Así que la lógica de “urgencia de cambios” y “sacudidas” en su gobierno, que ven opinadores, intelectuales, empresarios o dirigentes políticos, no es la que está viendo el presidente y los ajustes se harán sólo en áreas en donde él percibe ineficiencia o desgaste.
El tono firme con que inició su mensaje
comenzó a tornarse en regaño cuando Peña se quejó de que no todos los
secretarios ni las dependencias estaban haciendo su trabajo cabalmente.
“Pónganse a trabajar, que cada quien atienda los asuntos que le
competen”, dijo el mandatario según versiones de funcionarios que
estuvieron en esa reunión. El presidente se quejó de que había problemas
e inconformidades que correspondían a una secretaría o área específica
que, al no ser atenidos por el área correspondiente, hacía que todos los
reclamos fueran a parar a áreas como la Secretaría de Gobernación, lo
cual indicaba que había quienes no estaban haciendo su trabajo.