jueves, 19 de julio de 2012

Rafael Loret de Mola - El Juarismo de AMLO/ Y el Maderismo de FC

Rafael Loret de Mola
Desde sus inicios, Andrés Manuel López Obrador se ha postulado como un juarista irredento, considerando al Benemérito como el eje de la República y del nacionalismo, también de la mexicanidad por la pureza de su origen indígena. Más allá de las enormes cualidades del héroe –el mayor de los mexicanos para quien esto escribe-, no puede negarse que la muerte fue para él una especie de salvación histórica: de no haber padecido la angina de pecho que lo derrumbó en el Palacio Nacional, acaso hubiese cambiado papeles con otro oaxaqueño, Porfirio Díaz Mori, quien también le encontró tanto gusto al poder que se adhirió al mismo hasta desencadenar una revolución, muy similar a la que ya se gestaba contra Don Benito. De haber vivido, éste seria recordado como el dictador y Don Porfirio como el gran revolucionario y no antihéroe. Pero los hubiera no existen y las cosas fueron como hoy las recordamos.

Pues bien, fue Juárez quien, al estructurar la República imponiéndose a los traidores conservadores que trajeron a un barbudo enajenado de Miramar para hacerse cargo de un falso imperio, haciéndolo además con desventaja militar extrema pero con la fuerza de la razón, desterró para siempre a éstos por inclinarse ante los cetros europeos y a cuanto oliera a extranjero; lo mismo que hoy, para decirlo sin recovecos: los tres últimos sexenios –incluyendo al del simulador Ernesto Zedillo-, han sido los más entreguistas de toda la crónica sobre nuestra nación atormentada por la impudicia, la corrupción... y la traición. De nuestra soberanía quedan apenas jirones deshechos por la demagogia y las ansias de los mandatarios soeces por ser cobijados por la impunidad. Tal es el caso, sin duda, de Felipe Calderón. La sentencia del Benemérito es inapelable: 


--El triunfo de la reacción es moralmente imposible. 


Pero no en la praxis tras doce años de gobiernos paralizantes –todavía más que los neoliberales priístas-, en los que sólo se incubó la violencia, casi en las mismas proporciones que la guerra contra los invasores y sus aliados, los de la derecha, listos a recuperar medallas y acceder a títulos nobiliarios a costa de esclavizar a los indígenas y someter a su voluntad a los depauperados e incluso a cuantos no coincidieran con ellos, a rajatabla. Un círculo rojo como el de Fox. Los paralelismos son exactos y la memoria no nos deja mentir cuando podemos documentarla con infinidad de textos sobre los atropellos sufridos por la población en aquella época en la que sólo la flama libertaria del gran Juárez pudo sobreponerse a tanta adversidad. 


Valga el recordatorio para Andrés Manuel quien parece estar dispuesto a hacerle el caldo gordo a los panistas continuistas y a quienes, desde el norte, ansían en declarar a México un “estado fallido” para poder intervenir a sus anchas sin necesidad de disparar un solo tiro. Ya me lo decía uno de los comandantes de la Zona Militar que abarca Chihuahua y parte de Coahuila: 


--Imagínese, si nos metemos por nuestra cuenta a territorio norteamericano –como se llegó a decir quienes aducían que el ejército mexicano protegía a los narcos hasta después de cruzar el Bravo y las mojoneras-, sencillamente ¡nos dan en la madre! Ellos tienen equipo sofisticado, armamento de sobra, radares, aviones, en fin, todo de lo que carecemos ¿Cómo ganar en tal desigualdad de condiciones? 


En México se votó; hubo vicios que, por desgracia, se ampliaron ante la negligencia de quienes ahora protestan. ¿Por qué, me sigo preguntando, nada hicieron para prever los excesos d gastos, el carrusel de votantes y la compra-venta de sufragios que también se dieron hace seis años cuando Calderón usurpó el poder? No hubo la menor iniciativa de “las izquierdas”, salvo negar contumazmente la legitimidad del mandatario sin renunciar a integrar parte del mismo gobierno ocupando los escaños y curules ganados en la misma lid, para no caer en recurrencias fatales, como si éstas fueran parte de sus estrategias para escalar puntos sin ampliar coberturas. Esto es, lo mismo que hacía el PAN, incapaz de penetrar en las zonas rurales en donde no eran bien vistos pero resuelto a ganar los votos urbanos con la ayuda de las fuentes eclesiásticas y los diarios con vocaciones de monaguillos. Bien sabemos quienes se pueden poner el saco. 


La izquierda está, sin duda, más preparada para protestar y presionar, ganando con ello calles y asegurándose posiciones a trueque de una ambigua paz social, que para ganar los comicios. Desgraciadamente así sucedió en 2006 cuando los operadores de López Obrador, la pequeña elite de incondicionales intelectuales, no supieron como defender los sufragios, entre ellos el de este columnista, de quienes habían confiado en esta opción política para evitar la continuidad devastadora de la derecha en el poder absoluto. Las consecuencias señalan que no nos equivocamos. Mucho ruido y pocas nueces, además de seis años más de campaña proselitista en los que López Obrador caminó hasta por la última senda del país, incluso aquella por donde también transitan los violentos ocultos en la escarpada sierra de Las Cañadas. ¿No los encontró en algún momento cuando respiraban el mismo aire? Es prácticamente imposible que tal no ocurriera, pero de esto ni el tabasqueño ni sus grandes estrategas, Manuel Camacho y ahora Ricardo Monreal, no han dicho una sola palabra. Queda todo a la especulación... razonada, aunque parezca una torpe contradicción. 


¿Qué hace ahora López Obrador? Nada menos que convocar a la derecha, al “PAN de Gómez Morín, recordando que sus principios ideológicos son democráticos, tanto que no dudó en llamar al panista Calderón “espurio” cuando el IFE le otorgó una ventaja de medio punto porcentual sobre él, con algo así de doscientos mil votos de más, negándose a abrir los paquetes electorales. Una situación diametralmente opuesta a la actual. ¿Por qué no entonces adujeron que se habían roto las reglas constitucionales con una elección de Estado, prefabricada para atajar la posibilidad de un viraje radical hacia la izquierda? Había pruebas de sobra sobre la intervención del entonces mandatario, Fox, y de los empresarios que apoyaron, con muchísimo dinero, loa fase media y final de la campaña de Calderón con aquella monserga del “peligro para México”. No hubo defensa jurídica sino callejera... y así señores míos, dejaron pasar seis años sin la menor iniciativa para interrumpir la tendencia viciada del alquimismo; al contrario, a la iniciativa presidencial –debe reconocérsele un mérito en esto al señor Calderón aun cuando sabía que no pasaría en el Congreso-, que pretendía instalar las ciudadanías ciudadanas, reducir el número de legisladores y crear las segundas vueltas electorales –de haberse dado, López Obrador estaría feliz esperando la consumación de una nueva jornada con Peña como único rival-, pero los perredistas temieron que “la derecha sumara” y ganara, como reconoció, en su momento, otro de los pandilleros al servicio de Andrés Manuel, Martí Batres. 


Ha sido la antidemocracia, contraria a Juárez, la que ha llevado a López Obrador al punto actual. No se trata de que simpaticemos con él o no –en muchas ocasiones le he exaltado por su labor incansable y sus dotes de luchador social-, sino de ver la realidad sin taparse los ojos como hacen sus incondicionales quienes le han colocado en un nicho, como si fuera un dios. De este punto a la autocracia sólo existe un peldaño. 


Debate 


Así como Andrés Manuel siente devoción por Juárez, aunque no siga sus apotegmas, Calderón no disimula su devoción y admiración por la figura de Madero, el hacendado valiente que, en vez de robar, legó sus bienes en pro de la Revolución aunque careciera de condiciones de mando para someter a sus irregulares tropas, las del norte y las del sur, empeñadas en lo mismo pero desde distintas visiones... y con una horda de traidores detrás. Pero Calderón observa en el apóstol su perfil de demócrata por haber obligado al dictador, Porfirio Díaz, a acceder a elecciones, las primeras de ellas controladas por él mismo, hasta su dimisión en mayo de 1911. Curioso: ahora los panistas manifiestan igualmente su convicción sobre el patriotismo de Díaz, cuyos restos permanecen en París mientras algunos insisten en devolverlos a la tierra patria. 


Alguna vez, por Coahuila –ahora convertida en una especie de set para policías y narcos, en plena venganza de la administración federal-, descubrí que se honraba, con mayor fervor cívico, a la figura de Don Venustiano Carranza –cuya esfinge, en bronce, tengo siempre sobre mi escritorio al lado de la de Juárez, más cercana al lábaro patrio-, y no a la de Francisco Madero, visto por muchos como el gran redentor por haber derruido a la autocracia. Un mandatario estatal me dijo al respecto: 


--Sucede que sentimos más cerca a Don Venustiano –cuyo despacho, en el Palacio de Gobierno de Saltillo, permanece intacto-. Madero, aunque nació en San Pedro de las Colonias, en el norte del Estado, es más hombre del centro, aunque la batalla de Ciudad Juárez fuera decisiva para él, y acaso, pese a su heroicidad, menos ligado al cambio de a deveras. 


Entendí que Madero no rompió el orden constitucional sino se apegó a él, reconoció el interinato de Francisco León de la Barra y después arrolló en los segundos comicios de la era. Sólo así asumió el poder hasta que la contrarrevolución, financiada por el beodo Henry Lane Wilson, triunfó con el “chacal” Huerta como puente. Fue entonces cuando surgió, inmensa, la figura de Carranza, a quien se pretendió desprestigiar por los botines de guerra que los suyos tomaban –de allí que se dijera carrancear en lugar de asaltar-, pero que, al fin, legó una nueva Constitución y un nuevo orden a la ensangrentada nación. 


Recurriendo a la memoria, pueden comprenderse algunos desplantes actuales. 


La Anécdota 


Al no promulgarse la ley para proteger a las víctimas de los criminales, recordé una conversación con el priísta Rodolfo Echeverría Ruiz, sobrino del ex mandatario, semanas después de la matanza de Tian´anmen: 


--No estoy de acuerdo cuando se manifiestan diciendo “2 de Octubre no se olvida”. Debemos olvidar ese capítulo, cerrar las heridas y continuar andando. Así, como ya hicieron en Beijing. Pero resulta que en aquel drama estuvo involucrado su pariente, el ex presidente, y que los chinos no olvidan... como tampoco dejamos de recordar nosotros a quienes fueron asesinados por mandatos de la superioridad política o por las bandas criminales mezcladas con las corporaciones policíacas y militares. 


E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com.mx


Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/eljuarismodeamloyelmaderismodefc-1329003-columna.html

Meyer - El tiempo postelectoral

EL MEOLLO

Paul Krugman, premio Nobel de economía, asegura que la próxima elección presidencial en Estados Unidos -una entre el republicano y millonario Mitt Romney y el demócrata y actual presidente Barack Obama- es una lucha entre los intereses de los ricos y los del resto del país (The New York Times, 15 de julio). Lo mismo sucede con la elección que acabamos de tener en México. En los discursos del PRI o del PAN la contienda nunca se puso en esos términos -tampoco en el discurso republicano en Estados Unidos-, pero como en el país del norte, las plataformas de PRI y PAN -en particular sus propuestas de reformas energética, fiscal y laboral- implican, básicamente, reforzar el arreglo en que se sostiene la actual desigualdad social.

Lo irónico de nuestra elección es que una buena parte de los votos a favor del PRI se dieron en regiones que se caracterizan por su bajo nivel de desarrollo. Por eso lo que hoy se discute es esa contradicción, ¿cómo explicar que en una buena parte de las zonas donde se encuentran los menos favorecidos se votase fuerte por el PRI, un partido bajo cuya dirección adquirió forma el actual sistema social mexicano, que se caracteriza, entre otras cosas, por su desigualdad y que a la pobreza no busca combatirla sino administrarla?
 
·LEGITIMIDAD

Frente a quienes cuestionan su triunfo del 1o. de julio, Enrique Peña Nieto sostiene que éste es legal y legítimo (La Jornada, 13 de julio). Con relación a la legalidad es probable que, como en 2006, el TEPJF declare válido el proceso. La legitimidad es otra cosa: otorgarla o no es algo que no corresponde a los tribunales sino al ciudadano y no se puede conferir por mandato. Depende de cada individuo el darla o negarla.

En política, legitimidad implica que la aquiescencia del súbdito o ciudadano con relación a los ocupantes de los cargos de autoridad depende de que ese súbdito o ciudadano esté o no convencido de que aquel que detenta un cargo público, en especial el más importante -el monarca, primer ministro o presidente- tiene derecho al puesto, a sus privilegios y responsabilidades. Si el individuo de a pie llegara a considerar que quienes ejercen la autoridad no tienen derecho a ello, es posible que de todas formas tenga que resignarse y someterse, pero lo hará sin convicción, porque sabe que de resistirse la autoridad empleará los medios de coerción de que dispone el Estado para imponer su voluntad y que, en ese caso, el precio del desacato será alto.

Ninguna estructura de autoridad puede imponerse por largo tiempo si sólo depende de su capacidad de coerción, le es indispensable que la mayoría le considere con visos de legitimidad. En una democracia, la fuente básica de esa creencia son las elecciones. Y para que una elección genere el máximo de legitimidad, es necesario que el vencido acepte que perdió en buena lid. El rechazo del vencido a levantarle la mano al vencedor pudiera no ser un gran problema si aquel representa a una minoría marginal y sin medios para hacer sentir su oposición. Sin embargo, si los inconformes son capaces de movilizar recursos y mover conciencias entonces el proceso político se vuelve accidentado, disfuncional.
 
·RECURSOS INACEPTABLES

El Grupo Financiero Monex sostiene que es una institución financiera honorable (Reforma, 15 de julio). Su director dice no ser responsable de que tarjetas de débito emitidas por su banco hayan ido a parar a manos de operadores del PRI en vísperas de la elección presidencial. La credibilidad no es hoy el fuerte de los banqueros aquí, en Estados Unidos, España o Inglaterra, pero aceptando sin conceder lo que dice Monex, se debe aclarar cómo recibió depósitos millonarios de empresas cuyo domicilio no corresponde al declarado o tienen actividades que no requieren de esas tarjetas (los datos a ser dilucidados fueron expuestos en el noticiero de Carmen Aristegui del 13 de julio y en Reforma, 14 de julio). Las tarjetas de Soriana y otras en los estados también demandan explicación, pues su proliferación da pie a las acusaciones de que esos plásticos sirvieron al PRI para una compra masiva de votos en zonas populares. En internet circulan videos que muestran, inmediatamente después de la elección, a multitudes haciendo efectivas sus tarjetas en supermercados. Los jóvenes del movimiento #YoSoy132 basan parte de su rechazo a Peña Nieto en esa supuesta compra masiva de votos.

Hace más de 70 años una observadora de la diversidad cultural de México, Lesley Byrd Simpson, argumentó que para entender a nuestro país había que partir de un supuesto: que la geografía mexicana albergaba a varios Méxicos (Many Mexicos, Nueva York: Putnam, 1941). Setenta y un años más tarde esa observación sigue siendo válida; el correr del tiempo no ha llevado a que la histórica desigualdad social mexicana aminore sino a que se afirme y sigamos, como sociedad, muy alejados de una cierta homogeneidad. En la pasada jornada electoral, se volvió a ver que el derecho al voto se ejerce de manera diferente dependiendo del México que se trate.

El país de las élites económicas vota en privado antes y después de la elección, presionando al nivel más alto de la estructura política en favor de su candidato (véanse las observaciones de un testigo privilegiado en torno a este tema en la elección de 1988: el ex secretario de Gobernación Manuel Bartlett, La Jornada, 15 de julio). En el México de las clases medias urbanas ya se disfruta de un voto más o menos libre aunque muy influido por una televisión monopólica y sesgada. Es en el México de la pobreza donde se encuentra el terreno más fértil para que influya en la preferencia política esa televisión sesgada ya que es casi la única fuente de información y donde también se pueden intercambiar votos por dinero, bienes o favores. De acuerdo con un muestreo de Alianza Cívica en 21 estados, el 28.4% de los votantes aseguraron haber estado expuestos a algún tipo de intento de coacción o compra de su voto y en el 71% de los casos el intento fue de operadores del PRI-PVEM (Boletín de prensa, 3 de julio). En el análisis del suplemento Enfoque del periódico Reforma, del 15 de julio, aparecen cifras que muestran una notable correlación entre pobreza y voto por el PRI y datos sobre cómo pudo haber funcionado esa conexión.

En un estudio clásico de Eric Wolf y Edward Hansen sobre la naturaleza de las relaciones clientelares, se señala que el elemento fundamental de este tipo de estructura de poder es el intercambio informal de bienes y servicios -obsequios, objetos, dinero, canonjías, influencias o las meras promesas de éstos. Y en estos intercambios incluso hay un elemento de legitimidad y de moral -desde luego distinta de la democrática y electoral: la reciprocidad entre los seres humanos. Y el intercambio no sólo significa transferencia de valor sino que también es símbolo del poder, y hasta de legitimidad, de quien lo da, en este caso un partido y un personaje: su candidato. El beneficiado, pese a su posición de debilidad, debe dar algo en reciprocidad que muchas veces es sólo una actitud: la lealtad, que puede definirse "como el obsequio de la propia persona por un tiempo más o menos limitado" ("Caudillo politics: a structural analysis", Comparative Studies in Society and History, V. 9, No. 2, 1967, p. 175).

Las bases de la relación clientelística, que es el fundamento del caciquismo y el caudillismo de siglos pasados, aún pervive y funciona en el México rural y en el urbano donde, debido a la precariedad, la cultura política dominante mantiene todavía estos rasgos. Una estudiante universitaria que en mayo-junio trabajó en Chimalhuacán como promotora del PRD se topó ahí con el rechazo de "Antorcha Campesina" (AC) que se define como "la organización de los pobres de México" y ligada al PRI. Chimalhuacán es una de las plazas más fuertes de AC y ahí los antorchistas simplemente obstaculizaron la actividad proselitista de sus adversarios partidistas con actitudes y argumentos de clientelismo puro: como AC había conseguido de las autoridades, entre otras cosas, títulos, agua, luz, drenaje y pavimento, entonces los adversarios de esas autoridades -el PRD- no tenían derecho ni siquiera a deambular por ahí (el PRD tiene un equivalente a AC: los "Panchos Villa", aunque AC es más fuerte).

·CONCLUSIÓN

Los supuestos bajo los que el IFE sostiene que se llevó a cabo la elección del 2012 sólo son parcialmente válidos en el México de en medio. Para los pocos de muy arriba y los muchos de abajo, la democracia funciona de otra manera, una aún lejana del modelo ideal y esa es la causa del conflicto postelectoral.


www.lorenzomeyer.com.mx
agenda_ciudadana@hotmail.com
 

Fuente: http://www.reforma.com/editoriales/nacional/665/1329801/default.shtm 

Cárdenas - Comprar votos no es delito… grave

La ley es la ley, aunque sea injusta y quede corta…

La compra de votos está tipificada en el artículo 403 del Código Penal Federal. La fracción VI precisa que lo comete quien solicite votos por paga, dádiva, promesa de dinero u otra recompensa durante las campañas electorales o la jornada electoral.

–¿Y antes de las campañas, por ejemplo en las llamadas precampañas?

Entonces no es delito. Pagar anticipadamente por el voto se califica como un simple acto de proselitismo. El artículo 403 castiga las acciones cometidas el día de la elección… y no durante el cochinero previo.

Así de laxa y omisa es hoy la ley vigente en materia electoral. Está diseñada por diputados y senadores salidos de los partidos.

Lo que menos han querido hasta ahora nuestros padres legisladores es impulsar y aprobar reglas más estrictas e imponer penas más severas a los infractores, no sea que terminen mordiéndose “la cola” y dándose tarascadas “sancionadoras” entre ellos mismos.

–¿Una prueba más?

El artículo 194 del Código Federal de Procedimientos Penales señala cuáles son en México los delitos graves. Se menciona: homicidio, terrorismo, genocidio, evasión de presos, delitos contra la salud, falsificación de moneda, tráfico de menores, violación, robo de vehículo, operaciones con recursos de procedencia ilícita, desaparición forzada de personas y la posesión de armas de uso exclusivo del Ejército.

–¿Y la compra de votos?

En el caso de que proceda la consignación y un juez declare la formal prisión, una persona acusada de compra de votos y recolección de credenciales de elector o retener a ciudadanos para evitar el sufragio, el denunciante debe presentar a todos aquellos que vendieron su sufragio. Mejor, imposible.

Pero aun probándose el delito, si el total de todos los electores corruptos de una casilla es superior a la diferencia entre el primero y el segundo lugares, entonces se puede revertir el resultado. Si el número de votos comprados es menor a la diferencia, entonces las cosas se quedan como están… y el “delincuentazo” podrá enfrentar, en todo momento, su proceso en libertad.

Todos estos delitos electorales son considerados como no graves…

Eso dice la ley… lo demás es pura grilla.

MONJE LOCO: Los padres legisladores redactaron con minúsculas la reforma política… aunque Manlio Fabio Beltrones la presuma tanto. La “peluquearon” a casquete corto. Terminó siendo la misma gata… pero revolcada. Se perdió la oportunidad de darle salida a muchas presiones. El Congreso fue sordo… no escuchó el reclamo de reducir el número de diputados y senadores plurinominales… y aumentar 100 distritos para que 400 representantes populares sólo lleguen por elección directa, sin trampas ni juanitas… y menos por cuotas. Y lo más importante: la Comisión de Puntos Constitucionales “pateó el bote” de la segunda vuelta en el elección presidencial… No concluyó el espinoso asunto de la reconducción presupuestaria… lo que dará problemas al Poder Ejecutivo para el manejo de las finanzas nacionales. Sin embargo, de lo malo, que quede algo bueno: la reforma abrió la puerta a las iniciativas ciudadanas y a la consulta popular… aunque excluya temas como derechos humanos, electorales, ingresos y egresos, seguridad nacional y Fuerzas Armadas… y garantice que el próximo presidente podrá rendir protesta aun en situación de emergencia por crisis… por si las moscas.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=848608

José Gil Olmos - La ilegitimidad de Peña Nieto y Calderón

El pasado fin de semana, varios cientos de organizaciones de todo el país se reunieron en el municipio de San Salvador Atenco, en una primera convención nacional, para definir su posición ante lo que parece inevitable: la imposición de Enrique Peña Nieto en la silla presidencial.

Todos los reunidos en ese pueblo mexiquense, reprimido precisamente por Peña Nieto como gobernador del Estado de México, acordaron desconocerlo como presidente. Esta es la primera vez en la historia del país que tantas agrupaciones sociales juntas hacen manifiesto su repudio e impugnan la legitimidad de una figura política, a la que no le darán el lugar que las instituciones electorales sí habrán de otorgarle, a pesar de todas las irregularidades denunciadas.

Esto es, que mientras una buena parte de la sociedad mexicana rechaza al priísta como primer mandatario, las autoridades electorales legalizarán una victoria que no es legítima.

Al igual que Calderón, si el Tribunal Electoral valida la elección presidencial, el priísta Peña Nieto arrancará su administración sin el reconocimiento de millones de mexicanos, que lo ven como la imposición de un grupo de poder.

En los próximos meses, mientras el Tribunal Electoral valida la elección presidencial, veremos en las calles manifestaciones de estudiantes, campesinos y profesores; de jóvenes rechazados de las escuelas de educación superior, amas de casa y padres de familia contra Peña Nieto. Pero también contra Televisa, el IFE y el Tribunal Electoral por su complicidad en la imposición del priísta.

No se trata solamente de un simple rechazo; es el cuestionamiento profundo y legítimo de los ciudadanos a las instituciones electorales que han dejado a un lado su responsabilidad de cuidar la organización de elecciones limpias, transparentes y equitativas para proteger los intereses de grupos.

Es el cuestionamiento de una parte importante de la sociedad a quienes encabezan estas instituciones que costaron muchos años de esfuerzo e incluso vidas, y que ahora están lejos de ser ciudadanas y confiables, pues sus miembros responden más a intereses de los partidos que a los valores de imparcialidad y justicia para los que fueron creados.

Pero sobre todo, estas movilizaciones sociales representan el cuestionamiento a la supuesta limpieza de un proceso electoral manchado por la ilegalidad desde antes de que arrancara y que ninguna autoridad se atrevió a investigar.

Como Calderón, Peña Nieto arrastrará la carga de la ilegitimidad durante seis años, si es que, como todo parece indicar, el Tribunal validara su triunfo, no obstante las pruebas que se presentaron de compra y coacción del voto, así como de lavado de dinero y el uso de recursos financieros de origen sospechoso.

Pero tanto al panista como al priísta esto parece importarles poco. Tan es así que fue Calderón quien reconoció el supuesto triunfo de Peña Nieto la noche del 1 de julio cuando aún no terminaba el cómputo de los votos en los distritos electorales. No sólo eso, Calderón también lo recibió el pasado martes por la noche en Los Pinos, en una especie de entrega del poder adelantado, cuando el Tribunal Electoral apenas estaba recibiendo el expediente de impugnación de validez de la elección presidencial.

A Calderón y a Peña Nieto los une la ilegitimidad y la indiferencia por la sociedad.

Al panista nunca le agradaron los movimientos sociales, ni siquiera cuando el movimiento de paz lo sentó para que escuchara la tragedia de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico que él proclamó desde el inicio de su administración.

Al priísta, mucho menos; y cuando los campesinos de Atenco se manifestaron en contra el desalojo de unos floricultores de un mercado en Texcoco en mayo de 2006, los mandó a reprimir y a detener como si fueran delincuentes.

El autoritarismo y la represión del PRI, que nunca se fue, está a la vuelta de la esquina, eso lo que ven los grupos sociales y es por eso que se están organizando.

Las movilizaciones que desde ahora y hasta diciembre tienen programadas 300 organizaciones sociales parecen ser el preludio de lo que será el próximo gobierno, un sexenio de repudio y represión. Sobre todo si, como ya se ve, habrá una alianza entre el PRI y el PAN para echar adelante las reformas estructurales (energética, laboral y hacendaría principalmente) que tiene un claro perfil antipopular.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/19-07-2012/8277. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

¿ANULACIÓN DE LAS ELECCIONES?


¿ANULACIÓN DE LAS ELECCIONES?


elecciones-2012.jpg
Es indiscutible que estas elecciones han sido de las más sucias que el PRI ha 'protagonizado'. Aunque También existen denuncias que involucran al PRD y "partidos de izquierda", pero esa es otra historia... 


 LA COMPRA DE VOTOS, es una práctica añeja que ha sido perfeccionada por el PRIISMO durante décadas. Es increíble que aún y con lo 'bien organizado' que está el IFE, no se haya contemplado sancionar o tipificar la Ley, en caso de que se compruebe que detrás de la COMPRA DE VOTOS existe un DELITO.


Se veía venir, los integrantes del IFE debieron preveer lo que pudiera haber detrás de cada "voto comprado", como lavado de dinero (la más reciente imputación de AMLO) o empresarios que aportan su 'dinerito' a cambio de favores o prebendas. En fin, puede ser que la compra de votos no sea un delito como tal, puesto que es complicado probar que una persona a cambio de cierta cantidad ya sea en dinero o en especie votará por el partido que le otorgó el pago.


Lo que las autoridades deben investigar es el origen de los recursos para la COMPRA DE VOTOS, es ahí donde está el delito, se habla de tarjetas como medio de pago para 'convencer' a los votantes:


GRUPO FINANCIERO MONEX, es una de las que debieran investigar, puesto que emitieron tarjetas de prepago como: 


MONEX LEALTAD.
MONEX RECOMPENSA.


SORIANA: Desde mi punto de vista, esta empresa ha sido "satanizada". No niego la POSIBILIDAD de que algunos funcionarios se hayan "vendido" para autorizar la emisión de las tarjetas con su Razón Social, pero también me pregunto. ¿Es ilegal que un supermercado acepte tarjetas de débito para la compra de sus productos? No la estoy justificando, lo que estoy tratando de dilucidar es si  Soriana  actúo ilícitamente por el hecho de negociar un contrato
con "X" empresa para el incremento de sus ventas, vía un 'mercado cautivo', al emitir como medio de compra "segura" esas tarjetas. Lo que las autoridades deben investigar,al igual que con las TARJETAS MONEX, es el ORIGEN DEL DINERO que respaldó esas tarjetas.


Es innegable y de dominio público que las elecciones están viciadas de origen. Que el "presidente electo", es repudiado por millones de mexicanos.


Con este panorama se vislumbra un gobierno hostil, represivo, manejado por PRIISTAS dinos que son quienes "jalan" los hilos de su marioneta, EPN.


Las redes sociales están gritando a diario que no quieren a Enrique Peña Nieto como Presidente. En las familias es un tema recurrente, existe incertudumbre, apatía, temor, enojo, frustración... Mi pregunta es ¿están dadas las condiciones LEGALES para que EPN gobierne?


Lo ideal es que se actuara e investigara conforme a derecho. Ahí están las pruebas -presentadas en las denuncias-  que evidencian lo que podría haber tras la COMPRA DE VOTOS. El TRIFE haría un gran bien al País, si una vez hecha la investigación, y se comprobara fehacientemente el delito,  ANULARA LAS ELECCIONES, con todo lo que conlleva tomar esta decisión... ¿Sueño? Si, pero no solo mió, sino de millones que estamos inconformes con la basura que hay detras del "triunfo" del PRI, porque no fue la victoria de un CANDIDATO, sino de todo un aparato político, que se empeñó en recuperar el poder A COSTA DE LO QUE SEA y todo parece indicar que lo logró...


Confiemos en que las autoridades decidan lo mejor por el bien de México.




Helena.


Derrick Scocchera - A Perfect Place

A perfect Place
2008
País:  USA
Director: Derrick Scocchera
duración 25 minutos


SINOPSIS
Cortometraje cuyo argumento gira alrededor de dos torpes amigos que tratan de deshacerse de un cadáver. El film ha sido rodado en blanco y negro anamórfico.  Mike Patton ha compuesto la banda sonora del debut cinematográfico de Derrick Scocchera, una banda sonora de más de 40 min para un corto de 25 min




.



Cartones de hoy