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| Rubén Cortés |
El colombiano Manuel Patarroyo, Premio Príncipe de Asturias en Investigación Científica; y el Premio Nobel de Medicina 2005, el estadounidense John Robin Warren aceptaron impartir conferencias en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Patarroyo charló sobre cómo se hace un científico y Robin Warren acerca de sus descubrimientos en torno de la Helicobacter pylori. Sin embargo, ninguno de los dos sabe realmente adónde fueron invitados. Si lo supieran, jamás habrían dado su consentimiento.
Porque la Universidad Autónoma de la Ciudad de México es un absoluto fracaso académico, que en una década consumió un presupuesto público de cinco mil millones de pesos y ha titulado apenas a… 47 alumnos. Es decir, cada titulado, ha costado 116 millones 500 mil pesos.
El 52 por ciento de sus estudiantes tiene un promedio de desempeño académico inferior al 2.5. Únicamente el 15 por ciento de sus 10 mil 697 estudiantes está por encima de los cinco puntos. Pero, peor aún: ¡El 50 por ciento de los alumnos lleva 11 años ahí sin acabar la carrera!
Creada por AMLO en 2001, siendo Jefe de Gobierno del DF, la UACM arrancó con una matrícula de 596 estudiantes, de los cuales 269 fueron suspendidos o solicitaron su baja, pero pueden regresar a cursar materias.
De los 327 restantes, 26 sí terminaron sus estudios pero no se titularon y 36 siguen allí… de fósiles. Los 596 iniciadores se distribuyeron de la siguiente manera:
—169 en Promoción de la Salud
—120 en Ingeniería en Sistemas Electrónicos Industriales
—69 en Comunicación y Cultura
—67 en Ciencia Política y Administración Urbana
—54 en Ingeniería en Sistemas de Transporte Urbano
—42 en Historia y Sociedad Contemporánea
—40 en Ingeniería en Sistemas Electrónicos Industriales
—37 en Filosofía e Historia de las Ideas
Pero la mitad lleva 11 años sin acabar la carrera, un desastre que contrasta, según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de cada 100 alumnos que ingresan a la UNAM, 60 terminan las materias del plan de estudios cinco años después.
De hecho, la UACM reparte más viajes que títulos. Por ejemplo, sólo en 2009 autorizó 10 viajes de 44 maestros al mes: Holanda, Alemania, España, Chile, Cuba, Bélgica, Argentina, Colombia, Costa Rica, Perú, Nicaragua; Canadá, y Estados Unidos.
En mayo de 2011, la rectora Esther Orozco se escandalizó: “¿Por qué tenemos 40 profesores sin licenciatura? Ese es uno de mis grandes dolores. ¿Por qué tenemos en esta Universidad profesores sin licenciatura? No debiera ser”.
Un modelo, además, en el que no es necesario aprobar examen de admisión: simplemente basta un sorteo para obtener un lugar.
No podía ser de otra manera en un mundo creado por AMLO.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter: @ruben_cortes
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