Ricardo Alemán - Mentiras y mentirosos

El sentido común dice que a ningún ciudadano le gusta ser engañado. Ese mismo sentido dice que un ciudadano engañado por un político que miente difícilmente daría su voto al político mentiroso. Sin embargo, en la práctica, parece que a un sector social le gusta ser engañado.

En Los Diez Mandamientos del Siglo XXI, Fernando Savater dice: “Nos quejamos de que los políticos mienten, pero en forma inconsciente les pedimos que lo hagan. Nunca los votaríamos si dijeran la verdad tal cual es… de modo que aquí hay una especie de paradoja; por un lado no queremos ser engañados por los políticos, pero a la vez exigimos que lo hagan”; que nos engañen.










Y vale el ejemplo porque a días de la elección en 12 entidades, los ciudadanos parecen engañados por casi todos los políticos de casi todos los partidos; políticos que en el discurso aplaudieron la propuesta ética del “3 de 3” –declaración fiscal, patrimonial y de conflicto de interés–, pero en los hechos engañaron a los cuidadanos. ¿Quieren pruebas?

De 78 candidatos a gobernador, sólo 40 presentaron la 3 de 3. Ni uno solo al Gobierno de Tamaulipas presentó sus tres “3”. De 12 candidatos de Morena a gobernador, sólo cinco lo han hecho, mientras que AMLO descalificó el compromiso social. Pero la “perla” es que de los 10 “independientes” que aspiran a gobernar un estado sólo cinco presentaron la 3 de 3.

En Hidalgo, sólo el candidato del PRD presentó su declaración. A su vez, de los 12 candidatos del PRI, lo “olvidaron” el hidalguense Omar Fayad y el tamaulipeco Baltazar Hinojosa.

Todos los “independientes” ligados al “Bronco” se negaron a presentar la 3 de 3; José Luis “Chacho” Barraza, en Chihuahua; Francisco Chavira, en Tamaulipas; Alma Rosa Ollervides, en Zacatecas, y Gabriel Arellano, en Aguascalientes. Pero no es todo. El “Chacho” Barraza engañó abiertamente a sus electores, ya que aparece en la Plataforma 3 de 3, pero al consultar se ve la advertencia de que se compromete únicamente si gana la elección.

Además, entre políticos también hay clases: ricos y pobres. El candidato con más ingresos es de Oaxaca, Alejandro Murat, priista que reporta un ingreso anual de 8 millones de pesos. Mientras que el candidato del PT al Gobierno de Quintana Roo, Alejandro Alvarado, dice tener un ingreso anual de 150 mil pesos –más de 10 mil pesos mensuales–, mientras la candidata independiente a Puebla, Ana Teresa Aranda, vive como AMLO, de la nada. El candidato con más propiedades es David Monreal, de Morena en Zacatecas, con 17; entre terrenos casas y locales, de 40 mil pesos a 4 millones. Le sigue José Luis Pech Vargas, de Morena en Quintana Roo, con 10 propiedades. Luego vienen Javier Corral, del PAN Chihuahua; Alejandro Murat, del PRI Oaxaca; Carlos Joaquín, del PAN-PRD Quintana Roo y Lorena Cuéllar, del PRD Tlaxcala; todos con 9 propiedades. Y los que dicen no tener propiedades son: Nanci Carolina Vázquez (PES–Durango), Benjamín Robles (PT–Oaxaca), Alejandro Alvarado (PT Q. Roo), Martín Heredia Lizárraga (APN–Sinaloa) y Quirino Ordaz Coppel (PRI–Sinaloa).

El aspirante con más autos es David Monreal, con 11 automotores que van de los 80 mil a los 250 mil pesos. Los autos más caros son de Benjamín Robles, PT de Oaxaca, con un Audi 2014 de un millón de pesos; Tony Gali del PAN de Puebla, con una Dodge 2006 de un millón 100 mil pesos, y Martín Heredia, del PAN de Sinaloa, dueño de una Lincoln Navigator 2016, con valor de un millón 82 mil pesos. ¿Cuántos sabemos que nuestro candidato y/ o partido nos engaña y, aún así, votaremos por él? ¿Masoquismo electoral? Al tiempo.



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