No hay institución democrática que sea inmune a la perversión. Cualquier regla, cualquier instituto, cualquier principio del pluralismo puede torcerse en beneficio del autócrata. Lo vio brillantemente aquel abogado francés que denunció las tretas del bonapartismo original imaginando la conversación de un ingenuo Montesquieu con Maquiavelo, el sabio. Maurice Joly supo muy pronto que el tirano puede encontrar respaldo en el voto. En aquel diálogo de muertos en el infierno, vio que se puede desarmar al congreso para hacerlo inofensivo sin necesidad de clausurarlo. Que la prensa puede ser domesticada sin meter a nadie en la cárcel. Si es cierto que la democracia es el gobierno de la opinión, será cierto también que es el gobierno de las apariencias.
Lea la columna completa aquí http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=331180
Los derechos de autor son propiedad de los columnistas y sus periódicos; las columnas de los foristas son responsabilidad de ellos mismo; los comentarios, mentadas de madre y albures en Disqus son, también, responsabilidad de los foristas. Este lugar no tiene fines de lucro Aquí no se censura ni se modera. CUANDO SE PUBLIQUEN DATOS PERSONALES, POR SEGURIDAD, LOS POSTS SERÁN BORRADOS. Contacto: lafaunademilenio@gmail.com
RECOMENDACIONES Y COLUMNAS DE OPINIÓN
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.