Como lo puntualizó hace unos días en un ensayo Andrea Rivera, cuando le preguntan al escritor Salman Rushdie, que algo sabe del tema, sobre la violencia de los yihaidistas, explica que alrededor de 99% de los muertos en países musulmanes son víctimas de otros musulmanes: “Quien diga que esas víctimas no tienen nada que ver con el Islam tiene un serio problema con la realidad”. Ocurre así con el caso Ayotzinapa.
El paso de los dos contingentes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (los especialistas y luego los funcionarios) deja un rastro que lleva a la percepción de que, si no se trató de un crimen de Estado, tiene una gran similitud con un crimen de esa naturaleza. Eso pese a que la narrativa y descriptiva de la CIDH son similares a la de la PGR y el gobierno. Grupos criminales coludidos con policías municipales sometieron a los jóvenes, los trasladaron, martirizaron y mataron.
La CIDH dice que no hay datos firmes para asegurar que, además, los quemaron y tiraron al río. En eso estriba la diferencia esencial con la “verdad histórica” del exprocurador Murillo Karam. En el resto, las coincidencias son numerosas. Por eso, quien diga que los 43 no tienen que ver con el crimen organizado y el gobierno criminal de los Abarca tiene un serio problema con la realidad. Rushdie dixit.
La reportera Miriam Moreno presentó ayer en Radio Fórmula el testimonio de un militar encubierto enviado por su superior del 27 Batallón, con base en Iguala, a reportar qué estaba pasando. El testimonio está en el expediente de la PGR.
Llegó en una motocicleta entre las 22:00 y las 22:30 horas a un punto de la carretera a Chilpancingo. Vio un autobús Estrella de Oro con pasajeros a bordo “rodeado por elementos de la policía municipal, quienes iban en cinco camionetas tipo pick-up, quienes trataban de bajar a las personas que venían en el autobús”. Pero las personas no se bajaban. El militar lo reportó y el superior le ordenó: “Quédate por ahí otro rato para ver lo que se ve, pero no te arriesgues, ni te acerques mucho”.
Un relato lógico, de sentido común. Los estudiantes estaban muy agresivos, arrojaban piedras. Llegaron refuerzos municipales, lanzaron dos granadas lacrimógenas al autobús y sometieron a los jóvenes. De un lado se gritaba:
“¡Pinches policías, no nos vamos a bajar, si tienen muchos güevos suban por nosotros!” Del otro: “¡Bájense, hijos de la chingada, si no se bajan, les va a ir peor!”
La versión del militar, por cierto, empalma con las contenidas en la investigación de la Fiscalía de Guerrero. Y sólo un delirante, un complotista, afirmaría hoy que hubo una orden suprema para hacer coincidir las declaraciones de los militares en activo con las de los policías municipales detenidos el sábado 27.
Pero quien no entiende que en México 2015 es glamuroso denunciar un “crimen de Estado”, tiene un serio problema con la realidad.
MENOS DE 140
Calaron en el PRI las palabras de ’El Bronco’. No van a abandonar a Rodrigo Medina. A menos que las acusaciones sean demoledoras.
Leído en
http://www.vanguardia.com.mx/articulo/pinches-policias-no-nos-vamos-bajar
Los derechos de autor son propiedad de los columnistas y sus periódicos; las columnas de los foristas son responsabilidad de ellos mismo; los comentarios, mentadas de madre y albures en Disqus son, también, responsabilidad de los foristas. Este lugar no tiene fines de lucro Aquí no se censura ni se modera. CUANDO SE PUBLIQUEN DATOS PERSONALES, POR SEGURIDAD, LOS POSTS SERÁN BORRADOS. Contacto: lafaunademilenio@gmail.com
RECOMENDACIONES Y COLUMNAS DE OPINIÓN
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.