Empieza hoy la segunda mitad de la
segunda década del siglo 21 y nada permite suponer que el año 2015 será
menos complicado que el 2014. La mayoría de los analistas coincide en
afirmar que la situación económica de la mayoría de los habitantes de
casi todos los países del mundo no mejorará de manera significativa
durante los próximos 12 meses. Es más, en muchos lugares las personas
enfrentarán situaciones más difíciles que las que experimentaron el año
pasado.
2015 nos sorprenderá de muchas maneras, tal como lo hizo 2014.
Pensemos en el año recién concluido. ¿Quién iba a imaginar precisamente hace un año que un avión Boeing 777 de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo iba a desaparecer de la faz de la tierra mientras volaba sobre el océano Índico? ¿O que 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa serían desparecidos por sicarios de una banda criminal llamada Guerreros Unidos después de ser secuestrados por policías municipales de Iguala y Cocula? ¿O que el precio del petróleo se desplomaría a niveles que ningún analista anticipó? ¿O que Rusia se anexaría Crimea 60 años después que se la cediera a Ucrania? ¿O que otro Boeing 777 de Malaysia Airlines, éste con 298 personas en su interior, sería derribado por fuerzas prorrusas en Ucrania, a 40 kilómetros de la frontera rusa? ¿O que la relación incómoda del presidente Enrique peña Nieto con un empresario mexiquense causaría la cancelación de un cuestionado concurso internacional, pondría en duda su honestidad y la de su esposa, debilitaría la buena imagen nacional e internacional que cuidadosamente construyó durante los primeros 21 meses y medio de su administración, y amenazaría con descarrilar gran parte de las reformas que logró que aprobara el constituyente permanente? ¿O que una epidemia de ébola en unos países africanos causara pánico mundial a pesar de que otras enfermedades matan a infinitamente más personas cada año? ¿O que los dispositivos móviles iban a transformar, ahora sí clara y definitivamente, la conducta del ser humano? ¿O que un artefacto lanzado al espacio hace 10 años se posaría sobre un cometa que se encuentra a unos 190 millones de kilómetros de la Tierra? ¿O que un desconocido ejército de fanáticos musulmanes se apoderaría de partes de Siria e Irak y asesinarían a todos aquellos que no se convirtieran al islam?
La sorpresas que nos trajo 2014 fueron muchas, la mayoría de ellas nada agradables. Seguramente ocurrirá lo mismo en 2015.
Mientras, les deseo que este año los trate bien.
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