28 de febrero de 2016
Hace tiempo que se vienen escuchando llamamientos para la eliminación del dinero en efectivo. Últimamente éstas declaraciones se han multiplicado en cantidad e intensidad, como si respondieran a una campaña organizada. De hecho varias de las personas que piden la abolición del efectivo pertenecen al Grupo de los 30 o G30, colectivo internacional que agrupa a líderes financieros y académicos, incluyendo a los presidentes de los distintos bancos centrales.
Si buscamos en Google “war on cash”, encontraremos artículos desde 2012/2013 en sitios más o menos conspiranoicos, pero de repente a inicios de 2016 el tema se intensifica y alcanza medios serios financieros como Reuters, Zero Hedge,Seeking Alpha o The Wall Street Journal. También ha llegado a los medios españoles como El País, Abc, El Mundo, El Blog Salmón, El Economista oBolsamanía.
Algunos creen que esta intensificación de la campaña fue decidida en la reciente cumbre de Davos, pues desde entonces las declaraciones se han multiplicado:
- El CEO de Detsche Bank predice que el efectivo no existirá en 10 años.
- El mayor banco de Noruega, DNB, pide que el país deje de usar efectivo.
- El consejo editorial de Bloomberg publica el artículo “Bring on the cashless future”.
- Financial Times publica una editorial “The benefits of scrapping cash”.
- Peter Sanders, profesor de Hardvard, publica un paper pidiendo la eliminación de billetes de alta denominación, “Making it harder for the bad guys”.
- Mario Draghi, presidente del BCE, anuncia que ha decidido eliminar los billetes de 500€.
- Larry Summers, profesor de Hardvard y ex-secretario del Tesoro estadounidense, publica en el Washington Post “It’s time to kill the $100 bill”.
- Hasbro, fabricante del juego Monopoly, anuncia que el juego ya no tendrá dinero en efectivo, sino tarjetas.
- New York Times publica una editorial “Getting Rid of Big Currency Notes Could Help Fight Crime”.
¿No es mucha casualidad que todo esto suceda en apenas 3 semanas? Hay quien afirma que se está siguiendo un plan, cuyas fases iniciales son:
- Vincular el uso del dinero en metálico con el terrorismo y la delincuencia.
- Establecer límites a los pagos en efectivo.
- Bajar periódicamente dichos límites.
- Acostumbrar a la gente a hacer todas los pagos, aunque sean pequeños, con tarjeta.
- Ir creando la conciencia social de que la mera posesión de dinero en efectivo es sospechosa, pues ya no es necesario.
Parece que este plan se va desarrollando a la perfección. En muchos países europeos ya existen límites a los pagos en metálico. En España es de 2.500€, en Francia ha bajado de 3.000€ a 1.000€. En otros como Alemania no existe éste límite, pero ya se propone imponerlo. En cuanto a la vinculación del efectivo con la delincuencia, el terrorismo o la evasión fiscal, la campaña está en marcha como se ha visto en los titulares ya mencionados.
¿SON CIERTAS LAS RAZONES ARGUMENTADAS?
En la Eurozona se estima que los billetes de 500€ son 30% del dinero en circulación (El BCE lo debe saber bien, puesto que los crean ellos), pero la realidad es que la inmensa mayoría de los ciudadanos ni siquiera ha visto estos billetes. Cabe preguntarse, ¿a qué viene ahora demonizar este billete, cuando ellos mismos decidieron crearlos, y en gran cantidad? Parece lógico suponer que sabían perfectamente a qué usos se iban a destinar esos billetes.
Por otra parte, un experto estima que el trabajo no declarado bajaría un 1 o 2%, mientras que el crimen organizado bajaría entre un 3 y 4%. Es posible que para los pequeños pagos se empiece a utilizar otro tipo de dinero como monedas sociales locales, o bien como en otras épocas de la historia, cigarrillos o chocolate. En el otro lado del espectro, las organizaciones criminales disponen de redes de compañías fantasma para el blanqueo y movimiento del dinero hasta los paraísos fiscales.
En definitiva, aunque está claro que la eliminación de los billetes de alta denominación y en general del dinero en efectivo, va a tener un efecto sobre la economía sumergida y sobre el blanqueo en actividades delictivas, hay razones para sospechar que éste no es el principal objetivo de estas medidas. Una de esas razones es, como ya se ha dicho, la evidencia de que son precisamente las autoridades monetarias quienes han creado esos billetes. Otra razón para sospechar es el timing. En efecto, ¿han necesitado desde 2002 (fecha en que se pusieron en circulación) hasta 2016, para darse cuenta de que esos billetes se usaban para esos fines? Muy poco creíble. Por último, para impedir el tráfico de armas y el gran narcotráfico, seguro que es más efectivo eliminar el secreto bancario en Suiza y Austria, y los paraísos fiscales, entre otros, pero eso no parece ser prioritario para las autoridades. Pese a las grandes declaraciones que se hicieron en 2008 en plena crisis financiera, la verdad es que apenas se han dado pasos para luchar contra el secreto bancario y los paraísos fiscales.
EN EL SIGUIENTE POST
Hablaremos de cuales creemos que son las verdaderas razones que llevarán a las autoridades a eliminar el dinero en efectivo, empezando por los billetes de alta denominación, y cual es la posición de Dinero Positivo al respecto.
En este video de la televisión alemana se ve que el debate está llegando a la calle:
El BIS avisa de una nueva deuda de crisis y de la falta de opciones en política monetaria
El Bank for International Settlement (BIS) es el banco central de los bancos centrales, ha avisado recientemente de que la economía global se enfrenta a una tormenta creada por un exceso de duda. Existen crecientes preocupaciones sobre la falta de herramientas disponibles para los bancos centrales. ¿Existe alguna manera de reducir la dependencia de la deuda, restaurar la confianza del mercado y disminuir la inestabilidad financiera, al tiempo que se hace crecer la economía de forma sostenible? Quizás sea el momento de actualizar las herramientas de los bancos centrales.
En el núcleo está la deuda
El Jefe del BIS Claudio Boro habla de una ‘calma tensa’ que conduce a ‘turbulencias’, que amenazan con convertirse en ‘tormenta’:
Si queremos analizar la fuerzas que están en juego, necesitamos ir más allá de la familiar oscilación de los mercados entre esperanza y miedo. Una vez que lo hacemos vemos las claves… La deuda estaba en la raíz de la crisis financiera, y desde entonces ha crecido aún más en relación con el PIB.
La deuda como motor del crecimiento global
La economía global ha crecido 57 billones de dólares desde la crisis financiera, con 200 billones de deuda en la economía produciendo 80 billones de nuevos productos y servicios anualmente. Además, Borio argumenta que la mayor parte de esta deuda ha sido contraída por las economías emergente, que han sido ‘el principal motor de crecimiento’. Pero en el tercer trimestre de 2015 la demanda de nuevo crédito comenzó a bajar en esos países y esto sugiere una parada en las economías emergentes. Desde entonces las previsiones de crecimiento global han empeorado sustancialmente.
Deuda y el desconcierto de la productividad
Los altos niveles de deuda no sólo explican la desaceleración económica, sino que ayudan a explicar el desconcierto de la productividad que sufren muchas economías avanzadas:
[el alto nivel de deuda] puede iluminar la desconcertante desaceleración en la productividad: investigaciones del BIS prueban que las burbujas de crédito minan la productividad, sobre todo ubicando recursos en sectores erróneos. El impacto de este hecho se hace más potente si a continuación se produce una crisis financiera. A su vez, la baja productividad hace más difícil sostener la carga financiera.
La falta de opciones en política monetaria
Borio argumenta que, con el sector privado sobrecargado de deuda, los Bancos Centrales se están quedando sin opciones, y que los mercados comienzan a darse cuenta:
Se está reduciendo el espacio para nuevas políticas. Las últimas turbulencias han enviado el mensaje de que los bancos centrales llevan mucho tiempo sobrecargados desde la crisis. A pesar de las medidas excepcionales de dinero fácil, el crecimiento ha decepcionado y la inflación ha permanecido baja. Los participantes del mercado se han dado cuenta, y su confianza en los poderes curativos de los bancos centrales se está tambaleando, quizás por primera vez.
Aquí nosotros tenemos una visión mucho menos pesimista que la de Borio. Existen muchas opciones de política monetaria al alcance de los bancos centrales. Sus ‘herramientas monetarias’ simplemente necesitan una actualización.
Actualizando las herramientas de política monetaria del BoE
Si los indicadores muestran que hay exceso de capacidad productiva, y que la demanda está debajo de cierto umbral hasta el punto que amenaza la estabilidad de precios, el BoE debería poder intervenir. Sin embargo sus herramientas – tipos de interés, quantitative easing – no son suficientes para estimular la demanda agregada.
El BCE debe poder proactivamente crear nuevo dinero para financiar el gasto del gobierno hasta que los indicadores de demanda agregada alcancen un cierto nivel. Así, mientras los tipos de interés son bajos y el gobierno se beneficia de bajos costes financieros, con el Reino Unido en deflación y una baja demanda agregada, el BoE debería crear dinero para financiar el gasto. Es la razón por la que sugerimos la Creación de Dinero Soberano para estimular la economía.
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