EL ASALTO A LA RAZÓNCarlos Marín
2013-01-31 • AL FRENTE
Aunque el Consejo General del IFE difirió para el miércoles próximo la discusión del dictamen de la Unidad Fiscalizadora sobre los gastos de las campañas presidenciales y, obvio, nadie sabe lo que sucederá, Andrés Manuel López Obrador ya tiene un juicio sobre los consejeros, a quienes ve como “empleados de la mafia del poder”.
Sabedor (ni modo que no: él mismo la dio antier) de que la cifra más reciente de lo que supone se gastó en su campaña es 233 millones de pesos, ignora por lo visto que la coalición Movimiento Progresista (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) había reportado al IFE un gasto de 286 millones, y peor aún: que en la revisión que hizo la Unidad de Fiscalización de esta información, se detectó una diferencia de 84 millones más, resultado de la suma simple de los montos reportados por los partidos que financiaron su campaña.
Prejuzga, sin embargo, que está siendo sujeto de “una venganza política” sin reparar en que, de ser cierto este nuevo cuento, sus antiguos aliados la hicieron de puñal…
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