Katia D'Artigues |
Fue en el primer sexenio de gobiernos panistas, con Vicente Fox, cuando él decía que “el presidente propone y el Congreso dispone”. No lo hubiera propuesto. Al final de cuentas, y del sexenio, ni lo dejaron presentar su informe presidencial.
Con el presidente Calderón la situación fue similar. En la congeladora se quedaron diversas iniciativas que él envió, aunque otras pasaron. Pero siempre hubo la cantaleta, incluso de sus secretarios y hoy senadores —¿verdad Javier Lozano?— de que desde la oposición se bloquearon las reformas que necesita el país (desde hace 20 años).
En la recta final de su sexenio, Calderón envió dos iniciativas al Congreso de la Unión: la reforma a Ley Federal del Trabajo y la Ley General de Contabilidad Gubernamental.