miércoles, 30 de mayo de 2018

Carlos Ramírez - Indicador político

Gobernación: crisis de seguridad interior y culpar a los demás

A la memoria viva del columnista Manuel Buendía, asesinado hace 34 años
Ante la pérdida de amplias zonas de soberanía territorial del Estado nacional en buena parte de la república, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, acaba de descubrir que el crimen organizado está disputando territorio en Ciudad de México.

Morelos, Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Quintana Roo, Chihuahua, Sonora, Baja California Sur, Guanajuato, Tabasco, Estado de México y Puebla tienen parte de su territorio de soberanía del Estado nacional en poder del crimen organizado, sin que la dependencia encargada de seguridad, la secretaría de Gobernación, haya podido diseñar una estrategia coherente, integral y de inteligencia.

De ser cierta la apreciación de que parte de Ciudad de México está en poder del narco, entonces habría que exigirle cuentas a la dependencia federal que ha permitido que su estrategia de seguridad haya sido horadada por el crimen organizado. El control y acotamiento del crimen organizado nacional y hasta transnacional le corresponde a Gobernación en tanto que se trata de agrupamiento criminales de carácter federal.







Raymundo Riva Palacio - Los muertos de Peña

Ciento siete mil homicidios dolosos en lo que va del sexenio, hablan muy mal de la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto. En Chihuahua, Guanajuato, Guerrero y Tamaulipas, los reportes de balaceras y asesinatos son cotidianos. Hay zonas en el país donde nuevamente, como hace 15 años, no se pueden visitar, y viajar por carreteras por las noches se ha vuelto muy peligroso en varias regiones del país. El incremento de ataques a empresas, asaltos físicos, secuestros y extorsiones, tienen muy ansiosos y preocupados a los empresarios, que ya vieron afectados sus negocios por el alza galopante de la violencia, subrayan el colapso de su política.

Mal cierre tiene el presidente en el tema que más lastima a la sociedad, gran lastre que añade carga al final de su sexenio.
Las cúpulas empresariales le están exigiendo que no deje el problema de la seguridad al próximo gobierno, y que apure las reformas que se tienen que hacer para frenar la violencia al alza que no pueden esperar. Los empresarios pecan de ingenuidad en su desesperación para que el gobierno federal haga algo. ¿Por qué tendría que hacerlo? El presidente le compró de cabo a rabo la estrategia de seguridad a su ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y está convencido de que la violencia desatada está asociada con dos factores: que los gobiernos estatales y municipales no han hecho su trabajo, y que su repunte se dio con los cambios de gobiernos locales en los dos últimos años. Bajo esta racional, el problema no está en la Federación, sino en el ámbito estatal.








Ricardo Alemán - “LA BALA DE PLATA”

La clase política de antaño lo motejaba como “Bala de plata”. Es decir una acción política preparada con especial dedicatoria para tirar al adversario.

Priístas que hoy –que moldean la última etapa de la candidatura de “Pepe” Meade–, dicen que sí existe la “Bala de plata” y que podría ser pública de un momento a otro.

Recuerdan que esa “Bala de plata” se disparó antes de tiempo en 2006 y el público la conoció como “los video-escándalos” del gobierno del DF. Luego vino otro intento con el predio “El Encino”, que desaforó a López Obrador.

La “Bala de plata” fue disparada contra Peña Nieto al inicio de su gestión, para marcar el arranque de una campaña que demolió la hoy saliente administración. Fue conocida como “La Casa Blanca”.

Hoy en el PRI no se atreven a hablar más del tema. “Eso lo saben dos o tres personas, no más”, explican.