocieron el éxito y la fama internacional. Aclamados en las más importantes metrópolis, desplegaron su virtuosismo tanguero por todo el mundo cosechando premios, gloria y la atención de toda la crítica y opinión pública.

Lamentablemente, un desafortunado accidente segó la carrera del protagonista, postrándolo en una silla de ruedas. Es entonces nos lleva a la triste situación en la que ahora se encuentra a sí mismo el bailarín, deprimido por su parálisis y nostálgico de aquellos tiempos, en una oscura habitación. El amor que descubrió con su compañera de baile y al que dieron forma y vuelo a través de su danza tampoco lo puede experimentar. Pero el amor puede más. Su antigua pareja se acerca a él con ternura, lo levanta en peso y con un ligero gesto de su pie mueve el de él, suscitando así todo un mundo de recuerdos, emociones y vivencias que le llevan a lo mejor de ellos, que se da cuenta que no es sus piernas, fama o luces sino, como en el mejor de los tangos, el amor.

El amor es la fuerza más poderosa de todo el mundo. La música de la primera parte es el tango “En tus brazos”, compuesto por Óscar Zárate (música) y Elizardo Martínez Vilas (letra) e interpretado por Alfredo de Angeils y Oscar Larroca (cantante).

Su letra dice así:

"Yo me cegué en tus ojazos y fui a caer en tus brazos. 
Y entre tus brazos yo fui feliz, porque te amé con delirio. 
Yo fui a caer en tus brazos y así llegué hasta el martirio. 
Te juro que enloquecí, cuando por dentro me vi, 
y comprendí lo que hacía. Quiero mirar hacia Dios, 
aunque me muerda el dolor, aunque me cueste morir" 

La segunda música es “El Huracán”, compuesto por Osvaldo Donato e interpretado por Edgardo Donato.




 

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