martes, 12 de mayo de 2015

Rafael Loret de Mola - La cortina nepotista

Jamás el PRI había sido tan descuidado para exaltar el nepotismo. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano fue un dolor de cabeza para los mandatarios federales hasta que josé lópez portillo decidió designarlo, él por encima de cualquier institución partidita, candidato a gobernador de Michoacán levantando con ello el veto de facto impuesto a los herederos de figuras destacadas. Luego vinieron los Alemán por la vereda del dinero y las influencias mediáticas y la crónica continuó, lo mismo en Chiapas que en Yucatán o Querétaro, hasta llegar a los burdos excesos del presente.

¿Cómo pretende ganar el PRI con el lastre del pasado, los Juniors de la actualidad y los testaferros de los mafiosos? Pues, aunque se imposible creerlo, tienen consigo una fórmula excepcional: Las divisiones en la derecha y la izquierda que habilitan a los llamados “votos duros” de los priístas quienes, en el fondo, temen perder canonjías e influencias si caen en el error de ser auténticos y votar con fidelidad con sus conciencias y no con un instituto corroído por sus dirigencias y el peñismo predador. Cuando menos, la mitad de los futuros votantes a favor del PRI no concuerda con la actitud y presencia de peña nieto y algunos expresan que su salida, a pesar de las señales clarísimas de su enfermedad, es imposible porque el sistema es así y nadie se baja del caballo a mitad de la carrera. Una falacia monumental.








Olvidan el caso de Pascual Ortiz Rubio, el “nopalitos”, quien gobernó al país entre 1930 y 1932 con bastante mayor inteligencia a la que le atribuyeron sus contemporáneos si bien llamado desde la embajada de México en Brasil para convertirse en el candidato de Plutarco Elías Calles, dispuesto a terminar con el caudillaje para dar paso al Maximato –esto es, él como único preservador de la Revolución-, contra la opinión general que se dividía entre varios generales dispuestos a “sacrificarse” por el buen curso de una nación todavía rebosante de ambiciosos, corruptos y maledicentes. Siquiera Don Pascual no tenía ninguna de estas condiciones y por eso lo aplastaron como un insecto repelente y molesto.

Finalmente se retiró porque, sencillamente, no soportó las presiones del callismo; ya vendría después Lázaro Cárdenas del Río para trocar al Maximato en presidencialismo.

Los tristes gobiernos de la derecha, los fox y calderón –a quien no molestan los narcos ni amenazan a su hermana, “La Cocoíta”, en campaña por los territorios de algunos de los mayores cárteles del país –esta circunstancia refleja, por sí, la dimensión de los acuerdos entre “jelipe” y los altos capos de la región quienes, desde luego, no se han extinguido después de la aprehensión de Servando Gómez Martínez, “La Tuta”. Al contrario: La “Nueva Generación” surgió a partir de la pulverización de “La Familia” y fue integrada por los juniors de los mafiosos célebres con una carga adicional de venganza y de barbarie. Pero, claro, a la señora Luisa María ni la ven ni la escuchan ni la sienten: pasa como intocable en su estado y por segunda vez, ahora ya sin necesidad de la extensa vigilancia del Estado Mayor Presidencial o eso suponemos, cuando menos.

A quienes pretenden resucitar la “herencia” de calderón les convendría analizar el punto y otro más: La indiscutible responsabilidad de su consorte, Margarita Zavala Gómez del Campo, en la concesión para que operara la guardería ABC en Hermosillo en un almacén propio para granos y no para albergar bebés, cuya socia principal era, nada menos, Altagracia Gómez del Campo, prima de la susodicha ex primera dama. No me cansaré de repetirlo sobre todo ahora que Margarita aspira a dirigir el PAN y luego convertirse en presidenciable, nada menos, con la anuencia de las mafias dominantes.

¿Qué tanto les habrá concedido calderón, responsable, en gran medida, de la parálisis actual porque sus entuertos pusieron al gobierno de la República de rodillas? Y no es que disculpemos al enfermo peña, capaz de olvidarse de los nombres de las entidades del país, una y otra vez, cada día con enredos y trabalenguas insuperables como reflejo indiscutible de sus males físicos que tratan de disimular no sabemos por qué. Al contrario; debieran aprovecharlos como causa grave para rescatar un poco al priísmo desolado cortado casi en mitad entre peñistas y quienes lo repelen por considerarlo el peor de sus timoneles.

Por cierto, un amigo de esta columna me preguntaba sobre cuál pudiera ser el destino de Manlio Fabio Beltrones a partir de septiembre cuando deje su curul de diputado y se vea solo en el vergel del retiro. Pues ése: El ostracismo, porque no supo ni pudo enfrentar al cuadro presidencial y se dejó llevar por una senda, que no era la suya, hasta desaparecer, poco a poco, de la esfera pública sin que le funcionara siquiera cortarse el bigote por un breve lapso. Cuando rectificó –en el bigote y su postura- ya era demasiado tarde para él.

Las campañas transcurren, como siempre, con descalificaciones de toda índole: en Querétaro se exigió al “priísta” Roberto Loyola Vera, hermano del “panista” Ignacio con los mismos apellidos, claro, de recuerdos no muy felices por su altanería, misma que le viene de una sociedad cerrada en donde sólo habla el dinero, y el candidato, luego de acceder a dar a conocer su fortuna inmobiliaria, ofreció llevar Internet gratis a toda su entidad. Maravilloso avance tecnológico para quienes carecen hasta de aulas para sentarse a estudiar.

Las brechas sociales se abren tanto que cuantos lo tienen todo no conciben que los demás quieran comer primero antes de sentarse ante una computadora.

Mientras, los escándalos comienzan a tomar forma en dos entidades, una de ellas en donde se renovará el gobierno estatal: Jalisco y Nuevo León. En la primera, los bombardeos del primero de mayo, incluida la caída de un helicóptero militar alcanzado por un misil tierra-aire, ya confirmado por la Defensa Nacional tras varios días de sinuoso silencio prolongado a los medios cómplices y con saldo de quince muertos –seis de ellos soldados-, tomaron un giro político al descubrirse que el mandatario estatal, Aristóteles Sandoval Díaz, había alertado a sus amigos y a su gabinete sobre la inminencia del ataque. Lo hizo bastante mejor que los generales estadounidenses quienes no percibieron los bombardeos de los japoneses en Pearl Harbor hasta que los tenían encima. Pero, ¿al mandatario quién le avisó? El Ejército, quien perdió a tres de sus elementos y a otros teres heridos de gravedad, no hubiera podido imaginarlo siquiera... pero, en cambio, alguien muy cercano a Aristóteles, sí.

Y tal no pudo ser otro que el padre del mismo, Leonel Sandoval Figueroa, quien a solicitud de su hijo solicitó licencia como Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, por 55 días –de los que ya corren dos semanas-, esto es el tiempo estimado para las campañas proselitistas, luego de que fue acusado por promover a los aspirantes priístas como si se tratara de pasar charola. Además, en Jalisco, donde “Nueva Generación” mostró su músculo sin gran esfuerzo durante los intentos ataques y bloqueos del “día del trabajo” –fueron sus sicarios los únicos que laboraron en serio-, se escucha por doquier, y con pruebas fundadas, que el padre del mandatario, Leonel, con una mano intenta deslindarse de su vástago y con la otra recibe las canonjías de mafias y empresarios para acrecentar la bolsa para las pensiones de la familia Sandoval una vez que Aristóteles termine su desastrosa gestión. ¿Y por qué no antes? ¿No tienen valor los miembros del Congreso estatal o también han sido silenciados con las mordazas de los billetes verdes?

Los Sandoval silencian sus vínculos pero ya no están libres de los señalamientos públicos, cada vez más indignados; y algo similar ocurre en Nuevo León, donde se renovará el gobierno acaso con una sorpresa mayúscula, en donde Humberto Medina Ainslie, padre de Rodrigo el mandatario estatal, acapara inmuebles a una velocidad imparable, como si tuviera prisa de invertir y disolver los orígenes reales de sus capitales no explicados. Así, Rodrigo se pasó más tiempo de su periodo, a punto de finiquito, corriendo hacia Texas para refugiarse con su familia... y negociando con los cárteles para que le dejaran en paz a cambio de soltarles la plaza y el poder.

Por si fuera poco, de acuerdo a los sondeos de opinión –siempre este columnista ha desconfiado de ellos y más desde 2006-, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón apodado “El Bronco” y formado como priísta, quien se dice indignado, va arriba por cuatro puntos sobre la priísta Ivonne Álvarez, de carrera en los medios relativamente exitosa. El PAN, al parecer, se ha quedado muy rezagado con Felipe de Jesús Cantú. De darse esta circunstancia tendríamos una buena y una mala: La buena: ganaría un “independiente”, pese a su nacencia priísta, rompiendo con ello la partidocracia.

La mala: no podría descartarse la intervención de las mafias en el proceso. Siempre hay un prietito en el arroz.

Web: http://www.trinchera.mx

E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/la-cortina-nepotista-1431411467

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