domingo, 27 de noviembre de 2011

Román Revueltas ¿Una liguilla de segundones?



El primero y el segundo del torneo regular han quedado fuera. ¿Es justo? Pues, no. Pero el futbol no es un asunto de justicia ni de méritos ni de honores ni de escudos. Y, por lo que parece, tampoco es un tema de meter goles a lo largo de cierto tiempo; es cuestión de anotarlos cuando toca, cuando hace falta, cuando hay urgencia… Es decir, hay que meterlos en la liguilla y sanseacabó.

Y, en efecto, miren ustedes, el clasificado de último minuto, el que entró de colista, acaba de dejar fuera a Chivas, que se había metido a la liguilla como líder general, categórico, dominante y absoluto. Extrañas vueltas que da la vida. O, mejor dicho, el futbol.

Los seguidores del Guadalajara pensábamos que la cosa estaba ya cocinada: ¿acaso el primero de la tabla no le iba a pasar encima como una aplanadora al octavo lugar? El partido de ida había sido un pequeño tropezón y ese tanto anotado en los últimos minutos nos daba todas las esperanzas del mundo: bastaba con meter un golecito en casa, con el público apoyando en todo momento y, por si fuera poco, en un estadio de cancha sintética que, según parece, se le atraganta a los equipos visitantes (pregúntenle a los brasileños de los Panamericanos, para mayores señas), para llegar muy cómodamente a la fase semifinal.

Pues bien, Chivas se rompió los dientes con un equipo modesto llevado de la mano por un tipo, ése sí, de cuidado: José Saturnino Cardozo, un grande del futbol y la más refulgente estrella del Toluca en los últimos años, ha hecho ya historia como entrenador principiante. ¿A dónde llegará? No anticipemos vísperas pero, por lo pronto, ya hizo lo que hizo: dejar fuera a Chivas.

Pero eso no es todo. El séptimo de la tabla general liquidó también al segundo, ese Cruz Azul que parece que ya no se puede quitar de encima una maldición tras 15 años de no obtener un título ni de rebote. Extrañas vueltas que da el futbol, en efecto.

Hoy juegan el tercer lugar contra el sexto y el cuarto contra el quinto. No me permito hacer profecía alguna, lectores. Pero, si el futbol nacional sigue de cabeza, entonces veremos resultados tan esperpénticos como los de la jornada de ayer. Indescifrable liguilla: por lo pronto, es la ruina de todos los apostadores…

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