sábado, 2 de junio de 2012

Invitacion : Las divas del Rock !!!

José Cárdenas - Asi, #YoNoSoy132

Si el movimiento se confunde entre lo colectivo y lo democrático, se achaparra frente a los verdaderos poderes que dominan.

Lo políticamente correcto es darle el avión al colectivo #YoSoy132. 

Lo incómodo es hablarle “derecho” a esos jóvenes universitarios que están de moda por haber decidido hacer algo más que lamentarse. 

Pero…

El nuevo movimiento estudiantil, en busca de una causa, comienza por empantanarse en una indefinición peligrosa.

Su deliberación en torno de si se manifiestan “antiPeña” o simplemente declaran no ser antipeñistas, excepto quienes lo quieran ser, deja al grupo sin un rumbo de largo plazo.

Me explico…

Ponerle el apellido “antiPeña” al movimiento “#YoSoy132” limitaría el esfuerzo a una lucha efímera… el juego se les acabaría de hoy en en cuatro semanas. Para entonces, si Peña Nieto pierde las elecciones, será una historia terminada. Si gana, como muestran hoy las preferencias electorales, será el nuevo Presidente de este país. En cualquiera de los dos casos el blanco del movimiento se desvanecerá… y a los chavos “132avos” les habrán quitado las porterías de su cancha… y su intensidad quedaría marchita como “flor de un día”.

Si “#YoSoy132” ya cruzó el punto de no retorno, está obligado a ir mucho más allá de Peña y del 1 de julio para impulsar un cambio de largo aliento en la vida pública de México.

–¿Convertirse en auditores del gobierno por venir?

–¿Constituir un parlamento ciudadano juvenil?

A favor de su rebeldía, los universitarios en lucha ya han logrado cambiar la programación de la televisión, lo que no había conseguido mucha gente… en muchos años. Han conseguido que los dos canales más importantes de la televisión mexicana hagan como que les hacen caso y transmitan el debate del 10 de junio.

Pero si #YoSoy132 se confunde entre lo colectivo y lo democrático, se achaparra frente a los verdaderos poderes que dominan.

A propósito, reclamar con ovaciones el juicio político para Felipe Calderón por los 60 mil muertos, y a Peña Nieto por la represión de San Salvador Atenco, también parece poco serio. Es como si “#YoSoy132” quisiera balancearse sobre la tela de una araña… el juicio a Elba Esther Gordillo es otra historia.

–¿No se dan cuenta, o no quieren que nos demos cuenta, del fondo del juego?

No se dejen usar. Ustedes no son burros en primavera.

Si Peña Nieto gana, estallará el conflicto postelectoral con el pretexto de la imposición de las televisoras. No lo duden.

–¿Qué no conocen a Andrés Manuel?

Sépanse que la tele no vota… ni obliga a votar. Esa es otra patraña.

Una cosa es la caja idiota y otra la urna idiota.

MONJE LOCO: Lo dice mejor el comentócrata Jorge Castañeda: “Uno esperaría que dentro de este río revuelto que es el movimiento, los demócratas modernos y globalizados se deslinden de los dementes u orates. No sé por qué, pero dudo que suceda”.

josecardenas@me.com

Leído en: http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=838292

Leo Zuckermann - ¿Qué es eso de "democratizar los medios"?

Si están hablando de una mayor competencia, estoy de acuerdo. Pero si esconden un mayor control del Estado, su propuesta me parece una barbaridad.

No me gusta el concepto de “democratizar los medios”. Me inquieta por diversas razones. La más importante es porque puede significar cosas positivas, pero también muy negativas.

Si estamos hablando de una mayor competencia en el mercado de la televisión abierta, me parece muy bien. Entre más cadenas nacionales, mejor para los consumidores. Como suele suceder en todos los sectores de la economía, la competencia siempre produce mejores productos que los monopolios u oligopolios.

El problema es que el concepto de “democratización de medios” también lo han utilizado gobiernos populistas de izquierda en América Latina para justificar medidas que nada tienen que ver con una mayor competencia y apertura en la televisión. Al contrario de lo que prometen, acaban por limitar la libertad de expresión y fortalecer el poder del gobierno en turno sobre los medios de comunicación.

En Argentina, por ejemplo, la presidenta Cristina Fernández, declaró la industria del papel periódico como de “interés público” y fijó un precio único del producto. Esto, en palabras de la mandataria, con el propósito de “democratizar los medios”, asegurando “que los pequeños y medianos empresarios del interior tengan igualdad de condiciones de acceso a un insumo básico del diario que es precisamente el papel”. Suena bien. Pero lo mismo teníamos en México en las épocas autoritarias. El Estado era el único que podía proveer papel a los periódicos y así los controlaba. Como hace hoy en día la presidenta argentina con los pequeños diarios de las provincias que le deben la viabilidad de sus negocios. ¿Ese es el tipo de “democratización de medios” que queremos en México? Yo no.

También está el caso de Venezuela. Algunos medios privados de ese país apoyaron el golpe que intentó derrocar al presidente Hugo Chávez en 2002. Como castigo, cuando retomó el poder el mandatario venezolano promulgó una serie de leyes para regular la “programación, publicidad, promociones e informaciones” de los medios. Además se le dieron más frecuencias “al Poder Popular” (léase al aparato político chavista), se negó la renovación de ciertas concesiones a empresas privadas e incluso se expropiaron algunos medios. Aunado a esto, cada vez se hicieron más frecuentes las cadenas nacionales para escuchar los interminables discursos del presidente Chávez. Todo esto con el objetivo explícito de “democratizar a los medios”. ¿Es eso lo que queremos en México? Yo no.

El presidente Rafael Correa, de Ecuador, piensa que “una de las cosas fundamentales para una verdadera democracia es democratizar los medios de comunicación. Es terrible esa relación entre poder económico y poder informativo”. En su país, por tanto, impulsó una nueva Constitución para prohibir “a los empresarios invertir en medios de comunicación”. Así lo justificó: “Se les debe prohibir que tengan poder informativo. Si son industriales, que inviertan en industrias; no en hacer diarios. Si son banqueros, que se dediquen a las finanzas y no a poner canales de televisión. Eso es muy sano para la sociedad”. Si la iniciativa privada tiene prohibido invertir en los medios, pues el Estado se queda como el único con capacidad legal de tener estaciones de radio y televisión. Así piensan que se puede “democratizar los medios”. ¿Queremos eso en México? Yo no.

La izquierda mexicana, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y el movimiento estudiantil #YoSoy132 coinciden en la urgencia de “democratizar los medios” en México. ¿A qué se refieren? Si están hablando de una mayor competencia, estoy de acuerdo con ellos. Pero si detrás de estas palabritas esconden un mayor control del Estado en los medios de comunicación, como ha sido el caso de los presidentes de Argentina, Venezuela y Ecuador, su propuesta me parece una barbaridad y una regresión para la democracia-liberal mexicana.

Twitter: @leozuckermann

Leído en: http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=838288

Juan Villoro - Perdone a su candidato.

Juan Villoro

En México la ilusión supera con creces a la realidad. Sin embargo, en la campaña a la Presidencia la esperanza pasa apuros: hay cuatro alternativas pobres. Esto no quiere decir que la democracia esté perdida. Votar por el menos malo puede significar un cambio histórico. Aunque vayamos a las urnas con apatía, es posible que ese voto desmayado tenga una inaudita repercusión.

El movimiento “Yo soy 132” surgió como un tónico contra la inmovilidad. Las redes sociales son un avispero donde zumban las consignas anti-Peña Nieto. El PRI ya perdió en la realidad virtual. Habrá que ver cómo influye eso en el mundo donde los votantes salen de la casilla con el pulgar de color morado. En México, la conectividad a internet no llega al 30%, pero el impacto de las redes puede ser decisivo en una contienda cerrada.

“Yo soy 132” ha condenado los abusos de poder: la telecracia, el retorno del PRI, el sexenio sangriento de Calderón, la falta de alternativas ciudadanas. No se trata de un movimiento a favor de los partidos convencionales, pero acabará por favorecer a uno de ellos.

Todo indicaba que la contienda ocurriría en el reino de los zombis, donde las cosas ya ocurrieron y los fantasmas son reiterativos. La fractura social provocada por 12 años de panismo reclamaba un antídoto desesperado: el regreso del PRI. Después de 12 años sin brújula, el antihéroe parecía necesario para imponer orden. Un graffiti resumía la situación: “Que se vayan los ineptos y que vuelvan los corruptos”.

México era el país de lo Ya Sucedido cuando el movimiento “Yo soy 132” mostró que las sorpresas son posibles. El jueves 31 de mayo amanecimos con las siguientes preferencias electorales, según la encuesta de Reforma: 38% para Peña Nieto y 34% para López Obrador (con 21% de indecisos y Vázquez Mota en picada). En mi opinión, lo más significativo de este reajuste es que no depende de las actitudes de los candidatos sino de la progresiva conciencia crítica de la sociedad civil.

En un país políticamente deficiente, no se vota para celebrar al menos malo sino para perdonarlo. “¿Qué defectos sobrellevas mejor?”, ésta es la pregunta del momento.

¿Es posible que Peña Nieto reciba absolución? Durante 71 años su partido gobernó con impunidad, retrasó el acceso a la democracia, unificó sus cambiantes ideologías bajo el sello del cinismo y creó una mafia intocable, la Gran Familia Revolucionaria. El PRI de Peña Nieto es el de Mario Marín, Ulises Ruiz, Tomás Yarrington, Humberto Moreira y Arturo Montiel. Para perdonar los delitos de esta alineación de pillos, la desmemoria se debe medir en el índice Alzheimer.

Josefina Vázquez Mota amparó su campaña en un esquizoide lema de emergencia: “Diferente”. En un país con más de 60 mil muertos y El Chapo Guzmán en la lista de Forbes, no podía respaldar la lucha que Calderón inició sin otro consenso que su capricho. Sin embargo, ¿qué tan distinta puede ser alguien que formó parte de la administración actual y utiliza la idea de diferencia para decir que es una mujer “con muchos pantalones”? Josefina promete romper con Elba Esther Gordillo. ¿Por qué no lo hizo cuando fue secretaria de Educación? Como algunos programas de televisión, la candidata tiene “fallas de origen”. En este caso, el voto del perdón tendría que incluir al mandatario que fue a una guerra que sembró 60 mil cadáveres.

Gabriel Quadri se presenta como el más informado de los candidatos, pero cualquier persona informada sabe que es un títere de Elba Esther Gordillo. ¿Se puede perdonar al elocuente ventrílocuo de una lideresa que aspira a que lo atrabiliario sea eterno?

López Obrador no ha dejado de tener seguidores fieles. Sin embargo, el repunte de los últimos días hace pensar más en un voto antisistema, animado por la atractiva efervescencia de “Yo soy 132”, que en la repentina aceptación de lo que el político tabasqueño representa desde hace más de una década. Ajeno a la autocrítica, no ha revisado sus errores. Incumplió su promesa de presentarse a los debates en 2006, desperdició posibles alianzas con otros sectores, organizó un plantón “preventivo” (antes de que el Trife fallara respecto a la contienda), aceptó la “presidencia legítima” por voto a mano alzada sin tomar en cuenta a la mayoría de sus electores. Entre ser estadista o militante, ha preferido lo segundo. Cuando quiso moderarse, propuso la inverosímil “república del amor”. Con todo, es más fácil perdonar estos defectos que los de los demás candidatos. Además, López Obrador tuvo una gestión satisfactoria en el Distrito Federal y ha presentado un gabinete plural y competente. Si el PRD gana, Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard podrían encabezar la construcción de una socialdemocracia moderna.

En 2012 comienza la elección de 2018, el deseable porvenir en el que el voto dependerá de la preferencia y no del perdón a un candidato.

Leído en: http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=95973

Ricardo Rocha - Dos

Ricardo Rocha

Apenas ayer se produjo un tremendo escobazo al avispero político, citando a los clásicos, cuando el diario Reforma publicó, así nomas, como que no quiere la cosa, que Enrique Peña Nieto sigue punteando con 38 por ciento de las preferencias, pero ¿qué creen?, que Andrés Manuel López Obrador se ha acercado a 34, a sólo cuatro puntos. Algo impensable hace apenas dos semanas.



 




Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/01-06-2012/7325   Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

Ricardo Raphael - ¿Y si Josefina declinara?

Ricardo Raphael.

Josefina Vázquez Mota todavía puede optar por una medida distinta a la que le han impuesto. Y es que ella es una mujer aparentemente convencida del equívoco que sería el regreso del viejo régimen o de un régimen parecido al que tuviera el país en el pasado. De ahí que no me sorprendería de pronto observar a una Josefina Vázquez Mota observando la posibilidad de un gabinete de coalición en efecto, pero donde ella no fuera el jefe del Estado mexicano sino parte del gabinete.


 




Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/01-06-2012/7312   Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX


Juan Ramón de la Fuente - Educar mejor.

Juan Ramón de la Fuente.
La educación es un derecho humano fundamental, esencial para poder ejercitar todos los demás derechos. La educación promueve la libertad y la autonomía individual, la autorrealización; genera también importantes beneficios para el desarrollo colectivo.

La educación en México muestra signos preocupantes de rezago: hay 5.4 millones de analfabetas, 10 millones de personas que no terminaron la primaria, otros 16 millones no pudieron terminar la secundaria; y el promedio de escolaridad de la población mexicana es de 8.6 años. 42% de la población no ha concluido la educación básica.

 De cada 100 niños que inician la primaria sólo 13 terminan la educación superior y únicamente dos concluyen un posgrado. La deserción es grave y aunque sus causas son diversas, la económica sigue siendo la principal. El gasto anual en educación en México es del orden de 900 mil millones de pesos, incluido el gasto público y privado. La mayoría de estos recursos se consumen en sueldos y prestaciones. A la infraestructura de las escuelas se destina sólo el 2.3%. El gasto por alumno sigue siendo bajo. En educación media superior (EMS), por ejemplo, es 38% menor al de Argentina y 27% menor al de Brasil; y es menos de la mitad del que tienen países que se han insertado exitosamente en la sociedad del conocimiento, como Suecia o el Reino Unido.

El gasto público en educación como porcentaje del PIB en México es de 6.5%, comparado con 10.5% de Costa Rica, 9.5% de Argentina, 9% de Brasil, 8.3% de Panamá o 8.2% de Chile, para ubicarnos en el contexto latinoamericano. Nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, destina 16.2%, en tanto que en Canadá es de 10.9%.

Los resultados de la prueba PISA de la OCDE muestran que 51% de los alumnos de 15 años no tiene capacidades mínimas en matemáticas, 47% no las tiene en ciencias y a 40% le hacen falta en lectura. Los resultados de la prueba ENLACE tampoco son alentadores: 52% de los estudiantes de secundaria mostró capacidades insuficientes en matemáticas y 40% en español. Solamente el 2% tuvo un resultado excelente. Ciertamente, las evaluaciones son parciales, tienen limitaciones y sólo reflejan una parte del problema. Lo más preocupante son las razones detrás de los números: dos de cada tres de los estudiantes evaluados no parecen ser capaces de resolver problemas que involucren dos pasos de razonamiento lógico. Es decir, no los hemos enseñado a pensar. Hemos perpetuado inercialmente un modelo pedagógico obsoleto, memorista.

El indicador social que mejor predice el aprovechamiento y el desempeño académico de los estudiantes en prácticamente todo el mundo es el grado de preparación de sus madres. Es un problema complejo, que nos obliga a tomar medidas radicales: hay que revisar el modelo educativo y construir un nuevo esquema para que el proceso de enseñanza-aprendizaje incorpore desde un inicio los avances pedagógicos y tecnológicos que requiere una buena educación; para que el estudiante aprenda a razonar, a resolver problemas; aprenda a hacer y aprenda a ser. Educar bien es un proceso complejo cuyo objetivo es formar al individuo, a la persona, en su carácter, en sus principios e ideales para su realización individual y colectiva; en libertad, con autonomía y juicio propios, para poder asimilar y darle pertinencia a un entorno social y cultural cada vez más interdependiente y diverso. Menuda tarea. Es difícil imaginar algo más complejo.

El modelo pedagógico debe incluir, además, aspectos éticos que propicien la convivencia, la tolerancia, el respeto y la concordia; que estimulen la creatividad, el esfuerzo, la disciplina y el trabajo en grupo para forjar una conciencia que será determinante a lo largo de la vida. No hay duda: la educación empieza en el hogar y las madres juegan un papel preponderante, pero pronto aparecen en escena la escuela y el maestro.

Sin educadores capacitados (maestros) y un entorno adecuado (escuelas), el esfuerzo rinde pocos beneficios. De ahí que sea fundamental trabajar con los maestros y dotarlos de la capacitación necesaria para que puedan cumplir con su delicada tarea. Sin buenos maestros no puede haber buena educación. 

Revisado el modelo, capacitados los maestros y dotados los espacios educativos de instalaciones adecuadas, dignas, con acceso a los instrumentos imprescindibles para fortalecer el proceso educativo, hay que atender el grave problema de la deserción. No basta con ingresar al sistema y asumir que sea bueno. Hay que hacer lo necesario para que el educando permanezca en él, avance al siguiente ciclo y así sucesivamente.

En un país como México, con los índices de pobreza y desigualdad que tenemos, no es difícil imaginar la magnitud del problema. Enseñar a un niño proveniente de una familia sin recursos a vivir con dignidad implica, además, que vistan con decoro (de ahí la importancia de los uniformes), que coman adecuadamente (de ahí el valor de los desayunos) y que encuentren en sus escuelas condiciones sanitarias apropiadas, espacios recreativos y deportivos que complementen su formación. En esas condiciones por supuesto que habría que ampliar el horario escolar e incluir entonces el almuerzo: jornada completa para primaria y secundaria.

Si de cada 100 niños que inician la primaria hoy sólo 60 terminan la secundaria, con las condiciones arriba descritas, habría que plantearse la posibilidad de incrementar la eficiencia terminal en los próximos 10 años; es decir, que en lugar de 60 concluyan 90. Ese logro, por sí mismo, podría significar la gran revolución social del siglo XXI en México. 19 años después de que se hiciera obligatoria la educación secundaria, se hizo obligatoria este año la EMS. La decisión es bienvenida si la entendemos como un refrendo del compromiso con la educación por parte del Estado. Sin embargo, el panorama aquí es también complejo.

La matrícula en EMS es de poco más de cuatro millones, lo que representa una cobertura para el grupo de edad de aproximadamente 60%; y aunque las escuelas privadas conforman el 42% del total de los planteles, atienden solamente al 21% de la matrícula. Se estima que hay aproximadamente 280 mil maestros de EMS. Solamente uno de cada cuatro estudiantes que iniciaron la primaria concluye este ciclo educativo. El gasto federal para este nivel representa solamente el 12% del gasto total, y el gasto por alumno, en términos reales, es el que menos se ha incrementado en los últimos 20 años. Ante la creciente demanda han proliferado las escuelas “patito” y el propio Instituto Nacional de Evaluación Educativa ha reconocido que las opciones en este ciclo reflejan una estructura desarticulada y discordante. Solamente 18% de los profesores de EMS en las escuelas públicas son de tiempo completo, en tanto que en las privadas lo son 13%.

La educación profesional técnica y el bachillerato tecnológico, que son opciones interesantes, requieren de una mejor coordinación con las universidades tecnológicas y politécnicas, similar al que tiene el bachillerato universitario en los sistemas incorporados.

Hay un debate sobre cuál debe ser la ubicación de la EMS: o se vincula a la educación universitaria, ya sea profesional o tecnológica, o se mantiene como tramo terminal del sistema educativo preuniversitario. El asunto no es sencillo. Hay que analizarlo con cuidado y ponderar con objetividad pros y contras para no incurrir en los mismos errores que la Reforma Integral de la Educación Media Superior, que ha topado con todo tipo de obstáculos y críticas. No se puede ignorar la autonomía académica de las instituciones que imparten estudios de bachillerato.

En materia de educación superior (ES) también hay un panorama preocupante. Sólo tres de cada 10 jóvenes entre los 19 y 24 años tienen cabida para estudiar una carrera profesional. Nuestra cobertura es inferior a la de países como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay o Panamá.

El presupuesto dedicado a este sector representa apenas el 0.69% del PIB, en tanto que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) sugiere, en un documento reciente, que éste sea de al menos 1.5%.

Ampliar la cobertura en EMS y ES se antoja no sólo necesario sino también urgente, toda vez que son los jóvenes sin empleo ni educación, aproximadamente siete millones de ellos, quienes representan uno de los grupos más vulnerables por su fácil cooptación por parte del crimen organizado.

Estimaciones preliminares nos permiten pensar que mediante una política inteligente, cuidadosa, pero al mismo tiempo decidida, con el uso de las nuevas tecnologías, utilizando al máximo la capacidad disponible, los sistemas de educación en línea y a distancia, con un programa emergente de capacitación de profesores, creación de plazas para docentes y algunos espacios universitarios adicionales, se puede incrementar la matrícula en estos niveles a una tasa aproximada de 15% anual, empezaría a abatir un rezago que es éticamente inadmisible y socialmente explosivo.

Son tantas las necesidades y tan graves los pendientes en nuestra realidad educativa que no es fácil establecer prioridades. Un enfoque balanceado, integral, permitiría el diseño de una gran estrategia para avanzar simultáneamente en los diversos frentes: equidad, acceso, calidad, evaluación, seguimiento, capacitación, infraestructura, tecnología son apenas algunas de las variables de la compleja ecuación. A todo ello habría que agregar la investigación científica, como componente indisoluble de la ES. Pero ese tema amerita otro ensayo.

Juan Ramón de la Fuente. Presidente de la Asociación Internacional de Universidades.

Leído en: http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=2102674

Documental: El carisma de los políticos.


El carisma de los políticos, analiza en dos episodios, las bambalinas de los escenarios en los que se desenvuelve la clase política….

El primer episodio analiza la comunicación no verbal de los líderes políticos de ámbito mundial. 

Diferentes expertos, como el profesor René Zayan, de la Universidad de Lovaina (Bélgica) o el profesor Roger D. Masters de la Universidad de Dartmouth (EEUU), diseccionan el comportamiento gestual de diferentes líderes políticos desde un punto de vista científico.

El documental presenta un programa informático especialmente desarrollado por el profesor Nicu Sebe, de la Universidad de Ámsterdam, con el que descompone la expresión del rostro de los políticos como Tony Blair, George Bush, José Luis Zapatero y José María Aznar, entre otros. A través de las expresiones se pueden leer las emociones que pasan en cada momento los líderes (ira, tristeza, alegría…) con el resultado, realmente impresionante, de un cambio constante de esas emociones en muy poco tiempo.

 

En el segundo episodio, diferentes expertos de ámbito nacional nos conducen al mundo de las campañas políticas haciendo un recorrido por las primeras, en los años 70, hasta las actuales.

  El documental cuenta también con las opiniones de periodistas e imitadores que trabajan diariamente en el seguimiento de la clase política.

 




Leído en: http://blog.marketingpoliticoenlared.com/2012/05/28/documental-el-carisma-de-los-polticos/

Stephen King - El asesino.

Stephen King
(1947)
El asesino.

De repente se despertó sobresaltado, y se dio cuenta de que no sabía quién era, ni qué estaba haciendo aquí, en una fábrica de municiones. No podía recordar nada, ni siquiera su nombre.

La fábrica era enorme, con líneas de ensamblaje y cintas transportadoras, con el sonido de las piezas que estaban siendo ensambladas.

Tomó uno de los revólveres, ya terminados, de una caja donde estaban siendo, automáticamente, empaquetados. Había estado operando en la máquina, pero ahora estaba parada.

Recogió el revólver como algo muy natural. Caminó lentamente hacia el otro lado de la fábrica, a lo largo de las rampas de vigilancia. Allí había otro hombre empaquetando balas.

"¿Quién soy?" -le dijo pausadamente, indeciso. El hombre continuó trabajando. No levantó la vista, daba la sensación de que no lo había escuchado.

"¿Quién soy? ¿Quién soy?" -gritó, y aunque toda la fábrica retumbó con el eco de sus salvajes gritos, nada cambió. Los hombres continuaron trabajando, sin levantar la vista. Agitó el revólver junto a la cabeza del hombre que empaquetaba balas.

Lo golpeó, y el empaquetador cayó, y con su cara golpeó la caja de balas que se derramaron sobre el suelo.

Él recogió una. Era el calibre correcto. Cargó varias más.

Escucho el click-click de pisadas sobre él, se volvió y vio a un guarda caminando sobre una rampa de vigilancia. "¿Quién soy?" -le gritó. Realmente no esperaba obtener respuesta.

Pero el guarda miró hacia abajo, y comenzó a correr.

Apuntó el revólver hacia arriba y disparó dos veces. El guarda se detuvo, y cayó de rodillas, pero antes de caer, pulsó un botón rojo en la pared.

Una sirena comenzó a aullar ruidosamente.

"¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino!" -bramaron los altavoces.

Los trabajadores no levantaron la vista. Continuaron trabajando.

Corrió, intentando alejarse de la sirena, del altavoz. Vio una puerta, y se dirigió hacia ella.

La abrió, y cuatro hombres uniformados aparecieron. Le dispararon con extrañas armas de energía. Los rayos pasaron a su lado.

Disparó tres veces más, y uno de los hombres uniformados cayó, su arma resonó al caer al suelo.

Corrió en otra dirección, pero más guardas llegaban desde la otra puerta. Miró furiosamente alrededor. ¡Estaban llegando de todos lados! ¡Tenía que escapar!

Trepó, más y más alto, hacia la parte superior. Pero había allí más hombres uniformados. Lo tenían atrapado. Disparó hasta vaciar el cargador del revólver.

Se acercaron hacia él, algunos desde arriba, otros desde abajo. "¡Por favor! ¡No disparen! ¡No se dan cuenta de que sólo quiero saber quién soy!"

Dispararon, y los rayos de energía lo abatieron. Todo se volvió oscuro...

"Uno de ellos se convierte en asesino de vez en cuando," dijo el guarda.

"No lo entiendo," dijo el segundo, rascándose la cabeza.

"Mira ese. ¿Qué era lo que decía? “Solo quiero saber quién soy. Eso era. Parecía casi humano. Estoy comenzando a pensar que están haciendo esos robots demasiado bien”.

Observaron cómo el camión de reparación de robots desaparecía por la curva.

Leído en: http://labibliotecadeorem.blogspot.mx/2009/10/stephen-king-el-asesino.html