miércoles, 20 de febrero de 2013

Hallan y analizan fragmentos del meteorito que cayó en Rusia


Hallan y analizan fragmentos del meteorito que cayó en Rusia

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Las ondas infrasónicas que provocó son las mayores que ha registrado el sistema del organismo global que vigila que no se hagan ensayos nucleares





Rusia • Un equipo de científicos rusos halló fragmentos del meteorito que cayó el viernes en la región de los montes Urales, generando una onda expansiva que dejó más de mil 200 heridos y cuantiosos daños materiales, informaron los investigadores.
Los fragmentos de una sustancia sólida y negra, similar a la roca, fueron encontrados en los alrededores del Lago Chebarkul, en la región Cheliabinsk, donde impactó el meteorito, precisó Viktor Grohovsky, de la Universidad Federal de los Urales.
“Acabamos de concluir el estudio y confirmamos que las partículas halladas por nuestra expedición en la zona del lago Chebarkul tiene efectivamente naturaleza meteórica”, explicó a la agencia rusa Novosti.
ESTUDIO Y BÚSQUEDA
Este meteorito está compuesto de condritos, una especie de meteorito rocoso que contiene 10 por ciento de hierro, indicó.
Los 53 fragmentos encontrados contienen “todos los minerales típicos” para un meteorito, como “el hierro metálico, el olivino o los sulfitos”, agregó Grohovsky.
Según el experto, los científicos no han logrado acceder al orificio producido por la caída del cuerpo celeste, que actualmente permanece acordonado por las fuerzas de seguridad.
Los científicos aseguran que un gran fragmento del meteorito se encuentra en el fondo del lago, pero buceadores del Ministerio de Emergencia de Rusia han estado trabajando en su recuperación, sin obtener resultados.
Asimismo, el investigador adelantó que los científicos propondrán incluir el meteorito en el registro internacional bajo la denominación de “Chebarkul”, que es el nombre de la localidad más próxima al lugar de la caída.
Hasta ahora, el cuerpo celeste ha sido referido en la prensa internacional como el “meteorito de los Urales” o el “bólido de Cheliabinsk”, la ciudad que resultó más afectada.
La NASA calcula que el meteorito era de 17 metros de diámetro y unas 10 mil toneladas cuando chocó con la atmósfera de la Tierra, viajando más rápido que la velocidad del sonido y liberando unos 500 kilotones de energía. Tras atravesar la atmósfera, se desintegró en varios pedazos.
A tres días de la caída del meteorito, Lidia Rykhlova, del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia, propuso la construcción de un sistema de defensa antimeteoritos, pero que requiere mucho dinero.
“Además de una red de telescopios terrestres, necesitamos una plataforma espacial. Todo ello cuesta 58 mil millones de rublos (2 mil millones de dólares) y tardaría 10 años”, dijo la científica rusa.
FUERZA i
Las ondas infrasónicas del meteorito que se fragmentó en el aire sobre los Urales, en Rusia, han sido las mayores registradas hasta ahora por el sistema de vigilancia de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), informó esa entidad con sede en Viena.
En un comunicado, CTBTO detalló que “la explosión fue detectada por 17 estaciones de infrasonido de la red”, un sistema global que cuenta con varias instalaciones de medición sísmica, hidroacústica, de infrasonido y de radionucleidos para poder detectar en cualquier país una explosión atómica.
“Sabíamos que no es una explosión fija porque podemos ver el cambio de dirección cuando se dirige a la Tierra. No hay una única explosión, está ardiendo, viajando más rápido que el sonido”, comentó el científico de la organización Pierrick Mialle al explicar cómo distinguen el tipo estallido.
“Científicos de todo el mundo usarán en los próximos meses y años los datos de la CTBTO para comprender mejor estos fenómenos y aprender más sobre la altitud, la energía liberada y cómo se rompió el meteorito”, añadió Mialle.
La organización señala que la estación más lejana que registró la semana pasada ese sonido con una frecuencia menor a los 10 Hz —por debajo del espectro audible del oído humano—, se sitúa en la Antártida, a 15 mil kilómetros del lugar de los hechos.

http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/ca1c72677d7897c7855aef2c472b728d



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