El chile y el maíz
Es verdad pues, un hombre muy rico tiene una troje de chile y una troje de maíz. Y el rico decide ir a trabajar lejos. Y su mujer se queda aquí. Y la mujer tiene un amante. ¡El marido se va lejos y ella le hace mole a su amante! Para que coma el amante, le quita su cabezita al maíz y su corazón al chile, lo lava bien para que no le pique. Entonces el chile se enoja que lo traten así. Llama al maíz:
__ Mujer, escucha, hermana mía, ahora vamos a dejar a nuestro dueño, nuestro dueño esposo, así lo quiere nuestra dueña. Nuestro dueño me come con mis tripas, y a tí con tu cabeza. Y el amante no. ¡Ahora, vámonos!
Dice el maíz:
__ Hermano mío, si así lo quieres, ¡vámonos!
Sí, agarran el camino y se van. Caminan y caminan. En camino, encuentran al rico. Le dicen:
__ ¡Adios, mi dueño y esposo!
Y el hombre se queda viendo:
__ ¿Por qué me hablan así?
Agarran el camino. Llegan a un llano. Allí está un barbecho de chile y otro de mazorcas. Y el chile entra allí derechito. Y el rico llega a su casa. Le dice a su esposa:
__ Hermana mía, dame una de tus tortillas.
__ ¿Dónde la voy a agarrar? No tengo. Nosotros no hemos comido.
__ ¿Por qué no han comido? ¡Hay maíz!
Y el hombre sube corriendo a ver su troje. ¡No hay maíz! Va corriendo a ver el chile: ¡No hay! Dice:
__ ¿A dónde fueron?
El hombre se sienta en su casa:
__ Ahora ¡me voy a ir! ¡Los voy a ir a buscar en donde los he visto!
Es verdad, pues, el hombre llega, allí está una muchachita. Le dice:
__ ¡Aquí estás!
__ ¡Sí, aquí estoy, mi dueño y esposo!
__ Ahora, ¡nos vamos a ir!
__ ¡No, no nos vamos a ir!
__ ¿Por qué?
__ ¡No te lo puedo decir! ¡Vete a ver a mi hermano, el muchachito! ¡El te lo dirá! Y si está de acuerdo para que nos vayamos, ¡nos iremos!
Va a ver al muchachito. Le dice:
__ ¡Vámonos a nuestra casa!
__ ¡No, no me voy a ir! Bueno… Si quieres que nos vayamos, ¡te vamos a decir lo que hace nuestro dueño esposo mujer!
__ ¡Dímelo pues!
__ ¡No, no puedo! ¡Vete a ver a mi hermana la muchachita, ella te lo dirá!
Es verdad, pues, el hombre va a ver a la muchachita. Le dice.
__¡Vámonos a nuestra casa!
__Mi dueño y esposo, ¡no nos iremos! Bueno.., Escucha, si quieres que nos vayamos, que volvamos a nuestra casa, ¡entonces, te voy a decir! Nos fuimos porque nos enojamos. Tú te vas lejos a buscar qué comer, y mi dueño esposo mujer se queda, le quita el corazón a mi hermanito, el muchachito, lo lava bien para no picarle al amante, ¡mientras tú, nos comes así! ¡Tú me comes con mi cabecita, y mi hermano también! ¡Ahora, nos iremos si haces lo que te vamos a decir!
__ ¡Dime, pues, lo que voy a hacer!
__ Llévate dos memelitas y, al llegar, da ésta a tu mujer y aquella a tus hijos. Y espéranos, ¡por allá vamos!
El hombre llega a su casa, da una tortilla a sus hijos y otra a su mujer. ¡La mujer sentada en su silla se muere! A medianoche, el hombre oye algo que está llorando, es el maíz que ha llegado. Y el hombre se levanta, va a ver su troje, el maíz y el chile llenaron la troje. Hasta se ve rojo el chile en el suelo. Y volvieron a casa del rico.
Y al otro día, ve que ya llegó una mujer:
__ ¿Qué haces, hermano? ¿No me vendes tantito maíz?
__ ¡Cómo no! ¡Te lo voy a dar!
Y le da un litro. La mujer se sienta y le dice:
__ ¿Hermano, ¿ahora estás solo?
__ ¡Estoy solo!
__ ¿Y qué comes?
__ ¡Nadie me muele! ¡Hermana, ¿no quieres que nos casemos?
La mujer le dice:
__ Hermano, si quieres, ¡casémonos! Estoy sola, ¿a dónde voy a ir? ¡Mejor nos vamos a casar!
Leído en https://lacanciondelasirena.wordpress.com/2008/08/09/el-chile-y-el-maiz/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.