lunes, 17 de octubre de 2011

Forista invitada: Tancredi.



La historia se repite… aunque hayan pasado más de quinientos años. 
Supongo que la mayoría de nosotros recordamos la vida y obra de Moctezuma Xocoyotzin. A partir de ella se puede hacer una analogía con la vida y obra, en términos de su actividad pública, de Felipe Calderón. Creo que hoy más que nunca, cobra vigencia el dicho de "hay que conocer la historia, para no repetir los errores".
Cuando Moctezuma fue elegido tlatoani de la gran Tenochtitlán, le precedían grandes éxitos militares, así como una bien ganada fama de hombre sabio y religioso. Era, en ese momento, un hombre con un gran sentido del cumplimiento de las leyes. Se le consideraba una persona con una ética superlativa, por su respeto irrestricto en el cumplimiento de su deber. 
No obstante, una vez en el trono, a pesar de haber sido reconocido anteriormente como un hombre piadoso y sencillo, se convirtió en un gobernante cruel y déspota. Hizo cambios en la corte y nombró, en lugar de los que sabían, a una caterva de improvisados, supuestos nobles amigos de él, o a los hijos de los grandes empres… digo, tributarios. 
Se rodeó ¿cómo iba a fallar en eso?, de opulencia y ostentación, se hizo un personaje soberbio y, sobre todo, desdeñoso de las necesidades de su pueblo. En su ambición desmedida de centralizar en un solo hombre el poder, anuló su contacto con quienes lo había elegido y particularmente con la gente del pueblo. 
Sin embargo, como todos los hombres cobardes e inseguros que creen que "el estado soy yo", cedió al miedo en cuanto tuvo noticias de la llegada de extraños a las costas del Golfo de México, y sumiso, como los cobardes, alojó a don Hernán en el palacio de Axayacatl, de inmediato se declaró vasallo del rey de España y, ¡pero claro que sí!, se bautizó como cristiano. 
Ahora bien, cuando Calderón fue elegido presidente, gozaba de una fama bien ganada de legislador valiente en la oposición; se sabía que cumplía los pactos a los que se adhería; y tenía como modo de vida la sencillez y la bonhomía. Perooooooooooo, nunca faltan los peros, en cuanto llegó a Los Pinos retiró a cuanto funcionario tenía experiencia y el know how en la administración pública, para poner a sus cuates y aliados, o a los parientes de ellos. Se convirtió en un déspota, de acuerdo a lo que dice el DRAE: Alguien que trata con dureza a sus subordinados, o abusa de su poder. 

Se transformó en todo aquello que supuestamente detestaba. Se rodeó de lujos; camionetas blindadas; una cohorte de lambiscones; una corte de vasallos que le tienen que adivinar el pensamiento bajo riesgo de ser maltratados en público. O, como dice Serrat, actualmente Calderón siempre va " rodeado de comitivas, protocolo y seguridad; viaja de incógnito en autos blindados, a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad…" Desdeñoso y soberbio, ha desoído las voces que le reclaman justicia y paz. Digo, ¿qué mejor ejemplo de ello que los "Diálogos" en el Castillo de Chapultepec? 
Cuenta la leyenda que Moctezuma murió a causa de un pedradón que le lanzó una mano azteca, una mano de su propio pueblo. ¿Cuál será el destino de Felipe Calderón?, es probable que fenezca, políticamente hablando, gracias al desprecio de su pueblo. Del pueblo que lo eligió. No creo que haya una mejor pedrada para castigar a un mal gobernante, soberbio, arrogante, demagogo, que ha desdeñado a su propia gente.
Ni hablar, a pesar de más de quinientos años, la historia se repite.
                                                                                                                                                                                                          Tancredi

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