“Se discute mucho el tema de la violencia, pero se examina poco
uno de sus aspectos: el sistema carcelario mexicano,
una de sus raíces y razones”
— Lorenzo Meyer
La Cárcel. En México enviar a prisión a quien ha cometido una falta, con frecuencia es forzarlo a pasar por un curso de supervivencia y donde, además, va a adquirir o perfeccionar sus habilidades como criminal.
México tiene una lista de problemas sociales serios y recursos escasos para enfrentarlos. Se puede argumentar que el estado de las instituciones penales no es hoy tema prioritario, pero hay dos razones para insistir en que lo es. Una moral: las cárceles son instituciones donde la inevitable tragedia humana puede adquirir innecesariamente características extremas. Otra práctica: la violencia y la inseguridad, asuntos centrales en la agenda nacional, no se resuelven sino que se agudizan en la medida que las prisiones cumplen en exceso con una de sus funciones, el castigo, pero muy poco o nada con la de reformar y reinsertar productivamente en la sociedad.