jueves, 5 de abril de 2012

Sarmiento - Feminicidios

Estamos viviendo tiempos electorales. Tanto es así, que hasta los homicidios de mujeres son utilizados para tratar de conseguir ventajas en el juego. Parece poco ético... y lo es. Pero ésa es la realidad política de nuestro país.    

Una legisladora federal panista, la yucateca Rosa Adriana Díaz, exigió el 22 de marzo en la Cámara de Diputados justicia por el “lacerante” aumento de los “feminicidios” y desapariciones de mujeres en el Estado de México. Las “cifras –dijo-- son indignantes por lo grotescas y dolorosas… Les hablaremos de la realidad de los feminicidios del Estado de México a las millones de mujeres a las que representamos. Hoy más que nunca debemos hablar de la gravedad de los hechos. Pregonaremos hasta el cansancio la irresponsabilidad de aquellos servidores públicos que se dicen de Estado”.

No es ésta la primera vez en los últimos años que se escucha una acusación de que el Estado de México tiene un índice extraordinariamente alto de feminicidios. La afirmación se ha convertido en una de las acusaciones más comunes contra el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto. Mi única duda es si esta lacerante “realidad” es verdadera. 

Argumentar que hay un número alto de homicidios de mujeres en el Estado de México tiene poco sentido si no se considera que se trata de la entidad más poblada del país. Las cifras deben ser ponderadas contra una población específica para conocer la realidad. 

La verdad es que es Chihuahua y no el Estado de México la entidad con mayor problema de homicidios de mujeres, según las cifras de 2010 del INEGI, las últimas disponibles. Chihuahua tiene una tasa de 4.97 feminicidios por cada 100 mil mujeres. Es con mucho la mayor cifra del país. Más que duplica, de hecho, la de la entidad que ocupa el segundo puesto. 

¿Será el estado de México ese segundo lugar? De hecho no: esa posición le toca a Durango, con 1.86 feminicidios por cada 100 mil mujeres. Seguramente, entonces, el estado de Peña Nieto estará en tercer lugar. Pero la respuesta es nuevamente negativa. Este puesto le corresponde –sorprendentemente-- a Nayarit, que registra 1.51 feminicidios por cada 100 mil mujeres. 

El cuarto lugar en la lista tampoco es el Estado de México, sino Baja California, con 1.43 feminicidios por 100 mil mujeres, mientras que en el quinto está Aguascalientes, con 1.33. Guerrero ocupa el sexto puesto, con 1.25, y Coahuila el séptimo con 1.2. El octavo le corresponde a Quintana Roo con 0.98. 

El estado de México no aparece sino hasta el noveno lugar, con un índice de 0.97 feminicidios por cada 100 mil mujeres. Muy cerca se encuentran Oaxaca con 0.96, Sinaloa y Tamaulipas con 0.91, Morelos con 0.89 y el Distrito Federal con 0.84. 

Como lema político, por supuesto, tiene poco atractivo decir: “Vamos a denunciar la lacerante situación del Estado de México, la entidad del candidato priísta Peña Nieto, que ocupa el ¡noveno lugar en feminicidios a nivel nacional!” Mucho mejor es acusar a Peña Nieto de indiferencia o, peor aún, de una malévola complicidad. Pero para eso hay que ocultar lo que realmente nos dicen las estadísticas. 

Las cifras del INEGI muestran que los homicidios de mujeres no son un problema de estados gobernados por algún partido en particular. El estado con más feminicidios, Chihuahua, es priísta, pero también lo es el que menos tiene, Yucatán, que registra solamente 0.09 feminicidios por cada 100 mil mujeres. 

Los homicidios de mujeres son deplorables, por supuesto, pero mucho más lo es que algún político trate de manipular las cifras para promover una agenda política en particular. 

ANDROCIDIOS
Los feminicidios son inaceptables, pero también son 10 veces menos comunes que los androcidios. En 2009, según el INEGI, se registraron 30.2 homicidios de hombres por cada 100 mil habitantes contra 3.2 de mujeres.


Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/feminicidios

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