domingo, 6 de enero de 2013

Ricardo Alemán - El primer muerto de Mancera

La tarde del 28 de diciembre, un joven que había acudido al tiradero comercial de Tepito fue perseguido, alcanzado, sometido y golpeado por una turba de comerciantes que lo acusaban de presunto ladrón.

Ante la escandalera, intervino la policía del DF que por un momento logró rescatarlo. Sin embargo, los policías no hicieron bien su trabajo y pronto fueron rebasados por la turba que continuó la golpiza, ante los ojos de una multitud que nada hizo.

Al final, la policía condujo al joven mal herido al Ministerio Público –sin brindarle atención médica y sin pedir una ambulancia, a pesar de los golpes--, hasta que el joven se desvaneció en el mismo vehículo policiaco, en donde murió.

En un primer momento, tanto los policías que lo llevaron al MP como los paramédicos que lo atendieron sin vida trataron de justificar la repentina muerte con una versión descabellada –propia de una república bananera--, que incluso se atrevieron a dar a los medios; "el joven murió a causa de una sobredosis de droga", aseguraron.



Sin embargo --y por increíble que parezca--, resulta que el asesinato de un hombre, cometido a golpes por una turba de comerciantes, a plena luz del día, en presencia de cientos de personas, de la policía, perpetrado en la capital del país y en medio de una gravísima irresponsabilidad de las autoridades –y cometido en la ciudad de la esperanza, la más segura, la de las libertades, modelo para el país entero y en donde los medios todo lo ven y lo dicen--, no mereció más que unas cuantas líneas en algunos diarios, ninguna mención en radio y menos en televisión. A pocos importó.

Aquí nos ocupamos del caso el 30 de diciembre pasado y dijimos que un crimen como el de Josafat Hasan López Balderas era intolerable, que la impunidad que había prohijado la policía capitalina era reprobable por donde se le viera, y que eran imperdonables tanto el silencio del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, como la complicidad del "gabinetito" de seguridad, de la Comisión de Derechos Humanos y el silencio de los medios. A nadie le importó y hasta el 2 de enero nada había pasado.

VALE MAS UN GATO QUE UN HUMANO.

Más aún, censuramos que en una paradoja ridícula --que ratifica el gravísimo nivel de estupidez que domina la Asamblea Legislativa del DF--, resulta que el crimen se cometió apenas horas después de que la mayoría perredista de ese cuerpos legislativo modificó el Código Penal para dar impunidad y dejar en libertad a un puñado de vándalos afines a las causas de la dizque izquierda.

Y que al tiempo que Josafat era asesinado a golpes por comerciantes de Tepito, en la propia Asamblea Legislativa se aprobaba una "legislación de avanzada" --ridiculez que confirma la pequeña estatura de los asambleístas del DF--; castigar con cárcel a quien maltrate a los animales. En pocas palabras, que dar una patada a un gato, es motivo de cárcel. Pero asesina a golpes a un hombre, no le importa a nadie.

Es decir, que los legisladores de la Asamblea del Distrito Federal –sobre todo su mayoría del PRD--, pueden impostar el papel de jueces y liberar a su antojo a un puñado de vándalos y delincuentes; pueden mandar a prisión a quien se atreva a patear aun perro, pero esos brillantes diputados son incapaces de abrir la boca, de hacer algo a favor de que se aclare y se castigue un crimen como el de Josafat.

Por eso la pregunta. ¿Por qué la ridícula paradoja de que al GDF y a la ALDF les importa más un perro pateado que un humano asesinado?. La respuesta está en la mediocridad y el valemadrismo del nuevo gobierno y del grupo que controla la Asamblea Legislativa, el cártel Bejarano-Padierna.

Y SIGUE SIN PASAR NADA.

Hoy se sabe que Josafat Hasan López Balderas tenía 28 años, que era estudiante del quinto semestre de la carrera de Médico Cirujano, en la Universidad Justo Sierra, que gustaba de "chacharear" en Tepito, que cuando se armó el escándalo por la persecución de un presunto ladrón, intentó ponerse a salvo y fue confundido, que un grupo de "gorilas" al servicio de las mafias de Tepito fueron responsables de la golpiza y –acaso lo más importante--, que murió a causa de un traumatismo en el cuello. Es decir, que le aplicaron "la llave china". ¿Y qué con todo eso?.

Lo cierto es que a nadie le importó la vida de Josafat. Y si no le importó al ineficiente jefe de la policía capitalina –quien debió investigar y sancionar a los policías que no impidieron el linchamiento--, y si tampoco le importa el poco confiable Procurador de Justicia del DF, ¿por qué le iba importar al señor Miguel Ángel Mancera esclarecer el crimen de Josafat?.

Y es que el señor Mancera está entretenido en actividades vitales para la ciudad; desfiles navideños, conciertos de fin de año y roscas de reyes, entre otras de extraordinario valor para las mayorías. Y sin duda que Mancera tendrá sus razones –siempre más importantes--, para no ocuparse del esclarecimiento y castigo del crimen de un joven linchado en presencia de la policía. Y aquí es donde viene la otra cara de la moneda.

Si, como ha quedado claro, al GDF y al "gabinetito" de Mancera no les importa castigar a los asesinos de Josafat –y vale recordar que el Estado nace para velar por la vida y los bienes de los ciudadanos--, entonces la pregunta obliga. ¿A quien le importa?. ¿Dónde están el resto de las instituciones del Estado, incluida esa fundamental de la democracia llamada "opinión pública", para alzar la voz, gritar a favor del esclarecimiento del crimen de Josafat y del castigo de los responsables?.

VACACIONA LA INDIGANCION SOCIAL.

¿Dónde están las ONGs, esas que han convertido en causas mediáticas harto vendibles los supuestos o reales excesos de los gobiernos del PAN y del PRI?. ¿Dónde están los farsantes del #132, que realizan marchas y plantones a favor de supuestas o reales víctimas del Estado represor?. ¿Dónde está Ricardo Monreal, que a gritos en San lázaro anunció el primer muerto de la represión de Peñas Nieto?. ¿Dónde están los brillantes diputados de la ALDF, para modificar tal o cual Código que permita castiga a los responsables del crimen de Josafat?.

¿Dónde están los medios y periodistas que hicieron un escándalo por los vándalos detenidos; dónde está la farsa de "No más Sangre"; no les importa el crimen de Josafat?. ¿Dónde están esos aguerridos productores de telenovelas –verdaderos bodrios estupidizantes con los que se han enriquecido--, que pegan con la izquierda y cobran con la derecha, que hoy cierran los ojos ante el asesinato de Josafat?. ¿Dónde está la izquierda?.

En México, para que una causa prospere, tiene que ser "vendida" como causa de esa rancia dizque izquierda, inflada por sus periodistas e intelectuales orgánicos y, claro, "el pecado" debe ser cometida por gobiernos de derecha o del PRI. La vida de Josafat pocos o nada importa, porque la atestiguo, toleró y solapó un gobierno dizque de izquierda que, ya sabemos, promueve la impunidad. Ya se produjo el primer muerto en los tiempos de Mancera y... todos se voltean a otro lado. Y esa es la tragedia.

Leído en http://www.ricardoaleman.com.mx/itinerario-politico/2012/diciembre/3644-el-primer-muerto-de-mancera-

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