Se equivocan –de cabo a rabo–, lo analistas que cantan la muerte del llamado Pacto por México. Fallan en su pronóstico aquellos que suponen que existe un pleito a muerte entre el jefe azul, Gustavo Madero, y el presidente Enrique Peña Nieto.
Y también resulta fallido el tiro de quienes suponen que la crisis del Pacto por México tiene su origen en el supuesto o real uso indebido de dinero público –de Sedesol–, con fines político electorales. ¿Y por qué insistimos en que fallan todos los que argumentan las anteriores hipótesis?. Porque pudimos reconstruir buena parte de la narrativa de la crisis y el resultado de las pesquisas así lo confirman.
Y claro, porque el Pacto no solo goza de cabal salud, sino que en breve podría resurgirá aún más fortalecido que nunca y sus cuatro grandes partes –PRI, PAN, PRD y PVEM–, empujarían la Reforma Financiera que se debió presentarse el día de ayer. Bueno, hasta es posible que las partes soliciten un periodo extraordinario de sesiones del Congreso, para aprobar dicha reforma lo más rápido posible. ¿Y por qué sostenemos la anterior hipótesis?.
Porque luego que el PAN conoció y exhibió documentales sobre el uso indebido de los programas sociales de Sedesol –en el gobierno de Veracruz–, los mecanismos del Pacto por México entraron en operación y, a través del diálogo, la negociación y el acuerdo, no sólo lograron anular la crisis –real que se produjo–, sino que consiguieron revertir sus efectos.
En pocas palabras, que si bien es cierto que el PAN documentó trampas reales de Sedesol en las estructuras electorales de Veracruz, y si bien el presidente Peña se equivocó al respaldar públicamente a la señora Rosario Robles, también es cierto que los más interesados en que Gustavo Madero y Jesús Zambrano permanezcan en sus cargos de presidentes del PAN y del PRD –respectivamente–, son los jefes del PRI y los "hombres del presidente" Peña.
Dicho de otro modo, que el verdadero interesado –y hasta responsable–, de que Gustavo Madero y Jesús Zambrano sigan al frente del PAN y del PRD, se llama Enrique Peña Nieto. Y la razón del interés se entienden a partir de la hipótesis de Madero sea derribado de la dirigencia del PAN por los calderonistas y Zambrano corrido de la jefatura del PRD por los lopezobradoristas. Si eso ocurriera, entonces se podría decir que el Pacto murió.
Y también por eso –y contra lo que todos suponen–, el PRI no se llevará un flamante "carro completo" en las primeras elecciones del gobierno de Peña Nieto –las del domingo 7 de julio próximo–, sino que el PAN ganará en la elección estatal de Baja California –con lo que mantendrá el gobierno de esa entidad–, mientras que el PRD se quedará con dos joyas de la corona; el municipio de Benito Juárez –conocido como Cancún–, en Quintana Roo, y las alcaldías y el Congreso de Oaxaca.
Pero aquí aparece una nuevas pregunta. ¿Por qué es importante para la vigencia del pacto lo que ocurra en las elecciones del domingo 7 de julio próximo?. También por razones elementales. Porque si el PRI se lleva el "carro completo" y si el PAN pierde el emblemático gobierno de Baja California, entonces se estará despidiendo de la presidencia azul el señor Gustavo Madero. Y claro, eso no lo quieren ni en el PRI ni en la casa presidencial.
Del mismo modo, si el PRD pierde en Oaxaca y en Benito Juárez, las rabiosas tribus de la mafia Bejarano-Padierna y la jauría lopista se abalanzarán contra Los Chuchos –a los que pretenderán comer vivos–, y estará en peligro la vida política del grupo hegemónico del PRD. Y claro, como ya dijimos, si cae de la presidencia amarilla el ex guerrillero y artífice del pacto, Jesús Zambrano, entonces se muere el pacto.
¿Pero cómo se gestó la crisis?. Resulta que el PAN –como se sabe–, descubrió el cochinero que pretendía llevar a cabo el gobernador de Veracruz a través de Sedesol y, antes de que lo quemaran vivo los calderonistas, el jefe azul Gustavo Madero reventó el asunto. Si no lo hacía, sus adversarios podrían tirarlo. Por eso elevó el costo hasta pedir las cabezas de la titular de Sedesol y el gobernador de Veracruz.
Pero ese fue un movimiento estratégico, al que se sumó el PRD, que también sacará raja del aparente rompimiento del pacto. ¿Por qué?. Porque igual que el PAN de Madero, Los Chuchos del PRD se vacunaron para la contienda electoral. Al final, y luego del tropezón de Peña Nieto al darle un público espaldarazo a Rosario Robles, el presidente dijo las palabras mágicas. Garantizó que su gobierno cuidará que no se utilicen recursos públicos con fines electorales. Claro, en el estado que ganará el PAN y en los municipios que refrendará el PRD. Al tiempo.
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