martes, 21 de febrero de 2012

NADA EXISTE.

por Gil Gámes.


Repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, Gil pensó en uno de los grandes misterios de la temporada, esa zona oscura e inexplicable que consiste en negar la realidad mediante las más elementales disquisiciones. La tendencia a pensar que nada existe no es infrecuente; o bien, cada vez es más común considerar que las cosas existen de formas misteriosas. Liópez ha dado una lección magistral al afirmar que a las encuestas les meten mano. La gran mayoría, según él, son falsas. Consecuencia: las encuestas no existen, o existen travestidas, manipuladas. Gilga sostiene que quizás estemos ante un problema filosófico en tanto la filosofía estudia la realidad y sus locuras. Aiwey.
En algunos casos podría tratarse de un desafío para los neuropsiquiatras. Algunos periodistas de fuste y fusta que Gamés encomia afirman que la ventaja de Peña Nieto en las encuestas se ha reducido notablemente (fíjense en la fuerza del adverbio). Gamés lo leyó en Sin embargo, portal de noticias y contenidos periodísticos al que se acerca cada día: “Se acorta la distancia entre Peña Nieto, Josefina y AMLO; las últimas encuestas reflejan caída del priista”.

De inmediato, Gilga busca aquí y allá los números de la caída. Lo primero que Gilga encontró fue esta encuesta de El Universal/Buendía & Laredo S.C. en la cual Peña Nieto tiene 48%, Josefina 32 y Liópez 20%. La encuesta que menos prelación le da a Peña Nieto lo sitúa 12 puntos arriba de su más cercano perseguidor; la que más ventaja le otorga, lo coloca 20 puntos arriba. Un modo un poco raro de caer. Gamés pensó en alguien que sube la escalera y al llegar arriba dice: ¿les gustó cómo me caí? Dios, Norberto Rivera y el episcopado en pleno saben que Peña Nieto no es santo de la devoción de Gamés (ni Josefina, y no digamos Liópez), pero negar la realidad no es la mejor forma de entender lo que ocurre alrededor de nosotros. La noticia parece más bien un ruego en el altar del periodismo: chango y papa, chango y papa: que Peña baje, que Peña baje.
Gamés propone esta aporía (grandísima palabra): frente a la Catedral Metropolitana un hombre le pide a un amigo que cierre los ojos. ¿Qué ves? Nada. Perfecto, frente a ti no hay nada, y prosiguen a ciegas su camino. En los aniversarios 99 y 97 del Ejército y la Fuerza Aérea, el presidente Calderón aseguró que la violencia de los grupos criminales ha empezado a ceder. Gilga lo leyó en su periódico El Universal: “el esfuerzo de los soldados está rindiendo frutos y que por primera vez se han reportado reducciones, marginales si se quiere, pero constantes”.


Gamés ha notado que la negación, o el deseo obsesivo de que la realidad no sea como sólo puede ser ante nuestros ojos, produce unos frutos muy extraños. En una cárcel de Nuevo León, grupos rivales del cártel del Golfo y Los Zetas se enfrentaron en una riña a muerte. Saldo: 44 muertos, 30 presos desaparecidos. Una masacre y una fuga masiva en Apodaca. Jorge Domene, vocero de Seguridad Pública de Nuevo León, afirmó que “todos lo fallecidos se encontraban en el ambulatorio Delta y fueron ultimados con objetos punzocortantes, piedras y barrotes. Se descarta el uso de armas de fuego para causar la muerte de estas 44 personas”. Menos mal, eso tranquiliza muchísimo a Gamés. Gil imagina a un hombre que baja la escalera, tropieza y cae rodando de cuerpo entero. Abajo, el hombre pregunta: ¿qué tal subí las escaleras; bien, no?
La sentencia de Goethe, esperó el momento ideal para evadirse del ático, bajar las escaleras, presentarse en el amplísimo estudio y espetar: “Todo es más sencillo de lo que se puede pensar y a la vez más enrevesado de lo que se puede comprender”.
Gil s’en va
gil.games@razon.com.mx

Leído en: http://www.prensaescrita.com/adiario.php?codigo=MEX&pagina=http://www.razon.com.mx



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