sábado, 7 de enero de 2012

Rosario Robles - Vaya enredo el del panismo



No todo es miel en hojuelas. Una cuestión es cerrar filas en torno a un precandidato presidencial y otra, muy distinta, es hacerlo con relación a los demás cargos que estarán en juego en este proceso electoral. En el tricolor, la protesta surgió sobre todo por la cesión de posiciones muy relevantes a sus aliados del Verde y del Panal. Personajes muy importantes de ese partido consideraron un exceso las condiciones del acuerdo, como es el caso de Sinaloa o Quintana Roo. Otros se sintieron agraviados como en Chiapas o Puebla (en ese estado perdieron la gubernatura con los que ahora serán sus aliados), y en algunos lugares se vislumbran situaciones críticas como en Oaxaca, en el que, después de la derrota electoral, el priismo local se quedó huérfano y con resentimientos hacia quienes siendo de sus filas jugaron a favor de sus adversarios en la elección estatal. La operación cicatriz dependerá mucho de la habilidad de quien ahora es su presidente nacional y también de la capacidad de Enrique Peña de mantener su liderazgo bajo la expectativa de que es la carta triunfadora en la presidencial. Por su parte, en el PRD no la tienen fácil. Su principal bastión está en juego y no puede darse el lujo de perderlo. Muchos son los que aspiran a representar al sol azteca en la campaña por la Jefatura de Gobierno, pero es indispensable que varios se bajen del carro para que la encuesta tenga algún sentido. La declinación de Mario Delgado aclara el panorama. Todo parece indicar que será el hasta ayer procurador de la ciudad quien gane los momios. Sin embargo, un sector del perredismo no se siente identificado con esa posibilidad, pues, no sin razón, considera que la principal plaza de la izquierda se le estará entregando a un proyecto que no necesariamente la representa cabalmente, aunque en los hechos es la única carta con la que pueden ganar la competencia. En las otras candidaturas, sobre todo las relacionadas con el Senado y las gubernaturas, AMLO tendrá la mano con toda seguridad. El tabasqueño es sin duda el que más ha subido en el ánimo de la gente en este último mes porque no es todavía el gallo a atacar. Su lugar en las encuestas no lo ubicaban como un peligro para el gobierno panista, por lo que centraron sus ataques en el candidato tricolor. En ese contexto, y en medio de un discurso de reconciliación, ha logrado convencer a un sector (que además no quiere por ningún motivo el regreso del PRI a Los Pinos) que ha cambiado, no obstante haberse placeado durante cinco años con la banda de presidente legítimo promoviendo la polarización. Sin conocer todavía mediciones, se puede apostar que a estas alturas se ha ubicado ya en un segundo lugar.
Quién más ha perdido en este periodo son los panistas. En el albiazul y en Los Pinos pensaron que se despacharían con la cuchara grande, que mientras los otros dos (tanto Peña como AMLO) se tendrían que encerrar en sus casas, con la precampaña de sus tres contendientes serían los únicos presentes en el ánimo de la gente y en el reflector. Menuda equivocación. Dejaron correr el proceso, que se generara la percepción de que lo que retratan las encuestas es un fiel reflejo de lo que sucede internamente, diluyendo además la posibilidad de posicionar desde ya un rostro entre el electorado. La fallida encuesta indicativa es otro revés para quienes querían sacar a Santiago Creel de la contienda y demostrar (según sus propias palabras) que Josefina no está tan arriba al interior del PAN. No pudieron concretarla ante los barruntos de división y el golpe en la mesa que con energía dio el ex senador. Mientras que los otros dos candidatos ya realizan campaña, llevan a cabo eventos masivos, están en los medios a través de la información de sus acciones, el panismo no logra salir de su enredo. El cálculo no les salió. Habrá que esperar las encuestas de este mes, pero si los panistas no corrigen pronto el camino, esta carrera será sólo de dos.

Ser… o neceser

La ciudad de vanguardia es un basurero. Por andar en campaña, el jefe de Gobierno no previó lo que pasaría al cierre del Bordo Poniente. A eso hay que sumarle las toneladas de basura generada por quienes hoy promocionan su imagen sin pudor alguno. Lo suyo no es predicar con el ejemplo.

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