jueves, 3 de mayo de 2012

Gibrán Jalil Gibrán - El loco.

Gibrán Jalil Gibrán
(1883-1931)
El loco

Me preguntáis como me volví loco. 

Así sucedió: Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que me habían robado todas mis máscaras -si; las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado, y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de gente, gritando:

-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones! 

Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto,corrieron a refugiarse en sus casas. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó: 

-Miren! ¡Es un loco! 

Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. 

Y como si fuera presa de un trance, grité: 

-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras! 

 Así fue que me convertí en un loco.Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser.

Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.


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