miércoles, 24 de febrero de 2016

Katia D'Artigues - ¿Una única familia en México?

Como si fuera una versión de “La Metamorfosis” de Franz Kafka, hay personas que despiertan una mañana (tras un sueño intranquilo, bueno así dice el texto) convertidos…. en gente del milenio pasado. Solo así me puedo explicar iniciativas como de la que ayer nos enteramos.

Es una iniciativa ciudadana que presentó el Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia). Quieren reformar el Artículo 4 Constitucional para proteger a “la” familia. A ese modelo único —hombre-mujer que tienen hijos— que ya no abarca a toda la sociedad (y quizá nunca lo hizo).

Juan Dabdoub Giacomán, presidente de la organización, habló de su iniciativa en una entrevista con Pedro Villa y Caña en El Universal, cito el texto del reportero (los paréntesis son míos):










“Se centra en reformar cinco puntos básicos del artículo 4 Constitucional: Reconocer y proteger la figura de la familia conformada por hombres y mujeres (es decir, no parejas del mismo sexo), proteger y reconocer el matrimonio entre hombres y mujeres, garantizar el derecho a los padres de familia a elegir el tipo de educación para sus hijos (es decir, permitir la educación religiosa), garantizar que todos los niños crezcan en una familia conformada por mamá y papá (¿cómo van a garantizar eso?) y por último, que en todas las leyes que expidan los tres Poderes de la unión se evalúe el impacto que estas tendrán en la figura de la familia”.

Refiere que se reunió con el ministro presidente de la Suprema Corte, Luis María Aguilar, a quien incluso le echó en cara que aprobaran el divorcio exprés (cosa del diablo) y el uso lúdico de la marihuana (Lucifer bis). Qué raro que no mencionó que también aprobaron la adopción en matrimonio de personas del mismo sexo.

La “descomposición avanzada” de la familia, dice Dabdoub Giacomán, es algo así como la caja de Pandora mexicana: Provoca que el país tenga altos índices de violencia, embarazos adolescentes, acoso escolar y sexual, deserción escolar, malas calificaciones y hasta cárcel.

Dabdoub —quien en 2006 se quejó por el guión de la película El Código da Vinci y en 2011 se opuso a la reforma en materia de derechos humanos— argumenta que no quieren imponer nada a nadie. Sino discutir.

Qué bueno, porque estaría bien que se leyeran el Artículo 1º. Constitucional que de entrada prohíbe la discriminación, entre muchas razones, por “preferencia sexual”. Además de que obliga a todas las autoridades a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos (para todos).

Luego está el otro detalle a contemplar: La realidad de la integración de las familias (sí, plural) mexicanas. Como que 25 de cada 100 familias, una cuarta parte, la encabezamos las mujeres. Y que la cifra ha aumentado: Para 2014 éramos unos 3 millones 832 mil.

O los mil 687 matrimonios entre personas del mismo sexo, según el INEGI en 2014. Y eso que hay muchas parejas —¡Dios bendito!— que viven juntos sin casarse. Una preguntita, ¿qué van a hacer con estas, nuestras familias diferentes?

Claudia Pavlovich, la única gobernadora de México, me contó ayer, emocionada, su encuentro con el Papa Francisco. Acepta no solo que es católica, sino que a este Papa le tiene devoción. Punto.

Aunque no estaba en una fila como para saludarlo, quiso el destino —o Dios, dirán algunos— que Silvano Aureoles no llevara a su hija. Y ella ocupó su lugar más adelante. El michoacano la vio emocionada, le advirtió que no se acercara demasiado por el protocolo. A ella le valió; se lo adelantó al Ejecutivo que vuela a Belinda en su helicóptero, hasta lo quería abrazar.

Fue Peña Nieto quien dio la pauta para que dialogaran:

—Le presento a la única mujer gobernadora, de Sonora— dijo EPN a Francisco.

—Los sonorenses son de una sola pieza— le dijo el Papa.

¿La única mujer? ¡Necesita haber más!

Pavlovich ya llevaba en su mano dos estampas, que no pidió que bendijera, pero dice que el Papa entendió… y la tomó de la mano (eso de llevar cajita y pedir bendición directa al parecer es algo a lo que solo se atrevió Arely Gómez). Se las dio después a su padre, quien pasa un momento difícil de salud.

Pero Pavlovich ya hizo algo: El 18 de febrero anunció la iniciativa para que las candidaturas a alcaldías de su estado sean en 50% para mujeres. Confía en que lo apruebe el Congreso.

Bueno, al menos una católica que sí le hace caso al Papa.

Porque luego hay cardenales (ejem. Norberto Rivera) que cuando su jefe manda un mensaje contra obispos que mueven a sacerdotes pederastas en lugar de denunciarlos, responden esto cuando les preguntan del mensaje: “No sé lo que dijo; yo no iba en el avión”. Navegando por Facebook me topé con una foto de Ricardo Anaya saludando al Papa. Decía “Publicidad”. Mmm, interesante. Partidos políticos que se anuncian con el líder de una Iglesia (digo, cada día es más común que políticos le “metan dinero” a redes sociales) pero este es un caso especial.

Fernando Rodríguez Doval me explicó que poco invierten en el tema pero a esta fotografía sí. “Unos cinco mil pesos, no más”, aseguró. Que les es útil porque Facebook les permite llegar a su público objetivo con características sociodemográficas: Católicos, ciudad, mujeres, etc.

Resultado: 180 mil likes, 4 mil comentarios, 4 millones de personas alcanzadas (incluyéndome yo, que eso me preocupa).

Él lo tuiteó:

—Se trata de una más de las aventuras de ese enamoradizo gobernador (Silvano Aureoles). No cambias, la historia empieza, el guión ya está escrito y ya ha sido utilizado: Miguel Barbosa, senador perredista, al referirse al “Belindagate”. Chale, ¿qué ya nadie cree en el amor?

Él lo confiesa:

—Yo (fumé marihuana) hace muchos años y llegué a secretario de Gobernación: Fernando Gómez Mont, respondiendo a un participante en el foro sobre la despenalización de la yerba.

katia.katinka@gmail.com

http://blogs.eluniversal.com.mx/camposeliseos/

http://twitter.com/kdartigues



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/una-unica-familia-en-mexico-1456306386



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