A punto de cumplirse el primer mes de las campañas presidenciales, la estrategia de Nueva Alianza marcha conforme lo planeado. Tanto, que pueden darse el lujo de soportar las singularidades de Gabriel Quadri: nada podrá evitar que el partido magisterial refrende su registro nacional y se coloque -de acuerdo con sus cálculos- como la quinta fuerza política con más legisladores en el Congreso de la Unión.
La seguridad es absoluta. Y es que salvo una tendonitis que pronto requerirá una cirugía, Elba Esther Gordillo está en su mejor forma. Como en los viejos tiempos. Tiene el mando total de las bases magisteriales -salvo las secciones 14, de Oaxaca; 18 de Michoacán, y 22 de Oaxaca, las otras 55 secciones son elbistas-, que gracias a una sutil maniobra que les llevó dos años, ahora están alineadas a un mismo objetivo: resistir el embate final del calderonismo.
En esta empresa quijotesca, La Maestra, más que una generala, es como el flautista de Hamelín.
Y supo convertir su pleito más reciente -con la cúpula de Televisa, donde de nada le sirvió haber invertido varios millones de dólares, con la intermediación de Enrique Jackson Ramírez- en una cruzada para garantizar la sobrevivencia de su organización gremial.
Frente a las costas californianas, hace una semana, Gordillo Morales atendió asuntos sindicales y partidistas: logró el respaldo de los integrantes del Consejo Nacional del SNTE para romper lanzas con el gobierno federal y condicionar la renegociación salarial -que debe concretarse antes del 15 de mayo- a la cancelación de la llamada evaluación universal.
Sobre todo, es una estrategia propagandística. “Servirá para identificar a los adversarios y para definir hasta dónde podremos jalar con Enrique Peña Nieto”, revela un elbista connotado, “y en la siguiente fase, permitirá responder puntualmente a Josefina Vázquez Mota y a Andrés Manuel
López Obrador, quienes ya dejaron sentir que quieren el exterminio del SNTE”.
¿Es una estrategia ganadora? A saber, pues el debate sobre transparencia sindical y eficacia de la tarea de los afiliados al SNTE en la mejoría de la calidad educativa se ha convertido en uno de los temas de esta campaña. Y al final, podría verse afectada la intención de voto para Nueva Alianza.
Si las intuiciones mercadológicas de Jordi Segarra y Alex Terres -dos publicistas catalanes que han trabajado para el PRI- son exitosas o no, es irrelevante.
También, si Carlos Salomón Cámara logra explotar el potencial mediático de Gabriel Quadri. La estrategia elbista está basada -nuevamente- en una estructura de operadores electorales que cobra en la nómina de la SEP, pero trabaja en las tareas partidistas.
Para evitar sabotajes, la cúpula magisterial acordó en Tijuana modificar y establecer horarios a los comisionados en las oficinas sindicales para evitar problemas legales y trabajar de “tiempo completo”... en la cosecha de votos.
La meta es alcanzar 4 millones de votos para los candidatos de Nueva Alianza al Congreso de la Unión, el 1 de julio. Un millón saldrá de Puebla. Otro millón, de Sinaloa y Distrito Federal.
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