jueves, 26 de noviembre de 2015

Ricardo Alemán - ¡Otra farsa de la no violencia!

Durante las últimas 24 horas –y a propósito del día de la no violencia contra las mujeres–, todo fue amabilidad con las damas.

Pero más allá de la gran farsa colectiva, nadie habló de la “violencia política contra las mujeres”. ¿Y qué es la violencia política contra las mujeres? Pocas cosa, el abuso cotidiano y reiterado de los políticos y los hombres del poder contra sus pares, las mujeres políticas.

No es nuevo el abuso contra las mujeres en general. Todos lo condenan y todos lo recordaron ayer. Pero pocos hablaron de la otra farsa; el abuso contra las mujeres de la política. Y los ejemplos también están a la vista de todos y esas mujeres también suelen callar.










1.- Las “juanitas”. En 2009, ocho mujeres –siete del Partido Verde– que consiguieron una curul en San Lázaro solicitaron licencia para dejar su puesto a suplentes hombres. La trampa fue para simular el cumplimiento de las “cuotas de género”. ¿Violencia política contra las mujeres?

2.- Herencia de poder. No pocos políticos aldeanos y rupestres –incluidos del PRD y Morena– han intentado mantener su poder a través de sus esposas. Alcaldes y diputados que postulan a su cónyuge; jefes delegacionales que postulan la novia, prima o cuñada son casos que se documentan en cada elección. ¿Violencia política contra las mujeres?

3.- Apéndices del esposo. El caso contrario ocurre cuando una mujer política es anulada porque su esposo también es político. Hace horas, Andrés Manuel López Obrador dijo que Felipe Calderón quería volver a Los Pinos vía Margarita Zavala, quien rápidamente respondió que las mujeres no son extensiones del marido y acusó al tabasqueño de faltar el respeto a las mujeres. ¿Violencia política contra Margarita Zavala? Curioso, la siempre callada esposa de AMLO, salió en defensa de su esposo y acusó a la señora Zavala de usar el discurso de género con fines políticos.

4.- Cuotas y cuates. Es curioso que grupos de izquierda exigen que desaparezcan “las cuotas y los cuates” en instituciones como la Corte, lo cual es una exigencia impecable. Pero es más curioso que esos mismos grupos, muchos de ellos de mujeres, exigen cuotas de género en las candidaturas. ¿No es una simulación la cuota de género y una ofensa a la capacidad real de las mujeres?

5.- Las migajas políticas. Y si dudan de lo anterior, no es nuevo que para “tapar el ojo al marcho” dan plurinominales a las mujeres en lugares dode saben que nunca llegarán. En otros casos, asignas candidaturas en puestos en donde el partido respectivo nada tiene que hacer frente a la fuerza dominante. ¿Engaño y violencia política de género?

6.- El poder masculino. Otra evidencia de que las cuotas son una simulación y una expresión lapidaria de la violencia política contra las mujeres es que actualmente sólo una entidad federativa tiene a una mujer como gobernadora: Claudia Pavlovich. ¿Violencia política de género?

7.- Legisladoras. En la LXIII Legislatura hay 212 diputadas y 28 senadoras, es decir el 42.4% y 21.9% respectivamente. ¿Y el 50% de la cuota de género? ¿Otro engaño y otra muestra de la violencia política de género?

8.- ¡Mujeres y niños primero! Pero como grupos de choque. Y es que es una táctica común que los grupos más radicales, como la CNTE, se protejan con un escudo femenino durante enfrentamientos con la fuerza pública. ¿Y qué decir del farsante grupo de “Los 400 Pueblos”, que exhibe mujeres desnudas para medrar del dinero público?

La farsa del día de la no violencia política contra las mujeres. Al tiempo.



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/otra-farsa-de-la-no-violencia-1448528444



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