domingo, 22 de julio de 2012

jorge Zepeda Patterson - La crisis que viene


Jorge Zepeda Patterson
La peor amenaza para la estabilidad del futuro gobierno de Peña Nieto no serán las huestes lopezobradoristas, sino el cambio climático. Estados Unidos sufre la sequía más severa de los últimos 55 años, lo cual ha provocado un desplome en la producción anual de maíz y soya y, por consiguiente, un incremento histórico de los precios de estos granos. Lo peor todavía no ha llegado, pues en las zonas productoras se estima que la sequía se extenderá hasta el fin de julio.
En las últimas semanas el precio del maíz norteamericano ha crecido más de 30%, afirma la revista The Economist y la soya va en la misma dirección. El miércoles pasado los precios del maíz y de la soya llegaron a su máximo histórico (325 dólares la tonelada y 633 dólares, respectivamente). Más altos que en la crisis alimentaria de 2008-2009.
Estas son pésimas noticias para México. La sequía misma ha impactado a buena parte del territorio nacional, con lo cual la aguda dependencia que padecemos del maíz norteamericano habrá de agudizarse. La cosecha nacional será la más baja en las últimas dos décadas. Las importaciones habrán de crecer e incluso se corre el riesgo de desabasto, por la competencia creciente de China por el maíz estadounidense y el uso del cereal para la producción de etanol.
Las presiones sociales que esto pueda generar son de pronóstico reservado. La pobreza ha venido creciendo en los últimos años. El Coneval informó hace doce meses que la pobreza había aumentado de 2008 a 2010 al pasar de 48.8 millones de mexicanos a 52 millones (46.2% de la población). Una cuarta parte de éstos se encontraría  en pobreza extrema, es decir que carecen de ingresos suficientes para adquirir la canasta básica de alimentos.
Las cosas habrían empeorado desde ese reporte de Coneval. En lo que va del sexenio la pobreza extrema ha aumentado en 31.4 por ciento (hasta el primer trimestre de 2012.). Mientras que la inflación durante el gobierno de Calderón ha sido de 29.3% acumulada, la de la canasta básica es 36.8%, informó ayer el diario Reforma. En otras palabras, los pobres más que los ricos han perdido capacidad adquisitiva. El precio de la tortilla ha aumentado 61.1 por ciento, dos veces más que el resto de los bienes y servicios, y muy por encima de la evolución de los ingresos de la población más pobre.
En los últimos 12 años el salario mínimo ha perdido 24.4% de su poder adquisitivo, revela un informa de la Facultad de Economía de la UNAM. Y señala que el salario mínimo actual sólo alcanza para adquirir tres cuartas partes de la Canasta Alimenticia Mínima Indispensable ( CAMI ), integrada por azúcar, frijol, arroz, café, leche y aceite.
Todos estos indicadores, de por si alarmantes, habrán de empeorar. La mayor parte del maíz y la soya que importamos se usa para la alimentación del ganado, lo cual significa que no sólo subirá el precio de las tortillas.
Imposible anticipar el impacto político y social de esta presión adicional sobre la economía de los sectores populares. Con el agravante adicional de que ha disminuido la válvula de escape que representa la migración de mexicanos a Estados Unidos, por el endurecimiento de las condiciones para los trabajadores ilegales.
Peña Nieto enfrentará el efecto acumulado del deterioro de las condiciones de vida de los mexicanos, particularmente de los sectores más desprotegidos. Este deterioro constituye un caldo de cultivo natural para la expansión de la economía informal (incontenible), pero también para la delincuencia, el resentimiento y eventualmente la protesta o la movilización.
Tales tensiones pondrán a prueba la capacidad de respuesta del Estado en los años de arranque del sexenio. Un reto que requiere medidas coyunturales y de emergencia, por un lado, y de mejoramiento estructural para atacar el problema de largo plazo, por el otro.
Muchos nos preguntamos que tipo de PRI es el que regresa al poder. El que se caracteriza por su habilidad política, pero ahora modernizado, o el PRI autoritario de las mismas mañas del pasado. Me parece que temas como la agudización de la pobreza y las movilizaciones a las que pueda dar lugar despejarán muy pronto estas dudas. Esperemos que exista  habilidad, tolerancia y política públicas adecuadas frente a la exasperación de la gente. Esperemos que la respuesta de Peña Nieto a la inconformidad en Atenco en 2006 no sea un indicador de la reacción del futuro gobierno frente a lo que se nos viene. Lo sabremos más temprano que tarde.
@jorgezepedap
www.jorge.zepeda.net

Jaime Sánchez Susarrey - Circo de tres pistas

Jaime Sánchez Susarrey
El Informe Circunstanciado que el IFE adjuntó a las impugnaciones del Movimiento Progresista es devastador. Si esa primera evaluación es correcta, y no hay razones para suponer que no lo sea, el fallo del Tribunal Federal Electoral sobre las impugnaciones de la coalición de izquierda será muy probablemente adverso.

El contenido del informe es el siguiente:

No se aportan elementos de prueba para acreditar que se presentó la compra y coacción de votos.

Los partidos siempre tuvieron acceso a los medios de impugnación.

Se garantizó la emisión del voto de forma libre y secreta.

No se cuenta con los elementos para determinar si hubo rebase de topes de gastos de campaña.

Las encuestas no son propaganda electoral.

No existe certeza que las tarjetas Soriana y Monex fueron recibidas por los medios que refieren. Su simple existencia no revela que su entrega haya sido condicionada.

Las pruebas presentadas por el Movimiento Progresista carecen de valor probatorio.

El IFE ha atendido todas las quejas, por lo que no hay omisión o inacción de la autoridad.

Lo anterior significa, en resumen, que la integración de las quejas y las pruebas es completamente insuficiente y no resisten un examen jurídico. A lo que se añaden dos consideraciones fundamentales: la compra y coacción del voto no es causal de nulidad de una elección presidencial, como tampoco lo es que algún partido hubiese rebasado los topes de campaña.

En el segundo caso lo que procede, porque así lo marca la ley, es una multa proporcional al monto con que el partido hubiese rebasado el tope de campaña. Por eso en 2003 se multó al PRI con mil millones de pesos y al PAN con poco más de 300 millones de pesos por haber rebasado los límites en la elección presidencial de 2000.

Esto significa que la demanda de anulación de la elección presidencial no tiene ninguna posibilidad de prosperar. Aun cuando se demostrara, si efectivamente se aportaran las pruebas, que el PRI rebasó los topes de campaña, lo que procedería legalmente sería una multa. Nada más.

Por otra parte, el Movimiento Progresista ha solicitado la invalidez de la elección que no es idéntica a la anulación de la elección. Para hacerlo tomó como precedente el fallo del Tribunal Federal Electoral en la elección de Morelia en 2011, donde se invocó inequidad en la contienda para invalidar la elección. El motivo fue el logo del PRI en el calzoncillo del boxeador Márquez en una pelea en Las Vegas, que fue transmitida por TV Azteca.

Pero en el caso del fallo de Morelia hay dos hechos que vale recordar. De entrada, la diferencia de votos a favor del partido ganador era de menos de 1%. Y además, el mismo Trife decidió, sobre la base del mismo expediente, no invalidar la elección para gobernador en Michoacán.

Es por eso que la demanda de invalidez de la elección presidencial con un resultado de 6.66% afavor de Peña Nieto, que se traduce en más 3 millones de votos, no tiene posibilidades de prosperar.

Todo lo anterior lo sabe y lo entiende el Presidente de la República. Por eso Felipe Calderón recibió a Peña Nieto en Los Pinos. El revuelo que causó la entrevista entre los líderes del PRD es entendible, pero no atendible.

La propia secretaria del PAN, Cecilia Romero, lo explicó con toda claridad: “De hecho, el conteo rápido, el PREP y los cómputos distritales fueron prácticamente iguales. De hecho, Enrique Peña Nieto tiene un reconocimiento como candidato ganador y cualquiera de las impugnaciones presentadas no llevará, de acuerdo con la legalidad que nos rige actualmente, a una anulación”.

Quienes también lo saben y lo entienden son AMLO y sus más cercanos. Por eso el miércoles pasado por la tarde le dieron un giro a la denuncia. La cuestión ya no está en la compra de votos ni en el exceso de gasto, sino en la procedencia –supuestamente- ilícita de esos recursos. Se planteó, incluso, la posibilidad de que provinieran del crimen organizado.

En esa conferencia, López Obrador adelantó cuál será su respuesta en caso que su demanda de anular o invalidar la elección no sea satisfecha por el Trife. Después de haber acusado a Enrique Peña Nieto de haberse beneficiado en su campaña política con recursos de procedencia ilícita, advirtió que si hay impunidad, “vamos a proceder contra las autoridades responsables”.

En otras palabras, López Obrador no está demandando que se abra una investigación y se determine si efectivamente se violó la ley o no. Lo que su Señoría está exigiendo es que su sentencia se ejecute. Él ya determinó que el PRI y Peña Nieto violaron la ley y deben ser sancionados con la pena máxima: la anulación o invalidez de la elección. Un fallo diferente equivaldrá a colusión e impunidad.

Así que quienes albergaban alguna duda acerca de si AMLO aceptaría la resolución del TRIFE ya tienen la respuesta. No, no lo hará y, por lo tanto, tampoco reconocerá la legalidad de la elección presidencial.

De ahí las contradicciones y oportunismo de AMLO y el Movimiento Progresista. La solicitud de la invalidez de la elección presidencial no se extiende a las elecciones de senadores y diputados. No importa que hayan sido los mismos ciudadanos, las mismas urnas y los mismos votos. Por eso el primero de septiembre los legisladores del PRD, PT y Movimiento Ciudadano se sentarán en su curul y recibirán puntualmente su dieta.

En este circo de tres pistas, hay un solo personaje que desconcierta: el presidente de Acción Nacional, Gustavo Madero, que se sumó a Jesús Zambrano para exigir que la PGR investigue el presunto lavado de dinero. ¿Para qué y por qué? Es materia de otro artículo.

Leído en: http://www.periodico.am/leon/columna-circodetrespistas-12051.html

René Delgado - Calendario deshojado

René Delgado
Sólo en México las hojas del calendario se traspapelan y hacen ruido al caer así como las citas establecidas en la agenda se borran y se olvidan. A ese marasmo hemos llegado.

Cuestión de ver el desfasamiento del calendario postelectoral en materia jurídica, política y social que, de pronto, obliga a preguntar: ¿habrá 1o. de septiembre y 1o. de diciembre este año?

La agenda y el calendario del Tribunal Electoral de cara a la declaración de validez de la elección presidencial son un crucigrama difícil de resolver y encierran una paradoja singular.

Los magistrados deben declarar válida o no esa elección el 6 de septiembre de este año, pero el informe final del gasto de los partidos durante la campaña -eje de la inconformidad con el resultado- estará listo el remoto miércoles 30 de enero de 2013. ¿Cómo se va a emitir esa declaratoria si, en su fecha límite, se carecerá de aquel informe?

Hay quienes dicen esa es una minucia sin importancia, porque el rebase en el tope de gasto no constituye motivo de invalidez de la elección. Hay un pero, sin embargo. La denuncia del lopezobradorismo, hecha por quienes mascan rieles sin perder el esmalte de los dientes, finca la inconformidad en la falta de equidad en el concurso electoral establecida en la Constitución y no en el Código Electoral. Y, entonces, si se demuestra que el partido tricolor no sólo rebasó el monto autorizado a gastar, sino que ese extra derivó del lavado de dinero el asunto pasaría al terreno penal y no sólo electoral.

Ante esa posibilidad, los defensores de aceptar las cosas traen un as en la manga: será menester probar que el uso de dinero lavado fue determinante en el resultado electoral pero, para ese entonces, el tema en boga será la baraja de los precandidatos al 2018.

¿Qué valiente le pone fecha a la resolución de la resolución de la resolución sin efecto?

La agenda y el calendario político son otro galimatías. Ahí la sazón del caldo de la incertidumbre, cada actor, la pone a su entero gusto.

En ese campo destaca la mancuerna desintegrada por Felipe Calderón y Gustavo Madero. Parecen víctimas de un ataque de esquizofrenia y, por la evidencia, el peñismo encontró abrigo en Calderón pero no en Madero, aunque tanto el uno como el otro dudan, sudan y se contradicen.

¿Por qué decir eso? Bueno porque Felipe Calderón reconoce el triunfo de Enrique Peña pero, luego, le resulta imperdonable la compra de votos y pide castigar a quien lo hubiera hecho y, a la semana siguiente, le da la bienvenida a Enrique Peña en la residencia de Los Pinos, le garantiza que -de validarse su triunfo- la transición será miel sobre hojuelas. Algunos dirán que la contradicción es connatural al administrador de la República; otros señalarán que, de seguro -igual que Fox-, ya pactó con el hombre de Atlacomulco.

Lo curioso es que a quien Felipe Calderón trata por adelantado como su seguro sucesor es el mismo a quien Gustavo Madero acusa de ser beneficiario del presunto uso de dinero lavado.

Justo es señalar que Madero, como Calderón, gusta de la práctica de la contradicción como ejercicio. Así como dice que no irán a la toma de posesión de quien acusa en la Procuraduría también dice que ahí estarán y, más tarde, que ya lo discutirán más adelante.

Esa esquizofrenia compartida lleva a una doble conclusión: el peñismo y el antipeñismo en Acción Nacional revelan el pleito por los restos del naufragio; hoy, el dinámico y contradictorio activismo del panismo ante Peña es el nulo apoyo de ayer a Josefina Vázquez Mota. ¿Cómo confiar en la postura de ese dúo si en su calendario es imposible fijar su agenda?

El calendario y la agenda del lopezobradorismo tampoco son previsibles. Un día se pide recontar los votos, otro determinar si estos fueron gratis, libres o comprados, uno más si fueron limpios o lavados y, al siguiente, se fija la estrategia de la defensa del voto... después de haber sido emitido.

En ese ir y venir, López Obrador rebota entre las presiones de quienes lo instan a no separarse un milímetro de la legalidad y quienes le reclaman recorrer kilómetros de calle para protestar contra el peñismo. Eso sin mencionar a quienes lo presionan a resignarse ante el resultado, como quiera que haya sido, y quienes le exigen no dar ni un paso atrás sino muchos adelante porque ya estuvo suave de digerir, a manera de legalidad pasteurizada, un atole de chapuzas.

Situación complicada ante la cual López Obrador practica su oficio de alambrista.

Lo mismo ocurre con la agenda y el calendario del candidato y el partido tricolor.

Los estrategas defienden el presunto triunfo electoral como Plutarco Elías Calles les da a entender pero, cada día, aflora una nueva sospecha y Enrique Peña Nieto manda muy débiles señales de entender cuanto está ocurriendo. Dice Peña que quiere gobernar no desde la unanimidad sino desde la pluralidad, que quiere acordar y no imponer y, al efecto, propone tres reformas para borrar los pecados que manchan a su partido y su campaña: menos corrupción, más transparencia y clara relación con medios. ¿Basta la promesa de no encender más fósforos cuando la flama alcanza la caja de cerillos?

Más allá de la defensa jurídica y la ofensiva legislativa, no se ven las acciones políticas para tratar de distender la situación. ¿Quién es, en serio, el interlocutor del peñismo con los partidos políticos y los movimientos sociales para intentar establecer puentes? ¿Cree el peñismo que basta con que Calderón y los magistrados avalen a su candidato triunfador para acabar con el malestar social?

La lentitud del calendario jurídico-electoral y el confuso calendario político-electoral contrastan con el acelerado calendario del activismo social que, por lo pronto, mañana arranca sus protestas contra lo que ya considera una nueva imposición y anuncia acciones que, sin un correlato político serio por parte de los actores institucionales, amenaza con la confrontación no exenta del choque violento.

Cuando la política no contiene los desbordamientos y encauza el malestar social, el recurso restante es la fuerza. ¿Está Calderón en condición de sacar a la calle a la Policía Federal o las Fuerzas Armadas para someter a la protesta? ¿Le interesa a Peña que, a su complicada situación, se agregue como ingrediente el uso del tolete y del gas lacrimógeno? ¿Puede deslindarse López Obrador de ese malestar por que su sendero es de la legalidad?

¿No convendría mirar el calendario y la agenda para tener conciencia de estos días? 

sobreaviso@latinmail.com

Leído en: http://noticias.terra.com.mx/mexico/politica/rene-delgado-calendario-deshojado,9d05a58bdb9a8310VgnVCM3000009acceb0aRCRD.html

Juan Villoro - Los sabores de la mente

Juan Villoro
¿Cuál es el condimento favorito de Ferran Adrià? El que no existe. Lo supe al visitar su estudio en el barrio gótico de Barcelona en compañía de Iosu de la Torre y Pau Arenós, colegas de El Periódico de Catalunya.
De 1987 a 2011, Adrià creó 1846 recetas. Su último fondue fue servido el 30 de julio de 2011. El Bulli había sido durante cuatro años consecutivos el mejor restaurante del mundo, según el criterio de fuego de The Restaurant Magazine.
Cada temporada, dos millones de personas trataban de hacer reservaciones y 8 mil obtenían sitio. Convertido en el chef más mediático de la historia, Adrià participó en Documenta (foro conceptual perfecto para quien bautizó un postre de fantasía como “agua helada”), impartió cátedra en Harvard y logró una hazaña en la cultura de masas: aparecer en Los Simpson.
La cocina se transformó con las esferificaciones y las deconstrucciones del maestro de Cala Montjoi. Un queso fue presentado en forma de globo, el aceite en forma de caviar y la tortilla de patatas en forma de sorbete. Esta revuelta ante lo establecido sólo podía tener un límite: el éxito.
Resulta contradictorio que la vanguardia sea aceptada.
El empresario Adrià es ante todo un buscador de novedades. En el momento en que podía convertir su restaurante en una lucrativa franquicia decidió cerrarlo. En 2014 El Bulli regresará como Bullifoundation, zona franca de la exploración gastronómica.
Adrià vive en estado de especulación. Lo encontramos ante una comitiva de diseñadores de soportes digitales de la compañía Telefónica. Como sólo se viste de gala para honrar estufas, llevaba una camiseta gris.
Desde que rebanó su primer ajo, Adrià ha guardado recetario. No pierde un apunte ni un menú. Esto le permitió crear un insólito archivo. Su estudio también alberga una biblioteca de gastronomía (con numerosos libros de cocina mexicana, entre ellos los de Ricardo Muñoz Zurita y Mónica Patiño) y toda clase de memorabilia, desde las cucharas que recogieron “piel de leche” en El Bulli hasta las casacas usadas para cocinar en Tokio.
El aire acondicionado apenas mitigaba el verano barcelonés. El único motor hiperactivo era la mente de Adrià, quien piensa aún más rápido de lo que habla. Sus palabras son como sus guisos, una espuma indefinida.
Resumo las ráfagas con que explicó la Bullipedia: “No es un programa para jugar ni para aficionados, sino para cocineros. Todos los materiales han sido clasificados; tenemos su definición científica, pero no los ordenamos así.
En el caso de los vegetales no vamos por un orden botánico sino gastronómico. Lo que importa no es encontrar una receta sino una idea. Nos interesa el paladar mental. Hay cosas que todo cocinero sabe; por ejemplo, que el apio y la espinaca son tiranos, cada uno tira por su lado.
Normalmente no se mezclan, pero eso puede ser un problema de proporción. Lo decisivo es llegar a lo que no existe, lo que no está aquí. No hay que buscar una receta sino una idea para crear recetas”, desvió la vista y añadió: “La mejor palabra para escribir es la que no has encontrado”.
Las paredes del estudio están cubiertas con portadas de revistas. No todas tienen que ver con el dueño de casa. Llama la atención un ejemplar de la guía Gault-Millau de 1973, dedicado a la nouvelle cuisine. En aquel entonces Adrià era niño en un país de inmodificables cochinillos.
Esa publicación señala el inicio de un cambio cultura que llevaría al “café irlandés de espárragos verdes”.
Una de las cosas que más le gustan a Adrià del edificio donde trabaja es la capilla que convirtió en sala de juntas. Entramos ahí en compañía de Oriol Castro, aliado tan leal en El Bulli que dormía en el piso superior de la cocina.
Para aliviar el síndrome de abstinencia ante los fogones, Oriol acaba de abrir el restaurante Compartir en Cadaqués. Con inquietante memoria, reprodujo el menú que comí ahí en diciembre de 2010: “este plato sí, este no”, decía ante miles de fotos de guisos (su favorito es la flor de almendro).
En las paredes colgaba el guión de la película que Hollywood prepara sobre la vida de Adrià. Leímos el comienzo y el final bajo advertencia de que hay una penalización millonaria por revelar el contenido antes del estreno.
Pau Arenós ha descrito la aventura de Adrià como “la cocina de los valientes”. Durante la visita le preguntó si la Bullipedia llevará registro de sus usuarios. “Es igual”, dijo Adrià: “Las ideas que están ahí son de todos.
Las ideas interesantes son las que no existen”.
Se atribuye a Leonardo da Vinci la creación de la servilleta. Gracias a su genio, el hombre dejó de chuparse los dedos en la mesa. Gracias a otro genio, volvió a chupárselos. Los explosivos merengues de Ferran Adrià se comen con las manos.
Toda gran idea produce otra: inventar la servilleta ha sido tan importante como inventar maneras de ensuciarla.

Jorge Volpi - El nuevo Tercer Mundo

Jorge Volpi
Durante décadas la pequeña nación fue un paraíso: aquí y allá, los inevitables restos de su antiquísima historia -vagamente recordada por los turistas-, al lado de playas cristalinas, pesquerías extraviadas en el tiempo y blancos hotelitos acodados en farallones. Un buen día, los gobernantes de esta región de cabras y olivares anunciaron que el país se había vuelto rico. El dinero comenzó a fluir a raudales y sus habitantes más despiertos amasaron millones en un suspiro. Hasta que alguien descubrió que sus diligentes administradores habían engañado a todo el mundo: a los bancos que repartieron créditos sin ton ni son, a los jerarcas extranjeros que veraneaban en sus islas y sobre todo a los ciudadanos que por un instante compartieron esa súbita prosperidad. Tras una implacable auditoría, los contables del Norte no sólo descubrieron que sus cifras habían sido maquiladas, sino que el país estaba en quiebra: el paraíso rústico se convirtió en un símbolo del oprobio que no tardaría en azotar al Viejo Continente.

La crisis -de dinero y de confianza- contaminó a toda la región. Y esta parte del orbe, hasta entonces vista como modelo de progreso y equidad, se reveló como un tosco espejismo. La sucesiva debacle de sus economías exhibió de pronto la ineptitud, la avaricia, la imprevisión y la simple estupidez de sus élites políticas, incapaces de hacer frente al desastre que ellas mismas generaron durante los engañosos años de vacas gordas. Todos los males asociados con el Tercer Mundo -esa turbia categoría tan propia de los setenta y los ochenta- se revelaron propios del Primero.

En Grecia, donde se originó la tragedia -nunca mejor dicho-, sus gobernantes falsearon las cuentas públicas con un descaro equivalente al de los más turbios políticos africanos. Por su lado, Portugal e Irlanda se endeudaron más allá de sus posibilidades y debieron ser intervenidos por Bruselas en un proceso no muy distinto al que sufrieron hace décadas diversos países de América Latina con los brutales planes de choque del FMI. Poco antes, la diminuta Islandia había hecho aguas por culpa de los gerentes neoliberales que ascendieron al poder de manos de la derecha, como en el México de 1994.

Y no sólo encallaron los países periféricos: el populismo barato de Silvio Berlusconi hundió la política italiana en una sucesión de episodios cada vez más zafios -baste recordar la desfachatez con que confesó sus orgías con menores- y, al privilegiar sus intereses empresariales sobre el interés público, arruinó a su patria con la misma energía de Menem en Argentina. Mientras tanto, Nicolas Sarkozy se encargaba de desprestigiar la institución presidencial francesa con sus salidas de tono, su tozudez y su frivolidad people.

Si bien los desmanes se han multiplicado por toda Europa -de las tentaciones autoritarias en Hungría y Rumania a la anarquía belga, pasando por el auge del extremismo en Finlandia, Suecia, Dinamarca o la misma Grecia-, hoy todos los focos rojos se centran en España, cuarta economía de la eurozona. Cuando se inició la crisis, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero menospreció sus señales sólo para luego introducir medidas de ajuste in extremis: su irresponsabilidad provocó el apabullante triunfo del PP en 2011. Desde entonces, Mariano Rajoy ha sido incapaz de afrontar la tormenta de mejor manera. Como su antecesor, no ha hecho sino contradecir todas sus promesas -aumentando impuestos y recortando los servicios públicos-, e incluso ha llegado a escabullirse de la prensa para no explicar sus acciones. Igual que José López Portillo en 1982, basta que Rajoy diga una cosa para que los ciudadanos sepan que hará la contraria. Esta misma semana, la frágil economía española ha sido intervenida por Bruselas.

Los grandes logros sociales y políticos acometidos por Europa desde el fin de la segunda guerra mundial se hallan en peligro debido a la ineptitud y banalidad de sus políticos, tal como ocurrió en Asia, África y América Latina durante la segunda mitad del siglo xx. La poderosa Alemania que intenta arreglar por la fuerza las maltrechas economías de sus socios recuerda a los arrogantes Estados Unidos que se empeñaron en meter en cintura a sus esquivos aliados latinoamericanos, provocando que éstos perdiesen una década entera de crecimiento.

Si Europa se convirtió en un ejemplo para el mundo, fue en buena medida gracias a la visión de figuras como Delors, Mitterrand, Kohl o González. Frente a ellos, sus sucesores parecen enanos concentrados en tapar los agujeros desmantelando el estado de bienestar. Sometidos al dictado ideológico que ensalza la austeridad, y desprovistos de la energía para reformular las instituciones europeas, están a punto de convertir la ribera norte del Mediterráneo en un nuevo Tercer Mundo. La única forma de evitarlo es recurrir a la misma fórmula que salvó a la región en el pasado: revertir los torvos nacionalismos que aún perviven y convertir a Europa (sin Gran Bretaña) en una auténtica federación.

twitter: @jvolpi

Leído en: http://www.elboomeran.com/blog/12/blog-de-jorge-volpi/

CACAROOOO!!! PRIMERA FUNCIÓN.

12 hombres en pugna.
 1957
País: USA
Director: Sidney Lumet


Sinopsis 
Tras escuchar todos los testimonios y valorar las pruebas presentadas, un jurado popular compuesto por doce hombres tiene que decidir, por unanimidad, si absuelve o condena a muerte a un joven acusado de haber matado a su padre. Al principio, once están completamente convencidos de su culpabilidad y se inclinan por la condena, pero el que discrepa empieza a plantear dudas razonables... Alabadísimo debut cinematográfico del director Sidney Lumet.





CACAROOOO!!! SEGUNDA FUNCIÓN

Enamorate de mi ( Hors de Prix)
2006
País: Francia
Director: Pierre Salvadori


Sinopsis: La historia de amor de Irene (Audrey Tauton) y Jean (Gad Elmaleh) que es un empleado de hotel.  Irene es una trepadora de alta sociedad  que por una serie de circunstancias termina acostándose con Jean al confundirlo con un millonario, lo que ocasiona que este termine perdidamente enamorado de ella. Obviamente cuando ella se da cuenta de su error lo echa de su vida, pero Jean  queda flechado de ella y no le importará lo que tenga que hacer con tal de ganarse su corazón. 





UN POEMA DE:

Rubén Darío
(1867 - 1916)
A Margarita Debayle



Margarita está linda la mar, 
y el viento, 
lleva esencia sutil de azahar; 
yo siento 
en el alma una alondra cantar; 
tu acento: 
Margarita, te voy a contar 
un cuento: 

Esto era un rey que tenía 
un palacio de diamantes, 
una tienda hecha de día 
y un rebaño de elefantes, 
un kiosko de malaquita, 
un gran manto de tisú, 
y una gentil princesita, 
tan bonita, 
Margarita, 
tan bonita, como tú. 

Una tarde, la princesa 
vio una estrella aparecer; 
la princesa era traviesa 
y la quiso ir a coger. 

La quería para hacerla 
decorar un prendedor, 
con un verso y una perla 
y una pluma y una flor. 

Las princesas primorosas 
se parecen mucho a ti: 
cortan lirios, cortan rosas, 
cortan astros. Son así. 

Pues se fue la niña bella, 
bajo el cielo y sobre el mar, 
a cortar la blanca estrella 
que la hacía suspirar. 

Y siguió camino arriba, 
por la luna y más allá; 
más lo malo es que ella iba 
sin permiso de papá. 

Cuando estuvo ya de vuelta 
de los parques del Señor, 
se miraba toda envuelta 
en un dulce resplandor. 

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho? 
te he buscado y no te hallé; 
y ¿qué tienes en el pecho 
que encendido se te ve?». 

La princesa no mentía. 
Y así, dijo la verdad: 
«Fui a cortar la estrella mía 
a la azul inmensidad». 

Y el rey clama: «¿No te he dicho 
que el azul no hay que cortar?. 
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!... 
El Señor se va a enojar». 

Y ella dice: «No hubo intento; 
yo me fui no sé por qué. 
Por las olas por el viento 
fui a la estrella y la corté». 

Y el papá dice enojado: 
«Un castigo has de tener: 
vuelve al cielo y lo robado 
vas ahora a devolver». 

La princesa se entristece 
por su dulce flor de luz, 
cuando entonces aparece 
sonriendo el Buen Jesús. 

Y así dice: «En mis campiñas 
esa rosa le ofrecí; 
son mis flores de las niñas 
que al soñar piensan en mí». 

Viste el rey pompas brillantes, 
y luego hace desfilar 
cuatrocientos elefantes 
a la orilla de la mar. 

La princesita está bella, 
pues ya tiene el prendedor 
en que lucen, con la estrella, 
verso, perla, pluma y flor. 

* * * 

Margarita, está linda la mar, 
y el viento 
lleva esencia sutil de azahar: 
tu aliento. 

Ya que lejos de mí vas a estar, 
guarda, niña, un gentil pensamiento 
al que un día te quiso contar 
un cuento.


Luis Mateo Díez - El Tilo


        Luis Mateo Díez
      (1942)


El  Tilo
Un hombre llamado Mortal vino a la aldea de Cimares y le dijo al primer niño que encontró: avisa al viejo más viejo de la aldea, dile que hay un forastero que necesita hablar urgentemente con él.
Corrió el niño a casa del Viejo Arcino que, como bien sabía todo el mundo en Cimares, tenía más edad que nadie.
Hay un forastero que le quiere hablar con mucha urgencia, dijo el niño al Viejo.
Las prisas del que las tiene suyas son, la edad que yo tengo me la gané viviendo con calma, si quiere esperar que espere.
El hombre daba vueltas alrededor de un tilo muy grande que había en la entrada del pueblo. Cuando volvió el niño y le dijo lo que le había comentado el Viejo Arcino, estaba muy nervioso.
Es poco el tiempo que queda, musitó contrariado, una docena más de vueltas al árbol y termina el plazo.
El niño le miraba aturdido, el hombre le acarició la cabeza: lo que menos vale de la edad de un hombre es la infancia, dijo, porque es lo que primero acaba. Luego viene la juventud, siguió diciendo mientras volvía a dar vueltas, y nada hay más vano que las ilusiones que en ella se fraguan. El hombre maduro empieza a sospechar que al hacerse más sabio, más se acerca a la muerte, entendiendo que la muerte sabe más que nadie y siempre sale ganando. De la vejez nada puedo decir que no se sepa.
El Viejo Arcino llegó cuando el hombre estaba a punto de dar la docena de vueltas.
¿Se puede saber lo que usted desea, y cuál es la razón de tanta prisa?..., le requirió.
Soy Mortal, dijo el hombre, apoyándose exhausto en el tronco del tilo.
Todos los somos, dijo el Viejo Arcino. Mortal no es un nombre, Mortal es una condición.
¿Y aun así, aunque de una condición se trate, sería usted capaz de abrazarme?..., inquirió el hombre.
Prefiero besar a ese niño que darle un abrazo a un forastero, pero si de esa manera queda tranquilo, no me negaré. No es raro que llamándose de ese modo ande por el mundo como alma en pena.
Se abrazaron bajo el tilo.
Mortal de muerte y mortandad, musitó el hombre al oído del Viejo Arcino. El que no lo entiende de esta manera lleva las de perder. La encomienda que traigo no es otra que la que mi nombre indica. No hay más plazo, la edad está reñida con la eternidad.
¿Tanta prisa tenías...? inquirió el Viejo, sintiendo que la vida se le iba por los brazos y las manos, de modo que el hombre apenas podía sujetarlo.
No te quejes que son pocos los que viven tanto.
No me quejo de que hayas venido a por mí, me conduelo del engaño con que lo hiciste, y de ver asustado a ese pobre niño…
Leído en: http://lanarrativabreve.blogspot.mx/2011/08/cuento-breve-recomendado-tilos.html

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