martes, 20 de octubre de 2015

Ricardo Alemán - Aurelio Nuño: ¡se va, se va… y se…!

No es nuevo que algunos llevan en campaña presidencial permanente no uno, ni dos… sino 15 años, como el caso de AMLO.

Otros apenas llevan cinco años tras la candidatura presidencial, por el PAN, como Rafael Moreno Valle.

Los hay que se destaparon de manera abierta en meses recientes, como Miguel Mancera y Graco Ramírez, respectivamente gobernadores de DF y de Morelos.

También están los que pacientes y talentosos tejen y tejen desde las filas del PRI, con la mira puesta en la candidatura presidencial por el PRI, como Manlio Fabio Beltrones.

Y son visibles los que están encartados de manera natural en la carrera presidencial, como Eruviel Ávila –el hiperactivo Gobernador mexiquense–, y Luis Videgaray, titular de Hacienda, quienes son parte del primer círculo de Enrique Peña Nieto.








Pero la sorpresa –en semanas recientes– está a cargo del titular de la SEP, Aurelio Nuño, otrora mano derecha de Peña Nieto y hoy uno de los más activos secretarios de Estado. Pero Nuño no sólo es un activo promotor de la reforma educativa, sino también es el que más le compite a López Obrador en movilidad y proselitismo con una clara intención electoral, rumbo a 2018.

En el fondo, Aurelio Nuño es para Peña Nieto lo que en su momento fue Juan Camilo Mouriño para Felipe Calderón, el preferido. Y por eso Nuño es hoy para AMLO el enemigo a vencer. Por eso, nadie debe decirse sorprendido si en cualquier momento AMLO lanza su artillería contra el jefe de la SEP.

Y es que “los muchachos” de Nuño podrán decir misa, pero lo cierto es que el titular de la SEP utiliza la educación para construir su candidatura presidencial, para recuperar el tiempo perdido y la ventaja que llevan otros adversarios que arrancaron antes en la contienda. Y dígalo si no el reparto de 50 mil millones de pesos “para infraestructura educativa”, lo que en castellano es compra de votos, para los mal pensados.

Pero lo simpático no es que Nuño utilice la SEP para lanzar su candidatura presidencial –todos lo hacen con cargos de elección popular o designación–, sino que lo sorprendente es la forma en que Nuño manipuló la crisis educativa para su causa. Es decir, desde la SEP, Gobernación y la CNTE movió las aguas hasta casi lograr el fracaso educativo y –ya como titular de Educación– milagrosamente rescató “el buey de la barranca”.

Dicho de otro modo: que al más puro estilo de Manuel Camacho, el jefe de la SEP empoderó a la CNTE contra la reforma educativa –desde la Subsecretaría de Gobernación operada por Luis Mirada–, y una vez reventado Emilio Chuayffet, entonces Nuño retomó todo el control y la fuerza de la SEP –ya sin Gobernación de por medio–, desde donde construye un puente que espera llegue a Los Pinos.

Y si alguien tiene duda, basta preguntar: ¿por qué durante más de dos años, el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, pactó con la CNTE todo tipo de prebendas y beneficios que la empoderaron, mientras que era demolido Emilio Chuayffet?

¿Por qué no se operó la desaparición del IEPPO de Oaxaca en el primer año del Gobierno federal, al tiempo que se preparó y operó la detención de la señora Gordillo? Si la CNTE hubiese sido contenida como se contuvo hoy, el Gobierno federal habría aprobado sin problema la reforma educativa.

Pero todo indica que se creó “un problema artificial” para abrir espacio al lucimiento de “un bombero ideal”, mismo que hoy se lleva el aplauso y las primeras planas.

Y resulta que Nuño parece el hombre a vencer no sólo por el PAN, por Morena y por el PRD, sino por el PRI. Al tiempo.



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/aurelio-nuno-se-va-se-va-y-se-1445324455



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