martes, 8 de marzo de 2016

Rafael Loret de Mola - Error de cálculo

La sangre tiene “gravedad” de acuerdo a la tesis del vicepresidente de noticias de Televisa quien no tenía antecedentes periodísticos antes de sumarse al cuadro de los ejecutivos de privilegio. Hace un año, en defensa de la vilipendiada nueva procuradora, Arely Gómez González Blanco, emparentada con Patrocinio González Blanco aquel secretario de Gobernación quien estaba situado a escasos kilómetros de donde estalló el movimiento neozapatista –cuando muchos no creíamos entonces que era solo una farsa-, en el amanecer de 1994, el de la barbarie, Leopoldo, presentador de “Tercer Grado” con periodistas solo de casa –lo que siempre es motivo de sospecha sobre si se tiene o no preparado un guión-, aseveró que la nueva funcionaria no le había consultado su decisión y si lo hubiera hecho “le habría dicho que no”. Si lo hizo de cualquier manera estaría en el primer cuadro.

La cuestión tiene en este punto tan solo una escala. Leopoldo Gómez se lanza a hablar del “periodismo moderno” como si este debiera limitarse a aceptar y difundir las versiones avaladas por la oficialidad, esto es sin indagatoria alguna y prejuiciado siempre por los intereses corporativos diversos, más cuando han salido a relucir los escándalos inmobiliarios para cubrir liquidaciones a una incipiente estrellita quien tuvo la suerte de signar contrato como “primera dama”. El resto de la crónica se canaliza hacia las albas mansiones de Las Lomas con lujo de arábicas reminiscencias.









Sucede que la puntualización del señor Gómez González Blanco sobre su hermana, la nueva procuradora avalada fast track por el Congreso con apenas incidencias menores, esto es sin un acucioso análisis sobre intereses soterrados y capacidades, resulta bastante sesgada y estrecha en cuanto no toma en cuenta los antecedentes y las circunstancias que convirtieron la carrera política de su querida hermana en un polvorín.

Por principio de cuentas, si al señor Enrique Peña Nieto se le señaló, desde un principio, su sello televisivo –con las dos cadenas privadas de mayor relevancia jugueteando con su carisma-, ¿tenía sentido buscar, entre tantas mujeres talentosas, a una que fuera especialmente controvertida por su cercanía fraternal con Televisa aun cuando fuera ajena a ésta? Desde siempre me enseñaron que la política es una cuestión de oportunidad: A veces se encaja, incluso no siento el mejor, y en otras no, aunque se sea el menos malo. Entenderlo causa urticaria –en mi juventud madura me pasó a mí si bien agradezco no haber caído en las redes de la adulación-, pero es necesario para saber cuál camino se pisa.

Para decirlo claramente no puede obligarse a un mudo a ser el mejor orador del mundo ni a un sordo convertirse en un tribuno capaz de debatir en igualdad de circunstancias aunque el ejemplo del gran Beethoven nos habla hasta dónde puede llegar el carácter de los hombres. Tampoco es normal que los inválidos jueguen al futbol –aunque haya casos excepcionales- y participen dentro de la selección de futbol... salvo la destinada a exaltar a quienes tienen capacidades diferentes. Esto es: Zapatero a tus zapatos.

Ya me imagino a un torero que saliera al redondel sin capotes ni muletas: Podría ser un “forcado” pero no un lidiador.

Arely es una dama que fue invitada a sumarse a la contienda federal de 2012, en el mismo tren que llevaba a Peña Nieto con alta velocidad –una apuesta, al parecer, perdida para la causa de la infraestructura nacional y deleite de los empresarios chinos quienes cobraron sin haber puesto un solo riel-, acaso como un puente ideal entre la poderosa Televisa y el candidato más mediático de la historia de este país.

Tal es un hecho incontrovertible, no solo por la sangre como alega Leopoldo sino igualmente en cuanto a la evidencia de las facturar pendientes; si no era tal, bien podría Arely encausar su exitosa carrera por otra vía menos comprometedora y si no lo hizo, por supuesto, el hecho mismo da cuenta de un interés mayor al del prestigio que surge de las propias capacidades sin padrinazgos ni “la gravedad de la sangre”.

Es como en el caso de la madre de todos los políticos, Guillermina de la Torre Malváez, progenitora del célebre gordinflón –repulsivo según cuentan quienes se han acercado-, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, ex dirigente priísta en el Distrito Federal quien fue señalado, sin conclusión alguna, por formar una red de prostitución, digamos VIP, para agasajar a los miembros del Institucional con tendencias a desechar energías en los camastros por tantas horas sentados (as) en sus curules.

Al asunto se le dio “carpetazo”, como suele suceder, si bien el sucesor del robusto personaje, Mauricio López Velázquez, sustituto de emergencia y designado el 22 de junio de 2014, bien pudo formar parte de la “oferta” para quienes tanto esperan integrar la “cofradía de la mano caída” que se ha relanzado con muy altos vuelos.

¿Alguien conocía los méritos de la señora De la Torre salvo el de haber procreado a uno de los monstruos del establishment, intocable por razones bastante turbias que alcanzan a la residencia de Los Pinos? No que yo sepa.

Y tal demuestra que los méritos y las capacidades no son precisamente la causa de los lanzamientos “estratégicos”.

Fue solo como una vindicación a quien fue cesado y vilipendiado por lo que no pudo ocultarse: El tráfico de blancas, descarado.

Y el tipo sigue libre apoyando a su mamacita.

No pongo al mismo nivel, desde luego, a Arely Gómez.

Ella es una buena profesional del derecho aun cuando, es muy evidente, no ha tenido contacto serio con los tenebrosos pasillos del hampa menos aún en estos tiempos de descontrol superlativo en los que el “más pintado” puede estar infiltrado por las grandes mafias incluyendo a los corporativos que están en la cúspide de la pirámide de la desigualdad social.

Pero hay, además, otro agravante: Por experiencia –sin que sea este un comentario misógino-, no lo es porque, de verdad, admiro a infinidad de damas que han sabido escalar por un mundo machista que las relega todavía o deben pasar por los corrillos de la maledicencia, una y otra vez- las señoras que se han ocupado de cargos de esta naturaleza no han salido bien libradas.

El caso anterior, el de Marisela Morales Ibáñez, en la PGR es demostración amplia: Cerró el periodo calderonista -del PAN, es obvio-, bajo los zapatos del nefasto Genaro García Luna quien ordenaba cuanto quería con la venia de su patrón, aquel presidente blindado que tomó valor en cuanto dejó Los Pinos sintiéndose intocable; por algo será, digo.

Marisela se metió en camisa de once varas y ahora, para vindicarla, se le ofrece una diputación abanderando ¡al PRI! Sin ideologías ni dignidad de por medio, cabe decir... y gracias a la amnesia penosa de la mayor parte de los mexicanos.

En 2005, cuando escribí “Ciudad Juárez” auspiciada por una editorial que aún no se sobajaba a los residuos del mercado español, Océano, descubrí el entuerto: Quienes tuvieron en sus manos tratar de descubrir los subterfugios y la perversidad de los asesinos en serie, eran todas mujeres desde la inteligente Patricia González hasta las comisionadas de Gobernación y de Derechos Humanos.

Se creyó que marginando a los abogados hombres se resolvía el drama de género.

Una burda maniobra, demagógica, que sólo entrampó los procedimientos y concentró a las señoras en un círculo vicioso sin salidas.

Y cuando se pretendía corregir la tontería –misma que conversé con la señora González, la procuradora estatal entonces-, designando a funcionarios de carrera con larga experiencia ministerial... alguno fue asesinado, como el caso del digno y ejemplar abogado Julián Sosa González, amigo de este columnista, en vías de aceptar la subprocuraduría con territorialidad en Ciudad Juárez. No creo en las coincidencias cuando éstas se repiten sin parar.

Los precedentes convierten el nombramiento de Arely Gómez en una nueva tarascada contra el peñismo; dicho de otra manera: El tiro les ha salido por la culata a pesar de las emocionantes frases rimbombantes del hermano de la segura nueva sierva que no observa desde donde pueden llegar los cazadores... con todo y Televisa de por medio.

Una apuesta: ¿El vicepresidente de esta empresa sugerirá cuestionar a su adorada hermana cuando caiga, irremisiblemente, en los engaños de los perversos? No, no crean que soy ingenuo, amables amigos.

Ya vimos lo que sucedió con la curiosa fuga de “El Chapo” y su reaprehensión en Los Mochis... por guardias municipales y no marinos y marines como se dijo.

E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/error-de-calculo-1457420154



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