(CNN) — Parado sobre la cápsula flotante del Apollo 11, el miembro del equipo de élite SEAL, John Wolfram, tenía en cuenta que la seguridad de los primeros hombres que caminaron sobre la Luna estaba en sus manos. El mundo entero estaba mirando.
El 24 de julio de 1969, cuatro días después del histórico aterrizaje, millones de personas estaban ansiosas por saber si los astronautas habían sobrevivido a la ardiente caída hacia el océano Pacífico a aproximadamente 1,600 kilómetros de las costas de Hawai.