viernes, 19 de junio de 2015

René Avilés Fabila - Apuntes sobre la supervivencia de los vampiros

René Avilés Fabila  (1940)

Apuntes sobre la supervivencia de los vampiros

Sin duda un problema importante que aparece en todo ser animado es el de la supervivencia. Muchas teorías se han escrito al respecto y mucho se escribe aún. Cada especie busca formas novedosas para perpetuarse: así ha surgido la evolución, una evolución cada vez más compleja y avanzada. De cualquier manera, se trata de una simple lucha por la existencia y al efectuarla aparece un cambio. Según Darwin, en la batalla por sobrevivir y acomodarse al medio ambiente sólo triunfan los mejor dotados y las especies que subsisten heredan a su descendencia las características de la mutación y éstas se acentúan a través de las generaciones exitosas. Tal vez el caso más curioso sea el de los vampiros. Desde que aparecieron sobre la Tierra han sido brutalmente perseguidos (como los hechiceros y las brujas). El temor que inspiran sus actos, sus aficiones gastronómicas y sus deseos eróticos, trocan el miedo en odio mortal: por siglos han sido buscados con finalidades de exterminio.

Pero los vampiros pudieron escapar a las cacerías. ¿Cuál es el secreto? Muy sencillo. La mayoría de ellos tenían facultades miméticas y aun transformistas. Por ejemplo, podían cambiar de un estado a otro, convertirse en humo o en mamífero quiróptero. Y si eran capaces de tales actos, también lo serían para adquirir formas más sutiles que les permitieran imponerse a sus perseguidores. Así, decidieron modificarse radicalmente en cuanto a sustancia, peso, estructura, y se hicieron mosquitos. Ahora los vampiros permanecen victoriosos ante los cuerpos inermes de sus enemigos tradicionales: los hombres, que en efecto han inventado muchísimos productos para eliminarlos sin lograr resultados positivos, pues los mosquitos se reproducen por miles y miles (con ciertos requisitos climáticos). Y su principal triunfo es que el ser humano no se ha percatado de la metamorfosis; además, finalmente, no le importa perder unas cuantas difuntas gotas de sangre, mientras que al vampiro, dadas sus proporciones actuales, no sólo le bastan sino que hasta lo engordan.


 Muy buena mimética engordadora.


Leído en https://lacanciondelasirena.wordpress.com/2008/06/21/apuntes-sobre-la-supervivencia-de-los-vampiros/

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