domingo, 25 de septiembre de 2011

Domingo de ciencia con González de Alba

¿Por qué la gente cree cosas tan raras? Los tibetanos, a la muerte de un Dalai Lama, andan, como los fantaseados reyes magos en busca de Jesús, escrutando los cielos y la tierra para descubrir en qué recién nacido reencarnó; los judíos ortodoxos no mezclan carne con lácteos, y hacen bien, porque juntos son indigestos, pero los kósher estrictos llegan a extremos de no usar los mismo platos, aunque estén lavados, ni la misma esponja que lavó un plato con yogurt lava otro con restos de albóndigas; los católicos creen (y si no creen se van al infierno) que Dios tiene tres personas y es uno, que los papas son infalibles bajo ciertas circunstancias (que se cumplieron todas en la canonización de un indio de cuya existencia no hay rastro algo ni nadie dijo que hubiera visto apariciones hasta 120 años después de la fecha del milagro), que la hostia es el cuerpo de Jesús… ¡Y se lo comen?

Lee la columna en Los rituales tranquilizan

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