“Durante las últimas semanas he escuchado decir, tanto por los políticos panistas que se van como por los priístas que regresan, que México tiene todo para ser una gran potencia económica, y que sólo se trata de hacer las reformas necesarias para que la economía de nuestro país crezca y los mexicanos vivamos una era de prosperidad”.
Anoté que “desafortunadamente esto no va a ocurrir. Por lo menos no durante los próximos años”. Para fundamentar esta afirmación cité estimaciones de la Organización para la Cooperación yDesarrollo Económicos (OCDE) y de la organización de investigación económica The Conference Board:
“De acuerdo a la OCDE, durante los próximos 18 años la economía mexicana será incapaz de crecer arriba de 4 por ciento anual. Entre 2014 y 2030 el PIB podría aumentar 3.65 por ciento anual, en promedio, siempre y cuando se realicen reformas ambiciosas al sistema económico nacional. El crecimiento sería un poco menor si se hacen reformas moderadas. Finalmente, cada año el crecimiento sería menor que el del anterior, hasta ser de sólo 2.70 por ciento en 2030, si las reformas hechas son aisladas o parciales, o si de plano no se hacen las reformas.
“De acuerdo a The Conference Board, entre 2012 y 2016, la economía mexicana podría crecer 4.2 por ciento anual promedio, considerando un escenario optimista (si se hacen reformas ambiciosas, por ejemplo). El crecimiento sería de 3.5 por ciento anual promedio si la situación se mantiene como está, mientras que bajo un escenario pesimista apenas creceríamos 2.9 por ciento anual promedio.
“The Conference Board también ha realizado una proyección del crecimiento anual del PIB de México de 2017 a 2025. En un escenario optimista, el aumentos sería de 2.2 por ciento anual promedio; en un escenario en donde las cosas se mantiene como están sería de 1.1 por ciento. En el escenario pesimista, el crecimiento anual promedio en ese período sería de 0 por ciento”.
Consideremos los escenarios optimistas en vista de que el año pasado el Constituyente Permanente que conforman el Congreso de la Unión y los 31 congresos estatales aprobó diversas reformas que a mediano y largo plazo harán que la economía nacional sea más competitiva, productiva y dinámica. Para la OCDE, entre 2014 y 2030 un crecimiento anual del PIB de 3.65 por ciento, en promedio; para The Conference Board, 2.2 por ciento anual en promedio, entre 2017 y 2025.
Estos incrementos del PIB evidentemente no serán suficientes para generar los empleos que requieren los 1.5 millones de mexicanos que cada año ingresan al mercado laboral y por ello el sector informal de la economía seguirá creciendo. Lo anterior podría tal vez no ocurrir si nuestros políticos se inspiran algún día y promueven una verdadera reforma fiscal que en serio estimule la inversión privada, la creación de empresas pequeñas y medianas dentro del sector formal y, por ello, la generación de millones de empleos mejor pagados.
Escribí ese 16 de noviembre de 2012 que “el crecimiento promedio anual de la economía en el gobierno de Miguel de la Madrid fue de 0.30 por ciento, en el de Carlos Salinas de 3.90 por ciento, en el de Ernesto Zedillo 3.67 por ciento, en el de Vicente Fox 2.13 por ciento y en el de Felipe Calderón será de 1.84 por ciento, el segundo más bajo, después del De La Madrid, de los últimos 13 sexenios”. En 2013 el crecimiento fue más que decepcionante: entre 1.2 por ciento y 1.3 por ciento.
Concluí así mi columna de noviembre de 2012: “Si alguien puede proporcionarme un mejor escenario del futuro económico de México, lo agradeceré. Mientras tanto, no me haré ilusiones y menos planearé mi futuro basado en las declaraciones optimistas de muchos de nuestros políticos”.
Sigo pensando lo mismo.
P.D. Mis mejores deseos para este 2014.
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Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=213329
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