viernes, 1 de agosto de 2014

Salvador García Soto - Ni sus colegas lo quieren.

En medio de la situación de ingobernabilidad que vive Oaxaca, con una CNTE que no sólo impone su voluntad en los temas educativos sino que además agrede y ataca instituciones y negocios bajo la mirada protectora de la autoridad estatal, la capacidad del gobernador Gabino Cué vuelve a quedar en entredicho.

Ya no sólo entre los oaxaqueños, que le reclaman su falta de autoridad y su mano débil para garantizar la tranquilidad en su estado, sino a nivel nacional, en otros ámbitos, se cuestiona también al gobernador oaxaqueño que lo mismo es incapaz de hacer valer en su estado la reforma educativa y deja que los maestros le impongan una ley a su modo, que no logra contener las violentas manifestaciones y bloqueos de los grupos radicales de la CNTE que se le desbordan en las calles oaxaqueñas.



Un ejemplo de lo desgastada que está la imagen política de Gabino Cué es lo que ocurre en estos momentos al interior de la Conago. A pesar de que el gobernador de Oaxaca se anotó desde hace tiempo para presidir el organismo en el nuevo periodo que inicia mañana, hay un grupo de gobernadores que está operando para impedir que Cué llegue a la presidencia del órgano de los estados, bajo el argumento de que les preocupa que el oaxaqueño no pueda con la conducción de la Conferencia.

“Estamos buscando que haya otros mandatarios que se anoten para que no se dé la presidencia de Cué”, dijo un gobernador de un estado norteño a quien se le preguntó sobre el relevo que debía producirse hoy en Aguascalientes. La falta de consensos que genera la postulación del oaxaqueño, abundó el mandatario consultado, ha hecho que varios miembros de la Conago hayan expresado su intención de que se busque otra alternativa, lo que ha retrasado la decisión sobre el relevo del actual presidente, Carlos González Lozano.

El mismo Gabino Cué anunció el pasado 15 de julio que, “a finales de este mes; asumiré la presidencia de la Conago”. Pero justo este mes terminó ayer y ni ha asumido tal posición, ni se ve claro en estos momentos que su nombramiento vaya a ocurrir a partir de la situación de inestabilidad que vive Oaxaca.

Justamente ayer maestros de la CNTE, que llevan ya varias semanas con movilizaciones y bloqueos en la capital oaxaqueña, irrumpieron de manera violenta y saquearon edificios como la sede estatal del PRI y varios negocios comerciales, ante la mirada complaciente de la policía estatal y municipal de Oaxaca que presenciaba los desmanes y resguardaba a los maestros transgresores.

Por la noche, ante la difusión de las imágenes en internet y redes sociales, que hablaban de una acción omisa por parte de las autoridades ante los delitos cometidos por policías, como daños en propiedad ajena y alteración del orden público, el gobierno de Gabino Cué emitió un comunicado en el que justificó la inacción de la policía mientras atestiguaba las agresiones de los maestros.

“El Poder Ejecutivo no promoverá ninguna acción desproporcionada de la fuerza pública en contra del magisterio oaxaqueño, a fin de evitar una escalada de confrontación y movilización generalizada”, dijo el gobernador en el boletín de prensa, mientras las imágenes que se difundieron eran contundentes en cuanto a la total omisión de las policías oaxaqueñas.

Al final ese solo párrafo del comunicado oficial resume lo que ha sido, en los cuatro años que lleva, la administración de Gabino Cué: un gobierno secuestrado por el miedo a que los grupos radicales que operan en su estado, el más significativo la sección 22 de la CNTE, le desquicien el estado y le generen un conflicto como el que vivió Oaxaca durante el gobierno de Ulises Ruiz.

Ese es el fantasma que atormenta a Gabino y ese ha sido también su norte, su guía y su perdición, al grado de que hoy no sólo en Oaxaca se habla de su incapacidad para ejercer el poder, sino que esa percepción ha permeado ya a nivel del Ejecutivo federal y ahora también entre sus colegas, los gobernadores.


NOTAS INDISCRETAS… Hablando de gobernadores que viven conflictos, ayer fue una jornada de manifestaciones violentas no sólo en Oaxaca, sino también en Morelos y en el Distrito Federal. En Cuernavaca el enfrentamiento fue entre empleados del ayuntamiento que reclamaban créditos y la policía local que intentó desalojarlos para evitar que tomaran la tesorería local… En donde también saben de desalojos fallidos es en Puebla, donde el conflicto por la muerte de un menor en el desalojo de la autopista Puebla-Atlixco parece comenzar a aclararse, luego de los peritajes federales que desecharon la bala de goma disparada por policías estatales como causa de la muerte del niño Luis Alberto Tehuitle.

El escándalo que desató este desalojo mal coordinado por el secretario de Seguridad de Puebla, Facundo Rosas, antiguo colaborador de Genaro García Luna, puso en aprietos al gobernador Rafael Moreno Valle que tuvo que salir a emprender un control de daños y pidió la intervención federal para esclarecer que fue un cohetón, disparado por manifestantes, lo que provocó la muerte del menor. En toda esta operación, que finalmente calmó lo que parecía una ola en contra de Moreno Valle, se notó la mano de un político experimentado y de colmillo largo como su secretario de Gobierno, Luis Maldonado, quien formó parte de la operación para calmar las aguas en Puebla. Parece que la crisis pasó para Moreno Valle, aunque es difícil pensar que, siendo el aspirante presidencial que es, vaya a ser la última que enfrente… Los dados cierran semana. Escalera.

Fuente http://www.24-horas.mx/ni-sus-colegas-lo-quieren/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.