martes, 7 de enero de 2014

Salvador García Soto - Las siete vidas de AMLO

Si políticamente ya había resucitado en varias ocasiones y, contra los augurios de muchos, logró más de una vez de resurgir de sus cenizas, ayer Andrés Manuel López Obrador demostró que su fortaleza también es física al reaparecer en público tras sufrir dos infartos al miocardio y anunciar que iniciará una nueva gira por todo el país para continuar su proyecto para la formación de su partido político y lograr “abolir la las reformas estructurales”.

Con un tono más pausado al hablar, único signo de la convalecencia por el procedimiento cardiaco que le practicaron, el ex candidato presidencial anunció el inicio de una campaña para buscar la anulación de las reformas que le fueron aprobadas en 2013 al presidente Enrique Peña Nieto, al que comparó con Porfirio Díaz por su política privatizadora. “La actual política neoliberal es en esencia neoporfirismo. Hoy, como en el porfiriato, las tierras, las aguas, los bosques, las minas, los ferrocarriles, el petróleo, la electricidad y otros bienes colectivos se han entregado a particulares nacionales y extranjeros”.






En pleno 6 de enero, como incómodo regalo de Reyes para Los Pinos,  López Obrador acudió al Congreso del partido Morena y ahí, cobijado por sus seguidores, fijó un nuevo derrotero a proyecto político: “abolir lo más pronto posible las llamadas reformas estructurales y revertir las privatizaciones para recuperar los recursos de la nación”, y para eso anunció que hoy inicia un nuevo recorrido por la República en busca de ese objetivo al que llamó “la llama de la esperanza”.

Está claro que Andrés Manuel López Obrador está de vuelta y que, si bien su ausencia se resintió en la protesta contra la Reforma Energética, el tabasqueño ha encontrado en las reformas peñistas y el rechazo que despiertan en algunos sectores una nueva bandera y un nuevo asidero político con el que buscará afianzar el nacimiento de su partido político y consolidar el apoyo de los inconformes con el gobierno de Peña Nieto.

Detrás de su pronta reaparición y de su renovado activismo está la apuesta por atraer el voto antipeñista en las elecciones intermedias del 2015. López Obrador se percató que en su ausencia la oposición del PRD se debilitó y se volvió casi testimonial y hoy está dispuesto a confirmar que tiene el liderazgo indiscutible de la llamada “izquierda social”, con el que está dispuesto, aún en sus nuevas condiciones de salud, a disputarle al perredismo la capitalización del posible voto de castigo que podría registrarse en contra del PRI y del presidente durante las votaciones por el Congreso del próximo año.

Por eso la premura del líder tabasqueño por retomar cuánto antes su actividad política, porque sabe que las campañas por la Cámara de Diputados arrancaron con el 2014 y que el tiempo apremia para meterse en la disputa por lograr el mayor número de curules para la primera bancada que tendría el Partido de Morena una vez que logre su registro y participe en los comicios parlamentarios.

No está claro, porque aún no lo dice en su discurso, como es que Andrés Manuel buscará “abolir” las reformas de Peña Nieto ni “revertir” las privatizaciones que éstas abrieron en sectores estratégicos como el petróleo y la electricidad.

No se sabe si lo hará a través de acciones jurídicas, como controversias constitucionales, por la vía parlamentaria o mediante acciones de resistencia en contra de inversiones privadas en esos sectores; pero la experiencia demuestra que en la retórica antisistémica que maneja López Obrador el qué es más importante que el cómo y, aun cuando no tenga una estrategia clara y realista para lograr esos objetivos, el discurso antireformista y antigobiernista es fácil de vender a ciertos grupos sociales y por esos votos va el líder de Morena en su nueva resurrección política.

NOTAS INDISCRETAS… El 6 de enero trajo regalos para algunos miembros del gabinete, sólo que mientras a algunos Los Reyes dejaban buenos augurios, como al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, con su proyección de crecimiento de 4% para este año “si funcionan las reformas”, a otros de plano los magos del Oriente les dejaron regalos envenenados. Es el caso del secretario de Gobernación, Miguel Osorio, al que le amaneció un nuevo municipio tomado por los grupos de Autodefensa en Michoacán y dos militares muertos en una emboscada. Con la toma de Parácuaro suman ya 10 los municipios en poder de los grupos paramilitares de Autodefensa que además, según la CNDH, tienen células activas en 44 ayuntamientos michoacanos; eso en términos llanos, confirma el fracaso del operativo federal anunciado por Osorio en abril del año pasado y desmiente el discurso del secretario de que no se tolerarían nuevos avances de los paramilitares armados. Mal comienza el año para Osorio… Los dados regresan recargados. Doble Escalera para empezar el 2014.


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