Una encuesta recientemente publicada indica que sólo 29 por ciento de los mexicanos aprueba el desempeño del presidente Enrique Peña Nieto mientras que otra nos dice que sólo 17 por ciento de los habitantes de la Ciudad de México aprueba la gestión del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera.
Si tomamos en cuenta que Peña Nieto ganó la presidencia con sólo 38.2 por ciento de los votos, su actual nivel de aceptación está solo nueve puntos porcentuales debajo de dicho porcentaje, lo que no es nada bueno para él ni para el país. Sin embargo, su situación no es tan grave como la de Mancera, si recordamos que éste ganó la jefatura de gobierno con 63.6 por ciento de los votos a su favor, es decir 46.3 puntos porcentuales más de 17 por ciento de las personas que aprueban la manera en que gobierna.
Ahora bien, estos dos gobernantes mexicanos no están solos en lo que a la baja aprobación que les dan sus gobernados se refiere. De 23 gobernantes de un mismo número de países, sólo seis son aprobados por más de la mitad de sus gobernados. Los siguientes datos muestran resultados de encuestas realizadas entre febrero y mayo de este año.
Ellos son Vladimir Putin, de Rusia (80 por ciento de aprobación); Danilo Medina, de República Dominicana (73 por ciento); Justin Trudeau, de Canadá (62 por ciento); Evo Morales, de Bolivia (61 por ciento), Angela Merkel, de Alemania (55 por ciento), y Barack Obama, de Estados Unidos (52 por ciento).
Los 17 que no logran una aprobación mayoritaria son Mauricio Macri, de Argentina (44 por ciento de aprobación); Malcom Turnbull, de Australia (40 por ciento); Tabaré Vázquez, de Uruguay (39 por ciento); David Cameron, del Reino Unido (37 por ciento); Antonio Costa, de Portugal (37 por ciento); Leung Chun-ying, de Hong Kong (36 por ciento); Rafael Correa, de Ecuador (35 por ciento); Nicolás Maduro, de Venezuela (33 por ciento); Enrique Peña Nieto, de México (32 por ciento); Enda Kenny, de Irlanda (32 por ciento); Mariano Rajoy, de España (30 por ciento); Matteo Renzi, de Italia (28 por ciento); Michelle Bachelet, de Chile (24 por ciento); Juan Manuel Santos, de Colombia (24 por ciento); Ollanta Humala, de Perú (17 por ciento); François Hollande, de Francia (15 por ciento), y Dilma Rouseff, de Brasil (10 por ciento).
No es casualidad que por sus bajos niveles de popularidad varios de los líderes arriba anotados estén en proceso de irse a sus casas, otros ya se hayan ido, mientras que otros más estén enfrentando graves crisis de gobernabilidad.
Cameron dejará de ser primer ministro británico en octubre después de perder hace unas semanas el referendo del Brexit, Turnbull tal vez sobreviva las elecciones del sábado pasado al obtener su coalición de partidos una ligera ventaja, Maduro se mantiene en el poder a balazos y violando la Constitución venezolana, Rajoy sigue tratando de formar un gobierno después de las elecciones del 26 de junio, el gobierno de Hollande se vio forzado ayer a imponer por decreto una reforma laboral que su parlamento no aprobaría y el 12 de mayo Rouseff fue suspendida de su cargo por un período de 120 días mientras procede un juicio político en su contra.
Por diversas razones, las gestiones de los gobernantes de los 17 países arriba anotados -y de muchos otros- son reprobadas por sus gobernados. Los líderes que reciben la aprobación de 51 por ciento, o más de la población son los menos. Alrededor del mundo la mayoría de la gente no se siente segura y protegida por sus gobiernos y está convencida que sus gobernantes les han fallado en lo económico y en muchas otras áreas.
Algo han de estar haciendo bien los seis que son aprobados. Habrá que estudiar qué está haciendo cada uno de ellos.
Leído en http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/gobernantes-reprobados
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