Al columnista, autor de Palco de Prensa, no le agrada, para nada, tocar asuntos relativos al crímen organizado. Sin embargo, cuando el narco se relaciona con la política, pues ni modo, no es posible eludirlo. Por ello en esta ocasión la referencia sobre el libro “Los señores del narco”, de la periodista Anabel Hernández. El caso, lo justifica.
Anabel, se indica en la portada de este libro, ha desarrollado una trayectoria periodística enfocada en la denuncia de hechos de corrupción. Esta obra en particular, es algo así como una biografía de Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo” Guzmán, principal capo del crímen organizado en el continente americano.
En la pasta, o contraportada, describe el trabajo de Anabel : “Los señores del narco es una descarada crónica sobre las alarmantes complicidades de los altos círculos políticos, policiacos, militares y empresarios con el crímen organizado”.
“Los señores del narco”, fue editada por Editorial Grijalbo, en noviembre del 2010. En octubre del 2012 apareció la sexta edición y se han vendido más de 120 mil ejemplares. Está dividido en 11 capítulos y consta de 588 páginas.
No se trata de recordar o describir las andadas de “El Chapo”, que a la mejor a muchos ni les interesa. Se trata de hacer referencia al contenido de las páginas 66 a 72, en las que, además de “El Chapo”, los personajes principales son el entonces gobernador panista y ahora Senador por Baja California, Ernesto Ruffo Appel, y su hermano Claudio, así como varios funcionarios estatales. Ahí se destaca la estrecha relación entre ellos y sus complicidades.
En la página 66, parte media inferior, el subtítulo : “El primer gobernador del PAN, protector de narcos”. Si, efectivamente se trata de Ruffo Appel. Hace mención a las declaraciones de “El Chapo”, el 9 de junio de 1993, a bordo de un avión 727 que lo trasladó de Tapachula a Toluca, luego de haber sido detenido. De esa parte, se transcriben los párrafos siguientes :
“De toda la declaración realizada en el avión 727 de Tapachula a Toluca, el único elemento sustantivo que Guzmán Loera sostuvo era el que le convenía al gobierno federal, por su carga política, y que implicaba directamente a un connotado panista. En la primer confesión hecha ante el General Guillermo Alvarez Nahara, El Chapo Guzmán afirmó que el Gobernador de Baja California les brindaba protección a los hermanos Arellano Félix. El funcionario en cuestión era Ernesto Ruffo Appel, el primer candidato panista en la historia de México en conquistar una gubernatura estatal. Ruffo Appel tenía cuatro años de gobernar Baja California (estado fronterizo con Estados Unidos) cuando Guzmán Loera declaró ante el Ministerio Público”.
“Sé que el hermano del Gobernador de Baja California Norte, que al parecer se llama Roberto Ruffo Appel (sic), es socio de una constructora propiedad de los hermanos Arellano Félix, y me consta porque así me lo dijo hace año y medio (a mediados de 1991) Benjamín Arellano Félix”, afirmó Guzmán Loera refiriéndose a la época en que tenía muy buena relación con ellos”.
“Guzmán Loera afirmó que el hermano del Gobernador también figuraba como socio en unas farmacias que los Arellano Félix tenían en Tijuana”.
“Hace año y medio, cuando Benjamín y yo teníamos muy buena amistad, me dijo que él tenía muy buena amistad con el Gobernador Ruffo Appel, inclusive Benjamín me ofreció que si quería algunas credenciales de la policía judicial de Baja California, las podía conseguir con el procurador, ya que también con él tenía una gran amistad”.
“Benjamín -continuó Guzmán Loera- me mostró una credencial de la Judicial Estatal en la que aparece con el cargo de comandante, y me mostró un oficio de comisión dirigido al Director de la Policía Judicial del estado de Sinaloa. Benjamín me dijo que llevó ese documento para que se lo sellaran y en el oficio sí aparecía el sello de la Policía Judicial Estatal”.
“En una balacera ocurrida a fines de 1992, entre las pertenencias de uno de los narcotraficantes caídos se encontró una credencial de la Policía Judicial del Estado firmada por el propio procurador Franco Ríos. Algunos días después, el Coronel Ricardo Manuel Segundo, denunció que el director de la Judicial Estatal, el mayor Juan José Sánchez, lo había invitado a coludirse con los Arellano Félix”.
“En 1993, ante los rumores del presunto involucramiento de su gobierno con los Arellano Félix, Ruffo Appel revirtió la acusación y tiró la bola a otra cancha. Afirmó que el narcotráfico en su estado creció con los procuradores federales Enrique Alvarez del Castillo e Ignacio Morales lechuga. “Elementos de la PGR están involucrados en el tráfico de drogas, lo cual provoca desconfianza en la actuación contra ese problema”, afirmó en entrevista con el periódico Reforma en 1994. A la postre, los hechos corroboraron que funcionarios de su administración sí protegían a los Arellano Félix, como había denunciado El Chapo desde 1993”.
“En 1997 fue aprehendido Juan José Sánchez Gutiérrez, el Director de la Policía Judicial de Baja California en los tiempos del Procurador Franco Ríos. En 1998, el exescolta de Ernesto Ruffo Appel, Carlos González Félix, fue detenido por la Policía Judicial Federal, junto con Aldo Ismael Figueroa Avila, alias El Mayelito, hijo de Ismael Higuera, alias El Mayel, uno de los principales lugartenientes de los Arellano Félix”
Estas son algunas de las referencias respecto a las relaciones de Ernesto Ruffo Appel, y su hermano Claudio, con el crímen organizado. Gran parte, en base a declaraciones de “El Chapo” Guzmán. Otras, por las crónicas periodísticas relativas a los hechos protagonizados por sus colaboradores. Es evidente que Hank Rhon, es “un niño”, ante Ruffo Appel. Todo indica que su negro historial, impidió que Osuna Jaime fuese candidato a gobernador.
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