lunes, 14 de noviembre de 2016

León Krauze - Peña Nieto cree que puede domar a Trump

Se ha puesto de moda decir que el gobierno mexicano hizo gala de visión profética al invitar a Donald Trump a México hace poco más de dos meses. Es un debate extraño, sobre todo si convenimos que el escenario menos deseable para México era precisamente la victoria de Trump. Para acabar con las confusiones vale la pena repasar el estado de la contienda presidencial estadounidense en aquellos últimos días de agosto.

Donald Trump atravesaba por la peor crisis de su campaña. Se había peleado con Khizr Khan, el padre del capitán Humayun Khan, héroe de guerra muerto en Irak. Sus índices de aprobación habían caído a su punto más bajo en más de un semestre y había despedido a su director de campaña para contratar, como último recurso, al ultraconservador Stephen Bannon. La crisis era tal que The Upshot, el sitio especializado del New York Times, le daba a Trump poco más de 10 por ciento de probabilidades de llegar a la Casa Blanca. Fue en ese contexto que el gobierno mexicano recibió a Trump. En otras palabras: el peor escenario para México, la pesadilla de un gobierno trumpista, se veía objetivamente más lejos que nunca.






Raymundo Riva Palacio - El caso Padrés

El exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, recorrió el mismo camino de otros de los de su estirpe. Es el mismo de las figuras públicas emproblemadas que saben que el litigio legal y político fuera de tribunales y las instituciones, es menos poderoso y persuasivo para sus intereses que el mediático. Por eso, como Javier Duarte anunció en el programa Despierta de Carlos Loret que iba a pedir licencia como gobernador en unas cuantas horas –inconmensurable insulto a los veracruzanos que lo eligieron-, Padrés declaró en Radio Fórmula a Ciro Gómez Leyva el viernes pasado, que se iba a entregar a las autoridades. Pero antes, transmitió su mensaje: soy un perseguido político. Dicho esto, se fue rumbo a los reclusorios donde lo apresaron. La semilla de la injusticia estaba sembrada.

Fue el primer golpe en la arena pública, para crear condiciones de injusticia en el proceso que se le abrió en junio de 2014, seis meses antes de que Claudia Pavlovich fuera designada candidata del PRI al gobierno de Sonora, a quien hoy señala como la autora de una escalada de calumnias en su contra, sustento implícito de que a partir de la guerra sucia que hubo en aquél proceso electoral en 2015, está el fundamento de la investigación en su contra. Pero la investigación de la PGR y la Secretaría de Hacienda es anterior.