miércoles, 18 de julio de 2012

García Soto - HSBC: ¿ineptitud o complicidad?


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Una vez más las autoridades e instituciones mexicanas son exhibidas en Estados Unidos, donde se investigan actos de corrupción cometidos en México. Y mientras allá esas indagatorias sacuden a las estructuras políticas y económicas  y hasta provocan renuncias y comparecencias de funcionarios y empresarios de alto nivel, aquí, en el lugar donde ocurrieron esos hechos ilegales y escandalosos, simplemente no pasa nada.

La investigación del  Senado de Estados Unidos sobre el lavado de dinero en HBMX, la filial mexicana del banco HSBC, no sólo mostró  las debilidades y la laxitud del sistema financiero mexicano, por donde esa institución -la cuarta más importante en el sistema bancario nacional- logró lavar millones de dólares triangulados entre cuentas abiertas aquí y en las islas Caimán.

Entre 2002 y 2007 el banco HSBC permitió operaciones financieras sospechosas de clientes que incluso fueron sujetos a investigaciones judiciales aquí y en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico, entre ellos el empresario chino Zenli Ye Gon y la Casa de Cambio Puebla, ambos mencionados ayer en el subcomité del Senado estadunidense.

¿Qué hacía mientras el gobierno mexicano? Al parecer no mucho. Según el director de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, desde el año 2002 ese organismo detectó la falta de controles adecuados de HSBC para la apertura de cuentas con dinero sospechoso, y aunque dice el funcionario mexicano que les hicieron apercibimientos que incluso llegaron hasta su matriz en Hong Kong, la verdad es que no hubo autoridad en México que procediera con energía para evitar el lavado de dinero que en ahí se realizaba y que ya en 2007 era objeto de congelamiento de cuentas para algunos clientes del banco en Estados Unidos.

¿Cómo se le pudo permitir al banco que siguiera operando como si nada después de que se habían detectado sus contratos con personajes investigados y acusados por la PGR?  ¿Qué hizo al respecto la Ssecretaría de Hacienda, el Banco de México, la misma CNBV más allá de mandar avisos que no tomaban en cuenta los directivos del banco extranjero? Se hicieron de la vista gorda.

Hasta que, para variar, desde Washington destaparon la cloaca y sacaron a relucir, una vez más, las debilidades de nuestras instituciones y la incapacidad e ineptitud de nuestras autoridades para aplicar la ley.

El caso HSBC, que ya provocó ayer la renuncia del jefe del Departamento de Control de HSBC, David Bagley, además de la comparecencia ante el Senado de Paul Thurston, ex directivo del HSBC México, se parece mucho a otros escándalos de corrupción recientes que, investigados y sancionados en Estados Unidos, acá pasan de noche y ni siquiera se investigan a pesar de que los actos ilegales se cometieron en territorio mexicano. Desde el vergonzoso operativo “Rápido y Furioso” que puso en el banquillo al procurador estadunidense Erick Holder, acusado de desacato por el Congreso de su país por haber permitido el envío de armas ilegales a México, hasta el más reciente caso Wal-Mart, en el que esa cadena fue exhibida por ampliar su red de tiendas en nuestro país a través de sobornos a alcaldes y funcionarios mexicanos.

“Podría investigarse el caso HSBC”, dijo ayer el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré. Como en su momento dijeron que “podría investigarse” la entrada masiva de armas ilegales por las fronteras y la corrupción de Wal-Mart. “Podría” pero en este país de autoridades cínicas casi nunca se puede.

NOTAS INDISCRETAS… Las pruebas que hoy presentará Andrés Manuel López Obrador se refieren al origen del financiamiento de la campaña de Enrique Peña Nieto y sugieren que, para explicar la abundancia de recursos en el proselitismo priista, se debe aplicar la máxima de la inteligencia financiera para detectar dinero sucio: “follow the money”. Veremos si AMLO tiene documentos para sostener tan provocadora sugerencia o si sólo son dichos y sospechas… Se baten los dados. Tocó Serpiente

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