Ayer Armando Talamantes me hizo sonreír agriamente cuando posteó una infografía en Twitter. Con el título de “Países donde su presidente, esposa y/o sus ministros compran residencias a contratistas de gobierno” aparece un mapamundi con las divisiones políticas de los países. Pintados de gris donde no había y en rojo el que sí. Sólo México estaba colorado.+ Buena puntada. Digo, debe existir algún otro país donde esto sea una práctica común, pero ciertamente no en uno que, como el nuestro, aspira a convertirse en un líder global que tiene, además, un gobierno que presume de ser reformador.
Otra casa salió ligada a contratistas de gobierno. La nota vino, de nuevo, de The Wall Street Journal (que publicó lo de la casa de Malinalco de Luis Videgaray): es la que el Presidente tiene en Ixtapan de la Sal y donde juega golf.
EPN la compró a otro de sus compadres, Roberto San Román Dunne, de Constructora Urbanizadora Ixtapan. Como en el caso de Juan Armando Hinojosa, quien construyó La Casa Blanca de La Gaviota, la empresa de este otro compadre también salió beneficiada con contratos de obra pública.
La Presidencia, sin declaraciones regañonas de la primera dama, repitió lo que en otras ocasiones: que todo es legal, que está en su declaración patrimonial y que el Presidente no es el encargado de dar contratos, que fueron vía licitación y demás. Ahora, ¿por qué a todos nos queda este sabor en la boca de que algo está mal? La razón es que eso es conflicto de interés y es pariente de la corrupción.
En México no estamos acostumbrados a malmirarla culturalmente; pero el hecho es que no abona a la transparencia y a la certeza de que los gobernantes en turno y amigos no se enriquecerán con el puesto.
Lo dijo ayer una columna de The Economist con una frase devastadora: “El Presidente que no entiende que no entiende”.
Por eso son importantísimas las iniciativas como la que plantea hoy Transparencia México. “Si piden tu voto, pídeles que publiquen #3DE3”. ¿Qué es “3 de 3”? Pues hacer públicas tres declaraciones: patrimonial, de intereses y de impuestos.
Es trascendental socializar y exigir esto; los políticos no lo harán de a gratis. Después hay que buscar que vuelva obligatoria.
¿Qué político, de qué partido salió a decir que era una barbaridad La Casa Blanca, la de Malinalco, esta otra? Pocos, muy pocos. ¿Será que muchos mejor no mencionan el tema porque tienen cola que les pisen?
Por cierto, Transparencia Mexicana también propone dar a conocer los resultados de los exámenes toxicológicos, psicológicos y del polígrafo.
¡Todo de una vez!
EPN no fue a Davos, pero Felipe Calderón sí. Enrique Quintana le preguntó si se podía reactivar el extinto mexican moment:
—Depende mucho de qué es lo que se haga internamente para minimizar o corregir los temas que evidentemente en una sociedad de la información como la que tenemos pues están evidentes, los conoce el mundo, se saben, tantos casos en el frente de seguridad como casos asociados a conflictos de intereses y otros…
Del clásico “Te lo digo Enrique para que lo entienda el otro Enrique”. Ah, además dice que ve muy mal al PAN y que hay de tres sopas: no hacer nada, luchar por la dirigencia (en eso está su esposa, Margarita Zavala) o “crear otra opción política”.
¿Usted ha visto a Emilio Chuayffet recientemente? Yo no. Y vaya que la SEP tiene focos rojos por doquier estos días, sobre todo ahora que el gobierno federal tiene el Fone (Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo). Traducción: desde el centro se les paga a los maestros de todo el país.
Quien está a cargo de las “negociaciones” con los maestros es el subse de Gobernación, Luis Enrique Miranda (otro compadre presidencial, por cierto).
¿Y Chuayffet? Ah, pues el lunes fue a la XVIII Asamblea general de la ANUIES; el 8 de enero estuvo de visita en Yucatán.
Raúl Salinas de Gortari tuvo una reaparición muy llamativa el pasado miércoles, después de que fuera exonerado de enriquecimiento ilícito en diciembre pasado.
Llegó a la inauguración del corredor cultura Alejo Peralta, en la delegación Cuajimalpa, como copiloto a bordo de un BMW i8 que conducía Carlos Peralta
Para todos aquellos que no se explican la presencia del hermano del ex presidente, el justificó el por qué:
-- Soy amigo de la familia Peralta y trabajo en una empresa de beneficio social de grupo IUSA.
Y sí, efectivamente labora dentro de ese grupo empresarial.
Se llama David Arellano Cuan y vaya que el jefe de la Unidad general de Asuntos Jurídicos de Gobernación dio la nota en el Senado. Fue a defender la reforma de EPN en materia de justicia y soltó un dato que nos dejó patidifusos. Tres de cada cuatro municipios están cooptador por el narco, aseguró. Dijo que según "algunos estudios".
Entre esos estudios está el que Edgardo Buscaglia entregó al Senado...¡en 2010! ¿Que no tienen una nueva?
Ellos lo dijeron:
--Quedé sorprendido de los antecedentes que tenía de mi salud. Me recomendó que no coma dulces: Miguel Barbosa sobre su breve encuentro con el Papa Francisco.
----Doy cinco días para que me entreguen los restos de mi hijo. Ya es más de un mes y medio que me dieron la noticia y no he tenido nada, exijo la vida de mi hijo desaparecido. Le digo al gobierno que no le creo nada. Me voy a sumar de lleno con los papas en las búsquedas, en las acciones: Ezequiel Mora Chora, padre de Alexander, el único normalista identificado por Innsbruck. Al parecer no recibirá nada porque las mismas pruebas destruyeron lo poco que encontraron de su hijo. Durísimo.
katia.katinka@gmail.com
http://blogs.eluniversal.com.mx/camposeliseos/
http://twitter.com/kdartigues
Leído en http://www.eluniversalmas.com.mx/columnas/2015/01/110792.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.