Son dos aspectos claves en los que se van igualando las posiciones de las autoridades y los grupos delictivos. Como si proviniera de un pacto secreto, o de una altísima instrucción en curso, suceden asesinatos masivos de presuntos narcotraficantes a los que desde tribunas oficiales se condena a la morgue institucional en función de una presunta culpa previamente establecida que justificaría así su exterminio automático: una especie de limpieza social ejecutada por escuadrones promovidos, tolerados o integrados desde oficialismos...
Lee la columna completa en Astillero
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.